Neuquen.-Si aún no conocés el Norte Neuquino este verano es tu oportunidad de hacerlo, estamos convencidos que no te vas a arrepentir: La majestuosidad y belleza de sus paisajes, la calidez y amabilidad de su gente junto a sus tradiciones y gastronomía, son una combinación perfecta para pasar unas vacaciones de verano únicas e inolvidables. En esta nota te hacemos un resumen breve de todo lo que tiene esta maravillosa región para conocer y descubrir.
Chos Malal es la puerta de entrada a la zona norte, su paso es prácticamente obligado, pocos kilómetros antes de ingresar a la localidad, nos encontramos con el punto medio exacto de la mítica Ruta Nacional N°40 que recorre de norte a sur nuestro país, y en alusión a ello se ha construido un hermoso monumento donde flamea bien alto la bandera nacional. Chos Malal fue capital del territorio neuquino y es una de las ciudades más antiguas de la provincia. En sus calles se respira historia, y sueños de los primeros pobladores que habitaron la región. Entre los edificios históricos se destacan: El torreón, El museo y la Biblioteca José Manuel Olascoaga, (es la más antigua de la provincia), también el Archivo Histórico Municipal, la Casa de la Cultura Familia Dewey y la Parroquia María Auxiliadora. También podés dar un hermoso paseo por la costanera que bordea y acompaña al río Curí Leuvú.
Si seguimos viaje hacia el norte 96 km más hacia el norte, nos encontramos con la localidad de Las Ovejas, un encantador pueblo que forjó raíces al pie de la Cordillera de los Andes. Allí encontramos La Puntilla, un mirador ubicado a cinco kilómetros de la localidad a mano derecha de la Ruta Provincial N°43, camino a la localidad de Varvarco.
El mirador se sitúa estratégicamente en un risco de unos 1.000 metros de altura, posee varios balcones unidos por una pasarela que tiene un recorrido de unos 130 metros de extensión, contando con escalinatas que hacen más fácil el recorrido.
Desde allí se puede apreciar una vista panorámica de inigualable belleza; se alcanza a ver con claridad el volcán Domuyo de 4.709 metros de altura, denominado el «Techo de la Patagonia» por ser la mayor altura del territorio, también se observa la Cordillera del Viento y la Cordillera de los Andes con sus cerros de distintas tonalidades y sus cumbres nevadas, y hacia abajo el intrincado recorrido del río Neuquén.
Otro lugar que no se puede dejar de visitar en el Norte Neuquino es el Área Natural Protegida (A.N.P.P.) Lagunas de Epulauquen, también cerca de Las Ovejas. Si bien el paisaje no es característico de la región, la belleza de su naturaleza es sorprendente: Se trata de un conjunto de lagunas conectadas por arroyos de aguas cristalinas, rodeadas de verdes bosques y picos nevados. Estos bosques se originan porque existe en esa zona como una especie de “ventana” que permite que llegue la humedad del Pacífico y allí se desarrollen especies vegetales del bosque subantártico como las que vemos en el sur de la provincia hacia la cordillera. La observación de aves aquí tiene un condimento especial, pues allí se puede apreciar un ave que en nuestro país solo vive aquí (endémica), el Huet huet castaño. También es posible realizar circuitos de trekking recorriendo vertientes, cascadas y con vistas panorámicas maravillosas.
A pocos kilómetros de Las Ovejas, también pueden encontrarse antiquísimos vestigios de las comunidades originarias como las que se manifiestan en los Petroglifos de Colomichicó, excepcionales bloques tallados en piedras de la época megalítica; es uno de los más importantes yacimientos de arte rupestre de la Patagonia y América. Comprende unas 600 piedras grandes y medianas que presentan distintos grabados sobre su superficie. (Ver listado de guías del lugar)
Otro destino para conocer es la localidad de Varvarco e Invernada Vieja y sus alrededores. Para acceder a la misma debés continuar la Ruta Provincial °43 hacia el norte. Aquí te encontrarás con una verdadera particularidad: en este punto se unen el río Neuquén con sus aguas cristalinas y el río Varvarco que arrastra mucho material sedimentario, al unirse pueden verse claramente cuando ambos ríos empiezan a mezclarse, es algo fantástico!
Continuamos camino al Área Natural Protegida (A.N.P.P.) Sistema Domuyo, por la Ruta Provincial N°43 donde yacen Los Bolillos: son extraordinarias y caprichosas formaciones rocosas, similares a las que se encuentran en Capadocia, Turquía. Producto de la erosión del viento y la lluvia, adquieren tonos rojizos y amarillos que contrastan con el cajón del río Varvarco, destacándose el grupo Los Monjes. Un interesante ciruito de trekking permite apreciar estas fabulosas formas en todo su esplendor. De noche la experiencia toma otra dimensión -si el cielo está despejado- el espectáculo es maravilloso; las estrellas parecen poder tocarse con las manos.
También vamos a encontrarnos con el Cajón del Atreuco, maravillosos paredones de roca granítica por donde pasa el pequeño arroyo que lleva su nombre y que fue horadando la piedra por miles de años hasta formar el cajón que hoy vemos.
Ya ingresando al Área Natural Protegida del Domuyo nos encontramos con uno de los paisajes más maravillosos que se pueden admirar, ya que desde sus profundas y escarpadas gargantas nacen arroyos de aguas calientes, fumarolas y olletas con propiedades termales únicas. Aquí hay una serie de géiseres, únicos en el país! El lugar es conocido como Los Tachos, y se encuentran a orillas del arroyo Covunco. El agua alcanza hasta un metro de altura y llega a temperaturas de 90 grados y al mezclarse con el agua del arroyo permite darse unos hermosos y saludables baños de inmersión!
Ya de regreso no podemos dejar de visitar Manzano Amargo, un hermoso pueblo rodeado de un paisaje único. Para llegar aquí es necesario desviarse de la Ruta Provincia N°43 y tomar por 18 km la Ruta Provincial N°54. El atractivo principal de este destino es el Salto La Fragua, una impresionante caída de agua de 40 mts. que queda a 4 kilómetros hacia el noroeste de Manzano Amargo. Una pasarela y mirador permite disfrutarla de una manera cómoda y segura. Su paisaje hacia la cordillera es similar al de las Lagunas de Epulauquen, ñires y lengas propias del bosque subantártico se van apoderando del paisaje cordillerano.
Volviendo hacia Chos Malal, se encuentra Andacollo conocida como la «Quimera del Oro» por la actividad minera histórica que da origen al pueblo. Allí se puede visitar y recorrer el Paseo de las Rosas, el Museo Municipal y el Monumento a la Madre. Huinganco queda a pocos kilómetros de Andacollo, y se la conoce como el jardín de la provincia, recorrerla de punta a punta nos dará una idea acabada de porqué la llaman así, su paisaje es realmente encantador. El Vivero municipal y el museo del árbol dan cuenta de su desarrollo económico en torno a la forestación. Aquí nos encontraremos con otro hermosos mirador, llamado San Pedro, desde donde puede observarse toda la localidad y el hermoso cerro La Corona.
Si te gusta la pesca, las lagunas Huaraco, Varvarco Campos y Tapia, así como los ríos Nahueve y el Neuquén hacia su naciente, te pueden dar entretenidas jornadas de pesca disfrutando de paisajes casi en soledad.
Si en cambio te gusta la observación de aves no podés dejar de visitar El Parque Provincial El Tromen, que se encuentra a 38 Km. de la ciudad de Chos Malal y se accede transitando por las Rutas Nacional 40 y Provinciales 2 y 37. El Tromen es un volcán que en su cara NE posee una gran colada de lava que puede observarse a simple vista y es simplemente magnífica.
Al pie del volcán se encuentra la laguna que lleva su mismo nombre y junto al Bañado los Barros concentran la mayor población de aves de la región; allí encontraremos cisnes de cuello negro, flamencos, cauquenes, bandurrias gaviotas, pitotoys, playeritos y variedad de patos (maiceros, cuchara, overo, etc.). Algunas de estas aves como el pitotoy, el playerito rabadilla blanca y el chorlito migran miles de kilómetros hasta el hemisferio norte; todas ellas pueden observarse desde el observatorio de aves estratégicamente ubicado, para no molestarlas en su tranquilidad.
Si de cuestiones de sabores y aromas de la cocina se trata, hay algo que no se puede dejar de degustar si vas a visitar la región, es el exquisito chivito criollo del Norte Neuquino, una verdadera delicia para los paladares más exigentes. Se cocina al asador solo con sal, o adobado con harina de trigo o ñaco. La chichoca es un alimento tradicional de la zona, constituye un alimento de los antiguos pobladores, elaborado con maíz y se utiliza en cazuelas. Para el postre otro manjar; mote fresquito para combatir el calor y si es con huesillo mejor aún! Probar comidas típicas como mote, chupilca, nachi, humitas, quesos y panes caseros, charqui y también porqué no, unas deliciosas tortas fritas caseras para acompañar el viaje disfrutando de unos ricos mates!
Si hay algo que caracteriza a la gente del Norte Neuquino, es su amabilidad y calidez. De mirada noble y sincera los habitantes de la zona, no dudarán un instante en compartir su tiempo y sus pensamientos con quien retribuya un gesto cordial. Su idiosincrasia y su cultura se aprecian en las fiestas populares y eventos en torno a la trashumancia, principal actividad productiva de la región. También la música regional, el baile, la gastronomía y la fe religiosa son protagonistas de estos encuentros. Si tenés la oportunidad de visitar la región no te olvides de chequear el calendario de fiestas
El Norte Neuquino invita a recorrer cada rincón, conocer la calidez de su gente y maravillarse al mismo tiempo con el increíble entorno natural en el que se encuentra; sus verdes valles irrigados por aguas cristalinas que bajan de la Cordillera del viento y de la Cordillera de los Andes muestra al visitantes todo su encanto y esplendor!
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Fuente: http://neuquentur.gob.ar/es/notas-de-color/57554/este-verano-descubri-las-maravillas-del-norte-neuquino/