A comienzos de la semana entrante finalizarán las obras de cercado perimetral en todas las instalaciones de generación eléctrica fotovoltaica que abastecen a las 18 escuelas rurales que funcionan en los parajes rionegrinos.
Los trabajos fueron realizados por la Secretaría de Energía, a través del área de Generación Aislada y demandaron una inversión de $7.260.000.
“El objetivo que nos planteamos, pese a las complicaciones por la pandemia, fue aprovechar al máximo el momento en el que no había movimiento en las escuelas para que el regreso de los chicos también sea seguro en aspectos relacionados con la electricidad”, reconoció la secretaria de Energía, Andrea Confini.
En las 18 escuelas rurales que hay en los parajes se cuenta con parques de generación eléctrica fotovoltaica gracias al programa nacional PERMER, que garantiza el acceso a la energía y a la conectividad a todas las escuelas rurales del país que se encuentran fuera de la red de distribución eléctrica.
“El mantenimiento y operación de estos parques solares está a cargo del Gobierno de Río Negro y cuenta con un respaldo de grupos generadores para darle sustentabilidad al sistema para que más de 1.400 alumnos y alumnas puedan cursar sus clases con energía ininterrumpida”, destacó Confini.
En todos los casos se colocaron paños prefabricados en caño y malla de 1,40 o de 2 metros de altura, para cercar los cuartos técnicos de cada uno de los sistemas de generación, lo que incluye a los soportes de los paneles solares, que ahora quedaron fuera del acceso público.
La funcionaria contó que también se hicieron capacitaciones con cada una de las comunidades educativas para brindar aspectos básicos relacionados con la seguridad eléctrica y el uso eficiente de la energía en las instalaciones internas de cada escuela. “La asistencia a los directivos o profesores que nos contactan es permanente, por cualquier inconveniente que detecten. Cuentan con asesoramiento y asistencia permanente ya que los mantenimientos o recorridos por las instalaciones son semanales”, indicó.
Desde su instalación inicial, los sistemas fotovoltaicos permitieron mejorar la calidad de vida de la población, además de facilitar las condiciones de aprendizaje y salud de toda la comunidad educativa.
Cabe destacar que periódicamente se hace un relevamiento sobre las condiciones de uso y necesidades de cada uno de los establecimientos, con el fin de dimensionar correctamente los sistemas para repotenciarlos si fuera necesario.