«Uno de los problemas más graves que sufren nuestras ciudades es la generación y gestión inadecuada de los residuos sólidos. Se denomina «generación» a la producción de la basura, y «gestión» a la forma en que se maneja esa basura, una vez que ha sido generada. Cada una de estas dos grandes etapas involucra muchos otros factores que hacen que el daño para el ambiente y la población pueda ser mayor o menor», se explica en el Anuario Estadístico 2020, en el informe dedicado a residuos sólidos.
El documento oficial advierte que en La Pampa -siempre en base a datos de 2019- predominan los basurales y la quema de basura a cielo abierto (principalmente ramas). Los autores de reporte aseguran que ambas prácticas se deben erradicar.
Una buena.
Como dato alentador aseguran que en varias localidades se han comenzado a construir rellenos sanitarios (manuales) y se utilizan métodos de molienda (chipeo) de las ramas que pueden ser usadas como materia orgánica en los suelos o para la generación de compost.
En el año 2019 se dio inicio al Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GISU) que fue desarrollado por la consultora EUSKAL y financiado por el Consejo Federal de Inversiones. A través de ese plan se desarrollaron los estudios técnicos para las Micro regiones 1, 2, 6 y 7, con la finalidad de presentarlos al Estado Nacional para conseguir su financiamiento a través de aportes internacionales.
Localidades.
Como se dijo, el trabajo publicado en esta edición del Anuario Estadístico releva el estado de situación de 45 localidades pampeanas, sobre las que se detalla la disposición final (basural, planta de tratamiento/separación, relleno sanitario) y tratamiento (quema a cielo abierto, horno, separación en origen, compost).
Las comunas en cuestión son: Ingeniero Luiggi, Rancul, Realicó, Parera, Embajador Martini, General Pico, Intendente Alvear, Quemú Quemú, Trenel, Colonia Barón, Speluzzi, Eduardo Castex, Arata, Caleufú, Santa Isabel, Algarrobo del Águila, Victorica, Telén, Santa Rosa, Toay, Ataliva Roca, Winifreda, Doblas, Anguil, Macachín, Uriburu, Lonquimay, Miguel Riglos, Catriló, Anchorena, Rolón, General Acha, Quehué, Chacharramendi, Puelches, Guatraché, General Campos, General San Martín, Jacinto Arauz, Bernasconi, Alpachiri, Abramo, 25 de Mayo, La Adela y Gobernador Duval.
Disposición final.
Para 2019, solo Rolón y La Adela no contaban con basural. Ambas tenían planta de tratamiento o separación de residuos y solo la ubicada a orillas del río Colorado poseía relleno sanitario. Además de estas dos, las que cuentan con tratamiento o separación son otras 18: Luiggi, Realicó, Pico, Alvear, Castex, Arata, Winifreda, Doblas, Anguil, Macachín, Lonquimay, Riglos, Guatraché, San Martín, Arauz, Bernasconi, Abramo y 25 de Mayo. Las restantes 25 no trataban ni separaban. Solo seis cuentan con relleno sanitario (Luiggi, Rancul, Realicó, Arata, Jacinto Aráuz y La Adela).
Tratamiento.
Solo Realicó, Riglos, Rolón, San Martín, Arauz, Abramo y La Adela no realizaban quemas a cielo abierto. Las que contaban con horno eran siete: Alvear, Riglos, Rolón, San Martín, Arauz, Bernasconi y Abramo. Para el año del relevamiento, la situación respecto a la separación en origen, era pésima: solo General Pico y Winifreda figuraban en ese ítem.
Por último, las que realizan compost eran catorce: Luiggi, Realicó, Alvear, Arata, Doblas, Uriburu, Lonquimay, Riglos, Rolón, San Martín, Arauz, Abramo, 25 de Mayo y La Adela.
Santa Rosa-Toay.
Si se analiza la situación del conglomerado Santa Rosa-Toay, al menos hasta 2019, el año relevado en el informe que figura en el Anuario Estadístico 2020, puede observarse un comportamiento idéntico en la materia: la disposición final es en un basural, no hay planta de tratamiento o separación y no hay relleno sanitario. El tratamiento solo incluye la quema a cielo abierto, no hay horno, separación en origen ni elaboración de compost.
En Pico y Macachín
El informe trae dos ejemplos detallados sobre cómo se componen los residuos sólidos urbanos, tomando como referencia las ciudades de General Pico y Macachín. La basura relevada en la primera está clasificada del siguiente modo: Papeles y cartones (7,3%), plásticos (17,9), vidrio (6,1), metales (1,5), materiales textiles (1,9), material electrónico (0,7), madera (0,1), desechos alimenticios (35,2), pañales descartables y apósitos (8,6), misceláneas menores de 12,7 centímetros (20,2), residuos peligrosos (0,4).
En el caso de Macachín, los tipos de residuos que se produjeron en 2019 es el siguiente: nylon y plásticos finos (8,7%), cartón (6,7), vidrio (5,4), textil, caucho, cuero (3,6), PET (2,3), plástico (1,7), papel mixto (1,4), hierro (1), tetrabrik (0,8), aluminio (0,2), madera (0,1), orgánico compostable (12,1), restos de poda y jardinería (6,1), restos de comida (5,7), pañales y apósitos (7,4), resto (36,6).
Fuente: http://www.laarena.com.ar/la_pampa-en-la-pampa-son-pocos-los-que-separan-en-origen-2157341-163.html