La campaña de Greenpeace y Oceana en contra de la industria de la salmonicultura no tuvo un buen recibimiento.Sábado 8 abril 2023
Foto: Claudio Andrade.
El yate Witness de Greenpeace, fue recibido por manifestantes en Puerto Natales que se oponen a su campaña anti salmoneras. La tripulación decidió no bajar de la embarcación para evitar conflictos. Es la primera vez que les ocurre en la Patagonia, afirmó el periodista, Claudio Andrade.
Salmoneras y ecologistas
Dos organizaciones ecologistas, Greenpeace y Oceana, desarrollan un plan de acción contra la permanencia e instalación de salmoneras en la región. A bordo del yate Witness, de Greenpeace, recorren los canales y fiordos del sur de Chile, hasta el 22 de abril. Según sus declaraciones, su tarea es registrar la actividad de la industria salmonera en la región y de qué manera afecta el medioambiente.
Tal campaña afectó su arribo a Puerto Natales, donde se manifestaron las personas que obtienen sus ingresos de la actividad. Fue así que tanto pescadores artesanales, representantes de la comunidad kawésqar y empleados de varias plantas procesadoras, los recibieron con pancartas en las que se reivindicaba la actividad salmonera, oponiéndose a la intención de los ecologistas de prohibir la industria en toda la Patagonia.
Ante tal situación, la tripulación del yate, entre los que se incluyen periodistas, científicos y la encargada de campañas de Greenpeace, Estefanía González, decidieron no desembarcar para evitar conflictos. Las autoridades portuarias, en tanto, prohibieron a los manifestantes acercarse a la nave.
Qué ocurrirá con las actividades previstas
Dada la situación de colisión de intereses entre los ecologistas y empresas con sus dependientes, se abre un paréntesis de duda sobre las actividades previstas en territorio por Greenpeace y Oceana. El cronograma de actividades describía actividades en Puerto Natales a desarrollarse entre el 15 y el 21 de abril. Una de ellas, es presentar el documental “Katalalixar, territorio kawésqar que debemos proteger” en un hotel de la ciudad.
Raíces del conflicto
La organización Greenpeace, plantea que el avance de la industria salmonera hacia el extremo sur de Chile ha significado el daño de valiosos ecosistemas de fiordos y canales que han sido sustento de comunidades costeras desde hace siglos. Destacan la ocurrencia de desastres ambientales provocados por esta actividad: derrames, hundimientos, escapes de salmones, mortalidades masivas y proliferación de zonas muertas. Afirman, que la actividad pone en peligro los ecosistemas marinos de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
Por su parte, la industria, a través del Consejo del Salmón, señala que el Reglamento Ambiental de la Acuicultura (RAMA) establece a los centros de cultivo la obligación de operar en condiciones compatibles con las capacidades de los cuerpos de agua. Para ello, periódicamente, se establecen controles de las condiciones ambientales de la zona de influencia, generando un informe Ambiental (INFA). Sin ese nuevo informe positivo, la industria no puede ingresar nuevos ejemplares para la producción. Subrayando, entonces, que entre los años 2010 y 2020 el 79% del total de informes ambientales fueron favorables.
Datos económicos
La industria del salmón es clave en la economía chilena. Chile es el segundo productor mundial de salmones después de Noruega y el salmón es el segundo producto más exportado en ese país después del cobre. Su producto llega a importantes mercados como los de Estados Unidos, Japón y Brasil. El ingreso anual por exportaciones fue de US$ 5180 millones, en 2021, según información del Banco Central de Chile.
Diez son las principales empresas que participan de esta industria que promueve ocupación para más de 70 000 personas en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. Según un relevamiento oficial de 2018, hay en dichas regiones un total de, 1358 concesiones destinadas al cultivo de salmones. En el año 2021, se cosecharon 978.273 toneladas de salmón.
No se conocen cuáles sería las propuestas de actividades que seduzcan por igual a las empresas y sus trabajadores y a las organizaciones ecologistas para abandonar la actividad. Sin este dato será muy difícil unificar criterios.
Fuente: www.guioteca.com