Una vecina de la ciudad emprende la tarea poco habitual pero de gran valor para la reutilización de plásticos en Río Gallegos que, a la vez, le permite estructurar un invernadero en su vivienda. De qué se trata ese proyecto familiar ecosustentable.
El invernadero de Alejandra.
El plástico se inventó a finales del siglo XIX, pero hasta mediados del XX no empezó a producirse a gran escala. Al principio nadie cayó en la cuenta del problema que se venía, y ahora hay que lidiar con 8.300 millones de toneladas de este material. Cada hora se compran 60 millones de botellas de plástico en todo el mundo y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas, muchas de las cuales acaban en el medio ambiente, siendo dispersadas por fuerzas naturales como el viento y el agua.
Los estudios sugieren que las bolsas de plástico y los contenedores hechos de espuma de polietileno pueden tardar miles de años en descomponerse y contaminan suelo y agua. Además, con el paso del tiempo los plásticos se dividen en fragmentos más pequeños llamados microplásticos que al ser consumidos por animales marinos pueden entrar en la cadena alimenticia humana.PUBLICIDAD
INICIATIVA LOCAL
Varios grupos y asociaciones sin fines de lucro llevan adelante un trabajo voluntario por mejorar el medio ambiente, convocando a jornadas de limpieza y fomentando el reciclaje como también otras prácticas amigables con el medio ambiente.
Asimismo, vecinos y vecinas de la ciudad se suman a las propuestas ecosustentables, con la práctica cada vez más habitual del compost orgánico en sus domicilios y la reutilización de materiales que, como decíamos anteriormente, tardan miles de años en descomponerse y afectan a la naturaleza.
Es el caso de Alejandra Piombi, vecina de 56 años de Río Gallegos, quien este año decidió comenzar con el acopio de botellas para un emprendimiento familiar, quizás más impulsada por una necesidad que le llevó a esta alternativa. “Me estoy aggiornando ahora con mis hijos sobre el reciclaje y me he vuelto una ´junta basura´”, explicó a TiempoSur, al dar cuenta que comenzó a organizar un invernadero hace dos años, con la utilización de naylon para cubrirlo pero en menos de un año y por acción del viento se le “hizo hilachas”.
Sin embargo, tiempo más tarde encontró una solución a través de publicaciones que vio en internet sobre invernaderos hechos a base de botellas de plástico. “Como consumo mucha terma con soda aproveché las botellas”, indicó Alejandra, quien utiliza determinadas botellas para las columnas. “Mi hija estudia arquitectura y le encanta la sustentabilidad, y quiere que armemos con ´basura fashion´, es decir, con botellas lisas que son las mejores, como de las de marcas como Coca-Cola, Crush, Schweppes y soda”, remarcó respecto a la búsqueda de determinadas botellas para el invernadero de 6 x 3 metros que tiene en el fondo de su casa y donde cosecha lechuga, acelga, perejil remolacha y otras verduras de consumo familiar. En ese huerto familiar es donde utiliza también el compost domiciliario que realiza con los desechos orgánicos. MIRA TAMBIENPersonal municipal de Caleta Olivia inició la capacitación para operar maquinarías de reciclaje
Respecto al emprendimiento con las botellas, Alejandra aclaró: “No hago reciclado porque no estoy convirtiendo basura en otra cosa, estoy reutilizando” y sostuvo que “eso me hace un ruido mortal, pero en el mientras tanto estoy haciendo lo que habría que hacer”.
En este camino pudo advertir sobre las necesidades de reciclar y ha notado los beneficios de la reutilización. Alejandra aprovecha el tiempo libre para retirar las botellas que le donan otros vecinos y vecinas, seleccionarlas, lavarlas, cortarlas y ordenar las botellas en columnas. Es un trabajo que le lleva varias horas pero, gracias al que lleva hoy casi la mitad del invernadero.
“Es medio ´kamikaze´ lo mío, pero es una manera de hacerlo y reutilizar”, expresó sobre esta forma de aprovechar un material en desuso y amigarse con el medio ambiente.MIRA TAMBIENEl Calafate vende 27 toneladas de cartón
Consejos prácticos
Algunos consejos que pueden tenerse en cuenta para ser parte de esta toma de conciencia:
- Utilizar botellas y tazas reutilizables, que se puedan recargar.
- Llevar siempre bolsas reutilizables para realizar compras.
- Convertir la higiene menstrual en una más ecológica, eligiendo alternativas reutilizables.
- Minimizar la compra de productos empacados en envases desechables.
- Reutilizar al máximo los elementos que se consumen para generar menos residuos.
- Cambiar globos y otras decoraciones de un solo uso por otras reutilizables y eco-amigables.
- Concientizar: cuidar el planeta es una tarea que se hace en conjunto, por lo que se puede compartir la experiencia en torno al tema.
Fuente: https://www.tiemposur.com.ar/info-general/amigarse-con-los-plasticos