Tierra del Fuego.-Proyectos offshore en funcionamiento y crecimiento en Argentina, que ofrecerán hasta el 20% del gas de la red domiciliaria de todo el país. La Cuenca Malvinas Occidental y la plataforma en aguas territoriales de Tierra del Fuego crecen con inversiones y disponibilidad de gas de origen offshore para las demandas futuras en materia energética.
Es difícil que un país crezca sin energía. Promesas futuras de energía sobran en cualquier latitud. Hoy, la provincia de Tierra del Fuego, su plataforma continental y aguas aledañas vuelven a ser noticia, mediante el proyecto Fénix.
Ya habíamos informado al público lector acerca de la llegada de la plataforma Fenix oportunamente, y a principio de año con referencia al avance de los trabajos.
Han comenzado las tareas de perforación del proyecto Fénix, un megaproyecto de más de 700 millones de dólares para la extracción de gas offshore frente a las costas de sea provincia. Este ambicioso emprendimiento, el mayor proyecto de gas convencional en curso en Argentina, busca producir 10 millones de metros cúbicos (m³) diarios de gas, lo que aumentará la producción total del país en un 8%. Se prevé que entre en funcionamiento en noviembre próximo.
Ubicado a 60 kilómetros de la costa de Tierra del Fuego, en el sur del Mar Argentino, Fénix es un consorcio formado por TotalEnergies (37,5%, operadora del proyecto y pionera en la región), Wintershall Dea (37,5%) y Pan American Energy (PAE, 25%).
El proyecto se reactivó en agosto de 2022, después que el gobierno lo incluyera en los beneficios del régimen de promoción fiscal y aduanera de la Ley 19.640. Esta ley otorga beneficios a las actividades económicas en Tierra del Fuego, y el decreto 1049 de 2018 reincorporó a la industria petrolera, que había sido excluida anteriormente. Es bueno aclararlo, ya que últimamente no son pocos los embates que sufren las empresas radicadas en esa dura y austral zona argentina, que además, aportan la idea de poblar una región por demás apetecible por cualquier potencia extranjera con fines de proyección hacia el helado continente antártico y el dominio del Atlántico Sur.
Hasta ese momento, Fénix había estado en fase de estudio durante cuatro años, después de entrar en pausa en 2018 debido a la turbulencia financiera que enfrentaba la administración de Mauricio Macri.
El pasado 24 de mayo, TotalEnergies inició las actividades de perforación para la conexión de tres pozos horizontales realizado por el gigante Buque Castorone, que explotarán el yacimiento. Estas tareas se extenderán aproximadamente por siete meses, según el cronograma que prevé la puesta en marcha en noviembre, más de medio año antes del plazo de junio de 2025 comprometido hace dos años cuando el proyecto fue incluido en el régimen de Tierra del Fuego.
El equipo de perforación del buque Noble Regina Allen, llegó a Argentina tras un traslado transoceánico de más de 14.000 kilómetros desde el Mar del Norte en 35 días. La plataforma está preparada para operar en condiciones climáticas adversas y cuenta con una cubierta de 8.570 metros cuadrados, una capacidad de carga de 3.500 toneladas y una profundidad de perforación de 35.000 pies, lo que le asegura autonomía en el Atlántico Sur.
El ensamblaje del Noble Regina Allen se realizó mediante un sistema especial que posicionó la unidad sobre la estructura de producción Fénix, instalada en febrero. El equipo de perforación de los tres pozos horizontales está compuesto por 120 personas, con un 50% de profesionales argentinos de diversas empresas especializadas en perforación, fijación y terminación de pozos.
Todas las actividades offshore del proyecto se desarrollan en simultáneo con las operaciones de producción ya en curso que Total Austral, filial argentina de la energética francesa, lleva adelante desde hace más de 40 años en la Cuenca Marina Austral, el campo offshore más al sur del planeta.
Una vez concluidos los pozos, la producción de Fénix será transportada a través de una línea multifásica submarina de 24 pulgadas hacia la plataforma de Vega Pléyade, a 35 kilómetros de distancia, y desde allí hacia las instalaciones en tierra de Río Cullen, desde donde se inyectará el gas al sistema nacional. La reformulación del proyecto, conectándolo al gasoducto existente de Vega Pléyade, fue crucial para su reactivación.
«Estamos entusiasmados de comenzar la siguiente fase en el desarrollo de Fénix. Avanzamos de manera prometedora para llevar a cabo la puesta en producción«, declaró Manfred Boeckmann, director gerente de Wintershall Dea.
Se espera que Fénix produzca gas durante 15 años. Es parte de la concesión de producción CMA-1, la más austral del mundo, donde Wintershall Dea, TotalEnergies y PAE son socias. Los cuatro principales campos de gas de esa área -Cañadón Alfa, Aries, Carina y Vega Pléyade- están en producción y aportan el 15% de la producción de gas natural de Argentina.
Fuente: pescare.com.ar