La lucha contra los basurales en Esquel: un problema creciente en Chubut
Esquel, Chubut, 19 de agosto de 2024. La ciudad de Esquel, en el corazón de la cordillera de Chubut, enfrenta un desafío que no es exclusivo de su geografía pero que preocupa cada vez más a vecinos y autoridades: la proliferación de basurales ilegales a cielo abierto. Estos focos de residuos clandestinos se multiplican en esquinas, baldíos y zonas periféricas, generando impactos ambientales, riesgos para la salud pública y un deterioro de la calidad de vida urbana.
Frente a esta problemática, el municipio ha intensificado sus operativos de limpieza y control, aplicando sanciones y llamando a la conciencia ciudadana como parte de su plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU).
Operativo municipal: limpieza en la intersección de Rivadavia y Yrigoyen
El pasado sábado por la mañana, equipos municipales de GIRSU llevaron a cabo una nueva jornada de saneamiento en un basural no autorizado ubicado en la intersección de las calles Rivadavia y Avenida Yrigoyen. Allí, trabajadores equipados con maquinaria especializada retiraron toneladas de desechos acumulados: escombros de obras particulares, restos de poda y residuos forestales, plásticos de gran volumen y bolsas con desperdicios domiciliarios. La imagen, repetida en distintos barrios de la ciudad, es un reflejo de la falta de compromiso de ciertos sectores de la población, que continúan arrojando basura en espacios públicos a pesar de la vigencia de ordenanzas claras que prohíben esa práctica.
Ordenanzas vigentes y multas: el marco legal contra los basurales
Desde la administración municipal de Esquel se recordó que rige una ordenanza que prohíbe el vertido de residuos en espacios no habilitados. La normativa contempla multas económicas significativas para quienes incumplan la ley, y el municipio anunció que fortalecerá los controles con mayor presencia de inspectores ambientales. El objetivo no es solo sancionar, sino también educar: que cada vecino comprenda que la basura abandonada no desaparece por sí sola, sino que se convierte en un problema colectivo que contamina el suelo, el agua y el aire.
Basurales y salud pública: riesgos invisibles para los vecinos
Los basurales clandestinos no solo afectan la estética urbana o el valor de las propiedades cercanas; representan un riesgo sanitario de primer orden. Allí proliferan vectores de enfermedades como ratas, moscas y mosquitos que pueden transmitir leptospirosis, dengue y otras afecciones. A su vez, la quema intencional de residuos plásticos libera dioxinas y partículas contaminantes que afectan directamente la salud respiratoria. Según especialistas en salud ambiental, estos focos no controlados aumentan la vulnerabilidad de niños y adultos mayores, los grupos más sensibles ante la contaminación.
Impacto ambiental: contaminación del suelo y los cursos de agua
Los basurales ilegales en Esquel también generan una presión directa sobre el ambiente cordillerano. Los plásticos y envases abandonados terminan siendo arrastrados por el viento hacia arroyos y desagües pluviales, obstruyendo su funcionamiento y provocando inundaciones en épocas de lluvias intensas. Los líquidos lixiviados que se desprenden de los residuos orgánicos penetran en el suelo y pueden alcanzar napas subterráneas, afectando la calidad del agua. La basura acumulada en espacios abiertos se convierte así en una amenaza para los ecosistemas locales y para la biodiversidad de la región.
La importancia del GIRSU en Esquel y en la Patagonia
El programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) que aplica Esquel es parte de una estrategia más amplia que busca instalar la separación en origen, la recolección diferenciada y la disposición final segura en rellenos sanitarios autorizados. Sin embargo, la efectividad del plan depende directamente del compromiso ciudadano. Si los vecinos no separan la basura o recurren a la práctica ilegal de abandonar residuos en baldíos, todo el sistema colapsa. Es por ello que la municipalidad insiste en la necesidad de construir una cultura ambiental basada en la responsabilidad individual y comunitaria.
Educación ambiental: la clave para erradicar los basurales ilegales
Uno de los puntos más enfatizados por las autoridades es que la erradicación de los basurales no se logrará únicamente con multas y sanciones, sino con un cambio cultural. Para ello, se implementan programas de educación ambiental en escuelas primarias y secundarias, talleres comunitarios y campañas de comunicación en redes sociales y medios locales. El mensaje central es claro: cada bolsa de basura que se tira en la vía pública tarde o temprano regresa en forma de contaminación, enfermedades o inundaciones.
Conciencia ciudadana: el rol de los vecinos en Esquel
El municipio de Esquel reconoce que la responsabilidad no recae solo en el Estado, sino en cada vecino que decide respetar —o violar— las normativas ambientales. Organizaciones barriales y ONGs locales se han sumado a la causa con campañas de limpieza voluntaria y denuncias vecinales que ayudan a identificar a quienes arrojan residuos en lugares indebidos. Este trabajo en conjunto entre autoridades y ciudadanía es lo que permitirá avanzar hacia una ciudad libre de basurales.
Experiencias exitosas en otras ciudades de la Patagonia
El caso de Esquel no es aislado: ciudades como Trelew, Comodoro Rivadavia o Bariloche también enfrentan problemas con basurales clandestinos. Sin embargo, algunas de ellas han logrado reducir su proliferación mediante la implementación de puntos limpios, centros de reciclaje y campañas intensivas de separación en origen. Tomar estos ejemplos como referencia puede ser clave para fortalecer las acciones locales y replicar buenas prácticas en toda la región.
Basurales ilegales y cambio climático: una relación preocupante
Pocas veces se analiza la relación entre los basurales a cielo abierto y el cambio climático, pero lo cierto es que ambos fenómenos están estrechamente vinculados. La descomposición de residuos orgánicos en condiciones anaeróbicas genera metano (CH4), un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el dióxido de carbono. Es decir, que cada basural ilegal no solo afecta a los vecinos de Esquel, sino que también contribuye al calentamiento global.
El rol de la justicia ambiental en la lucha contra los basurales
Además de las multas administrativas, se analiza la posibilidad de establecer sanciones judiciales más severas para reincidentes, en el marco de la justicia ambiental. Esto permitiría no solo multar a quienes ensucian, sino también obligarlos a participar en programas de remediación y limpieza. De esta manera, la pena se convierte también en una herramienta de concientización.
Oportunidades de reciclaje y economía circular en Esquel
Erradicar los basurales no significa únicamente prohibir y sancionar, sino también generar alternativas sostenibles. El municipio trabaja en la promoción de emprendimientos de reciclaje y reutilización de residuos, creando empleo verde y fomentando la economía circular. Transformar los plásticos en materiales de construcción o los restos de poda en compost son ejemplos de cómo los desechos pueden convertirse en recursos útiles.
Llamado a la acción: compromiso colectivo por un Esquel más limpio
La administración municipal de Esquel insiste en que la erradicación de los basurales ilegales es una causa colectiva. Cada vecino tiene un rol clave: separar los residuos, denunciar focos clandestinos, no abandonar basura en la vía pública y participar de campañas comunitarias. Solo así será posible construir una ciudad más limpia, saludable y sustentable, en sintonía con los objetivos ambientales que demanda el siglo XXI.
Andrés Nievas
Técnico en manejo ambiental, consultor Ambiental y escritor para medios locales e internacionales sobre temas de geopolitica y medio ambiente.