Viedma – El Cóndor ya cuenta con los ocho Puntos de Reciclaje para que los vecinos y turistas puedan separar y reutilizar la basura.
Los contenedores con forma de campana, exclusivos para colocar elementos reciclables, están instalados en la terminal de ómnibus, la Playa Grande, la rotonda de calle 69 y costanera, la zona del gimnasio a cielo abierto y sobre la rotonda del parador Rancho Aparte.
Asimismo, en el Parador de Deportes, en la costanera donde se ubica el escenario permanente y en la Primera Bajada de El Faro.
Los Puntos de Reciclaje son contenedores plásticos muy grandes, con forma de campana, donde los vecinos van a poder dejar allí aluminios, botellas plásticas, papel, cartón y vidrios. Las campanas son amarillas, para evitar confusiones. De esta forma, el vecino que lleve estos materiales hasta los puntos de reciclaje, tendrá la seguridad que los elementos serán reciclados, como ocurre actualmente con las botellas y la basura informática.
Para su diseño, utilizó la experiencia acumulada en los últimos años, tomando lo que tuvo mayor éxito y aprendiendo de aquellos sistemas que no funcionaron. Los mecanismos con mejor respuesta del vecino son aquellos voluntarios donde los interesados en reciclar llevan los elementos, como las botellas, la basura informática y el aceite vegetal usado.
De esta forma, el reciclaje será voluntario y cada vecino podrá separar en su casa y llevarlos hasta los puntos de reciclaje. Es muy importante No dejar restos de comida u otros materiales “húmedos”, que no se reciclan y que contaminan los elementos a reutilizar.
Mientras tanto, los contenedores cuadrados tradicionales seguirán siendo utilizados para depositar la basura que no es reutilizable. El Municipio ya pintó todas las tapas de verde, para evitar confusiones, y próximamente colocará en estos contenedores carteles para indicar que la basura debe ser depositada adentro, y no en el entorno, ya que no puede ser recolectada por el brazo neumático que levanta los contenedores. Lamentablemente, aunque parezca irracional, esta es una práctica muy frecuente y que afea la ciudad.
Hoy la ciudad de Viedma recicla más de un millón de botellas plásticas por año. A través de las escuelas primarias y de los contenedores amarillos, 120 mil botellas al mes no son enterradas, sino enviadas para su reutilización o reciclado en otros elementos plásticos. Este programa prácticamente se autosustenta, aunque el Municipio debe invertir en la compra de contenedores plásticos. La ganancia no es económica, sino ambiental.
Por otra parte, más de 10 mil litros por año de aceite vegetal usado también es reutilizado para convertirlo a biodiesel. De esta forma, no es enviado a las cloacas o al suelo, donde es sumamente contaminante. El sistema se implementó básicamente con las casas que elaboran comidas, supermercados y restaurantes. El aceite que se usa para hacer frituras ahora es almacenado en tambores y es retirado por los propios locales para su reutilización.
Asimismo, también miles de kilos de basura electrónica es reciclada, evitando la contaminación.
Estos tres programas tienen un denominador en común: los vecinos voluntariamente llevan una basura determinada a un lugar.
En cambio, el sistema de contenedores diferenciados en rojos y verdes, no ha resultado para el reciclaje. El Municipio que ha sido importante como lugar para dejar la basura, porque bien usado evita el accionar de los perros. Pero no sirvió para la reutilización de la basura, sencillamente porque la cantidad de vecinos que separa es baja.
Seguramente ha contribuido el hecho que en principio se recogían juntos y se mezclaban. Pero ya hace bastante tiempo que se recolectan en forma separada, implicando un costo doble para el Municipio.
Con este nuevo mecanismo también se optimizarán los tiempos de recolección, ya que actualmente los camiones en algunos lugares pasan en tres ocasiones: para la basura de cestos domiciliarios, para el contenedor verde y para el rojo.
Además, continuarán existiendo los Puntos Limpios Móviles, para basura voluminosa o muy pesada.