Un artículo reciente publicado en la prestigiosa revista científica Cretaceous Research, situó a Cerro Guido y el valle del Río de las Chinas – en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena – como el lugar más austral de América donde se ha consignado la presencia del límite Cretácico-Paleógeno (límite K/Pg), evento ocurrido hace 66 millones de años hacia el final del Mesozoico tras la caída del famoso meteorito Chicxulub, cuyo polvo cubrió la Tierra en una noche constante por más de un año, causando la muerte del 75% de la vida en el planeta incluidos los dinosaurios.
Leslie Manríquez, geóloga e investigadora del Instituto Antártico Chileno (INACH) y líder del estudio, explicó que el impacto de un asteoride acarrea “una serie de señales que quedan registradas en las rocas tales como microesférulas, cuarzo de impacto, anomalía de iridio, depósitos de flujo de detritos y depósitos de tsunamis. En la región austral, se destaca la presencia del elemento iridio, que es muy escaso en la corteza terrestre, pero abundante en los meteoritos”, según reza una nota de El Mostrador.
Previamente, los registros con iridio se habían estudiado en la isla Seymour en la Antártica, pero Manríquez y su equipo lograron demostrar su existencia en el valle del Río de las Chinas. “Eso quiere decir que localizamos el famoso límite K/Pg y que, además, en el mismo punto de muestreo se encontró evidencia de las perturbaciones ambientales ocurridas durante el evento de extinción de fines de la Era de los Dinosaurios”, señaló la postdoctora.
Este importante descubrimiento permitirá entender cuáles fueron los cambios climáticos ocasionados por el choque del asteroide y abre varias interrogantes para futuras investigaciones: “¿Qué especies aparecen y desaparecen como respuesta a un mundo convulso y cambiante? ¿Cómo varió el clima hacia finales del Cretácico? ¿Qué perturbaciones ambientales se asocian al evento K/Pg?”, reflexionó Manríquez.
“Los nuevos estudios geológicos y paleontológicos en esta localidad arrojarán más luces sobre los eventos ocurridos a fines de la Era de los Dinosaurios, momento que representa un punto importante en la historia geológica de la Tierra. La gran extinción de fines del Cretácico dio la oportunidad a que nuevos linajes se pudieran diversificar, incluido aquel que llevó a nuestra aparición en este planeta. Por ende, es importante continuar con las colaboraciones y con el desarrollo de las investigaciones, incluyendo la formación e intercambio de estudiantes y profesionales en el área de las geociencias”, aseguró la investigadora.
El hallazgo permitirá comprender mejor cuáles fueron los cambios climáticos ocasionados por el choque del asteroide.
Estudio colaborativo
Los sedimentos (rocas) utilizados para el estudio “El evento K/Pg en altas latitudes australes: Nuevas evidencias a partir de depósitos continentales en la Cuenca de Magallanes/Austral, Patagonia, Sudamérica”, fueron recolectados entre 2020 y 2021 por especialistas en geología, paleobotánica y paleontología de la Universidad de Chile, Universidad de Concepción, Universidad do Vale do Rio dos Sinos (UNISINOS, Brasil), Universidad de Texas (Estados Unidos) y el INACH.
A dichos sedimentos se les realizaron estudio de polen y esporas en laboratorios brasileños, y los primeros mostraron un fenómeno llamado “spore spike”, que es un aumento exponencial de esporas de musgos y helechos tras cambios ambientales como incendios o deforestación.
Finalmente, Manríquez recalcó que “es muy gratificante publicar los resultados obtenidos a lo largo del año pasado producto de una colaboración con investigadores brasileños, los cuales fueron un pilar fundamental para conseguir este resultado. Es una tarea ardua llegar a publicar un artículo en una revista científica. Contribuir al conocimiento científico resaltando una localidad del extremo sur de Chile ayuda a poner en valor su patrimonio natural lo cual es importante para la preservación y creación de una memoria sobre la historia natural de la región de Magallanes.”
Fuente: infobae.com