Santa Rosa – La falta de agua en el río Atuel está generando -como suele ser habitual en esta época del año- una fuerte controversia en la provincia de Mendoza ante los intereses contrapuestos por el uso del escaso caudal que tiene el río. A partir de esta semana, las erogaciones desde Valle Grande irán disminuyendo y entre el 20 y el 21 de febrero se producirá el corte definitivo del río. Los operadores turísticos quieren que no haya corte del río porque ya tienen vendidos paquetes que incluyen actividades en el cauce.
La controversia quedó reflejada en un artículo publicado en la víspera por el diario Uno con la firma del periodista Gonzalo Villatoro y fechado en la ciudad de General Alvear, epicentro de la resistencia mendocina contra La Pampa. “El conflicto con La Pampa no es la única guerra que se libra por el río Atuel”, escribió el cronista. “Puertas adentro de Mendoza la crisis hídrica golpea fuerte y pone en riesgo la calidad del agua potable que consumen los habitantes de distintos poblados, la producción agrícola, la normal prestación de los servicios turísticos y hasta la generación de energía eléctrica. Y cuando esto ocurre comienzan los cortocircuitos”.
Los embalses de El Nihuil y Valle Grande se encuentran con un cuarto de su capacidad de almacenamiento producto del sexto año consecutivo en que el Atuel escurre con un bajo caudal. En medio de ese panorama, vuelve a reeditarse una disputa que se está haciendo habitual cada año, agricultores versus prestadores turísticos.
Esta vez, el detonante de la polémica fue el plan de erogación diseñado por la asamblea de inspectores de cauce que comenzó a ejecutarse esta semana. Contempla una disminución en la erogación de los embalses de 46 a 25 metros cúbicos por segundo y el “seccionado” del río, lo que implica que los productores tendrán agua para regar cada 16 días. “Pero lo que más ruido trajo -sostuvo Villatoro- fue el anuncio por parte de Irrigación de la corta anual: será el 21 de febrero.
“Estamos en época de crisis hídrica y golpea a todos por igual por eso es necesario que todos nos apretemos el cinto”, sentenció Fabián Bujaldón, subdelegado de Aguas del río Atuel. Los productores no están de acuerdo, pero agachan la cabeza y tratan de aprovechar al máximo cada hilo de agua que circula por las acequias.
Según el diario, el mensaje del subdelegado tuvo un destinatario en particular: el sector turístico de San Rafael, ámbito que ya empezó a zapatear. Los prestadores turísticos “pusieron el grito en el cielo, especialmente cuando se enteraron de que la última semana de febrero, por el cauce del río, no correrá una sola gota de agua”.
Cristian Draghi, de la cámara de Turismo de San Rafael, verbalizó la queja del sector. “Por ahora se pueden seguir realizando las actividades, pero a partir del 20 de febrero estará el problema, no se podrán ofrecer los mismos servicios”. Para el empresario “no se entiende el criterio de erogación, desde noviembre se largan 46 metros cúbicos y después vienen las decisiones drásticas, por qué no erogar un poco menos y que se extienda en el tiempo”, planteó.
Bujaldón explicó que a fines de año se hace una erogación importante porque “se contempla el pico de demanda, en noviembre y diciembre es cuando más agua necesitan los cultivos (para darle tamaño a los frutos) a días de la cosecha”. Héctor Bordnarsky, de la Asociación de Inspectores de cauce Nuevo Alvear, también retrucó a Draghi: “todos tenemos que adaptarnos y lo hacemos nosotros, que producimos comida”, dijo.
FUENTE: laarena.com.ar