El dañino impacto ambiental que tiene el desecho de residuos en las aguas de nuestra costa no es para nada algo nuevo para los ciudadanos madrynenses. Fotos y videos de las consecuencias que esto causa se han compartido infinidad de veces por medios de comunicación y por usuarios de las redes sociales.

Aunque suele destacarse la presencia de los residuos urbanos, no son para nada comparables con el impacto que tienen los desperdicios industriales que son arrojados al mar. Por esto, se espera que el navío Guardian I, zarpe en el mes de abril y recorra las costas del Golfo Nuevo.

Para entender mejor el proyecto y la problemática de donde nace, EL CHUBUT dialogó con Lara Resnik, parte de la compañía turística Southern Spirit, y persona comprometida con el cuidado de los espacios naturales de nuestra región, que lleva planeando con su equipo como implementar todo un programa de cuidado del medio ambiente que a su consideración “no tiene techo en el nivel de colaboración”

Lara explica que desde su compañía llevan años organizando limpiezas de varias playas en conjunto con la organización científica y de conservación Global Penguin Society, “juntos con ellos ya hace varios años venimos haciendo una limpieza de playa anual, donde hacemos una recolección masiva de todos los residuos, para que los pingüinos cuando llegan de su época migratoria puedan armar los nidos sin contaminación”. Esta tarea la realizan anualmente, enfocándose en dejar en óptimas condiciones estas zonas antes de que las aves lleguen en octubre.

A partir de esta iniciativa es que detectaron ciertas complicaciones para llevar a cabo el cuidado de varias playas en la región, “hay zonas de la Península Valdés, y del Golfo Nuevo en general, que el acceso no es tan sencillo”, explicó Resnik, alegando que las duras condiciones de las mareas, o la naturaleza más rocosa de las playas complicaba el arribo a estas.

Este factor contrasta con la gran movilización y ganas de ayudar que tienen cientos de personas y de organismos varios: “Lo que vemos es que hay una voluntad enorme, de un montón de actores acá en la provincia, de cambiar la situación, de aunar esfuerzos y de ponerle el cuerpo para resolver esto”.

Pero la falta de herramientas estaba dificultando que todos estos esfuerzos puedan aplicarse de una forma más eficaz y correcta. Lara comenta que “por esto empieza a surgir la idea de una embarcación que permitiera eficientizar los esfuerzos y que las campañas de limpieza puedan tener más impacto”. Es aquí donde entra el Guardian I, el cual se está confeccionando en el astillero Tecnao en la localidad de Tigre.

EL GUARDIAN I

El barco cuenta con 13,65 metros de eslora y 4,12 de manga, con una capacidad de carga de hasta 80 metros cúbicos de residuos. Lo que hace a este navío especial es su adaptabilidad, según comenta Lara: “Creemos que con una embarcación así, que es super adaptable, se puede transportar vehículos, extraer la basura dentro de la embarcación o mover un gran número de hasta 70 personas”. Teniendo un rango de acción bastante grande, factor muy destacable para las distintas tareas que se espera que cubra.

Otro punto más que importante es el poco calado que necesita para ser transportado por tierra. Esto significa que, “es ideal para hacer otras campañas de limpieza en cualquier punto de la costa argentina de ser necesario”. Esto hace que el Guardian I pueda desplegarse en múltiples puntos distintos de nuestro mar, según explica Lara: “La idea es que no estuviera restringido a lo que es el Golfo Nuevo, sino que se extienda”. Transportándose por toda la costa de la provincia del Chubut y de la Patagonia en general.

La ambición que desprende este proyecto, lleva a que desde Southern Spirit, empiecen a plantear que los trabajos de este tipo se repliquen por varias partes, no solo del país, sino que por toda Latinoamérica. Es más, según indicó Resnik, ya se encuentran en contacto para armar proyectos en conjunto con la Patagonia chilena, “Tenemos vínculos con organizaciones internacionales que están interesados en juntar fuerzas y hacer campañas a nivel internacional”.

LA INVERSIÓN 

La inversión necesaria para llevar a la realidad la existencia de este barco, «surge todo a partir de un interés nuestro. Accedimos a un programa de préstamos del Ministerio de Turismo de Nación, justo antes de las elecciones, para específicamente financiar la construcción de la embarcación”, aunque este no cubrió la totalidad de los gastos, indicó Lara. Ahora también deberán ver cómo hacer frente a los gastos propios de las operaciones de limpieza, es decir: Combustible, comida para los voluntarios y elementos de limpieza, entre otros.

Para este siguiente paso, una vez que el Guardian I este funcional, “la idea es una colaboración con el estado municipal, provincial y nacional, en caso de que estén interesados, también la industria pesquera, que están interesados en ver la forma de ser parte de la solución del problema”.

Pero desde la organización no buscan que la financiación dependa si o si de los entes estatales. Además, tienen planeado implementar un programa turístico, que combine las tareas ambientales con la actividad turística: “nuestra idea es armar un programa turístico que esté relacionado a toda la parte de medio ambiente y sustentabilidad. Creemos que es una iniciativa que potenciará la oferta turística de Puerto Madryn, que es a lo que nos dedicamos en la compañía”.

También no se descarta aplicar el alquiler del barco para llevar a cabo investigación científicas o filmaciones, siempre y cuando estas estén relacionadas con la preservación y difusión de la naturaleza local. Como también utilizar los residuos recogidos para reciclarlos y sacar un beneficio económico de estos.

La planificación de esto está diseñada de la siguiente forma: “La idea sería recolectar todo y armar un programa de manejo de estos residuos donde carguen estos residuos a camiones de recolección y transportarlos a centros de reciclados para poder reutilizar esos residuos, por ejemplo, los cajones en buenos estados, volver a venderlos a las pesqueras y los que no reciclarlos”, describió Resnik.

Finalmente, la activista por el medio ambiente concluyó explicando que el objetivo de todo esto es “devolver un poco al medio ambiente, sobre todo nosotros que trabajamos con el turismo”.

Un proyecto como este es de gran beneficio para la preservación del medio ambiente de cientos de especies de nuestro entorno. La implementación del Guardian I es un gran paso para el cuidado natural, y las ambiciones que este proyecto genera debe ser apoyada, no solo por los entes gubernamentales, sino por toda la comunidad, es responsabilidad de todos cuidar nuestra única flora y fauna.

Fuente: www.elchubut.com.ar