Cada 23 de febrero se celebra el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio , una fecha creada con la finalidad de concienciar sobre las consecuencias negativas del comercio del mercurio en todo el mundo, así como dar a conocer el tratado aprobado por 140 países para hacer frente a esta problemática: el Convenio de Minamata.
En el origen de esta efeméride está el desastre de Minamata, en Japón, donde la población quedó sometida a una gran contaminación por mercurio durante años, desarrollando graves enfermedades y deformaciones. Fue el fotógrafo americano Eugene Smith quien documento el desastre con imagenes impactantes que dieron la vuelta al mundo en la década de los 70. Junto con su esposa Aileen, vivió en Minamata durante tres años, documentando las impactantes consecuencias de la intoxicación por mercurio en la población, especialmente en niños. El reportaje de Smith se publicó en la revista Life, y a pesar de la resistencia inicial, los tribunales reconocieron la enfermedad y prometieron compensaciones a las víctimas.
De Smith es la icónica fotografía que capturó a una madre bañando a su hija afectada por la enfermedad de Minamata, una imagen que se convirtió en un símbolo del fotoperiodismo comprometido.
¿Cuáles son las consecuencias del uso indiscriminado del mercurio?
El mercurio es un elemento químico natural que se encuentra depositado en la roca de la corteza terrestre y que ha sido utilizado para la fabricación de muchos elementos útiles para la humanidad.
Se utiliza para la fabricación de bombillas, termómetros, termostatos, amalgamas en empastes dentales, interruptores automotrices, y otras aplicaciones.
Sin embargo, el mercurio está ocasionando graves problemas al medio ambiente, ya que provoca envenenamiento en el aire y en el agua.
Por otro lado, la quema constante de madera, carbón, combustible y petróleo provoca que partículas de mercurio permanezcan en el aire y luego se expandan por toda la atmósfera terrestre, precipitándose luego, por la acción de la gravedad, en forma de gotas de lluvia o polvo.
Una vez depositado en la Tierra ocasiona problemas de salud como enfermedades en el sistema nervioso, reproductivo, digestivo, además de dañar los ecosistemas, la fauna y la flora de todo el planeta.
El desastre de Minamata, el origen del control sobre el mercurio
El desastre de Minamata tuvo lugar en la ciudad de Minamata, en la isla de Kyushu, Japón, a mediados del siglo XX. El desastre se originó a partir de la descarga de desechos industriales contaminados con mercurio en la bahía de Minamata por parte de una planta química local, Chisso Corporation.
El problema comenzó en 1932, cuando Chisso Corporation comenzó a producir acetato de vinilo, utilizando mercurio como catalizador en el proceso de producción. Los desechos industriales que contenían compuestos de mercurio eran vertidos directamente en la bahía de Minamata. Aunque hubo algunos informes de enfermedades y muertes de peces y animales en la década de 1950, no fue hasta 1956 que los efectos devastadores sobre la salud humana se hicieron evidentes.
Las personas que consumían pescado y mariscos contaminados con metilmercurio, una forma altamente tóxica de mercurio, desarrollaron una enfermedad neurológica grave que más tarde se conocería como la enfermedad de Minamata. Los síntomas incluían problemas neuromusculares, pérdida de la coordinación, dificultades en el habla, convulsiones y, en casos graves, la muerte. La enfermedad afectó a miles de personas, incluyendo a aquellos que nacieron con discapacidades debido a la exposición prenatal.
El gobierno japonés y Chisso Corporation inicialmente trataron de ocultar la conexión entre la enfermedad y la contaminación por mercurio. Sin embargo, a medida que la evidencia se acumulaba, se tomaron medidas para cerrar la fuente de contaminación y se implementaron programas de descontaminación. El desastre de Minamata llevó a una mayor conciencia sobre los riesgos del mercurio y tuvo implicaciones a nivel mundial en términos de regulación ambiental y protección de la salud. Este trágico incidente también contribuyó a la concienciación global sobre la necesidad de controlar y gestionar adecuadamente las sustancias tóxicas industriales.
El Convenio de Minamata
El 10 de octubre de 2013 se adoptó el Convenio de Minamata, en Japón, en la ciudad donde ocurrió el desastre de Minamata.Es un tratado mundial que tiene como objetivo proteger la integridad y bienestar del medio ambiente y de la especie humana de los efectos negativos provocados por el mercurio.
A través de este convenio, que fue una iniciativa del MINAM (Ministerio del Ambiente de Perú) y la firme decisión de 140 países alrededor del mundo se busca una regulación y control del comercio e impacto del mercurio.
Fuente: www.tiemposur.com.ar