Buenos Aires 17 de octubre de 2024. El Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático al 2030 se erige como un pilar fundamental en la estrategia del país para enfrentar uno de los desafíos más apremiantes de nuestra era: el cambio climático. Este plan sintetiza las políticas de Argentina con el objetivo de limitar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y generar respuestas coordinadas que permitan adaptar los territorios, ecosistemas, sectores y comunidades vulnerables a los impactos del cambio climático.
El contenido del plan está alineado con los compromisos climáticos asumidos por Argentina tanto a nivel nacional como internacional. Su desarrollo ha sido el resultado de un esfuerzo conjunto desde el Gabinete Nacional de Cambio Climático, una instancia consolidada gracias a la Ley n.º 27.520, que establece los Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global.
Proceso de Elaboración y Colaboración Intersectorial
La elaboración del Plan fue un proceso inclusivo y participativo, en el que participaron todos los ministerios nacionales a través de reuniones y mesas de trabajo. También se involucraron las 24 jurisdicciones del país, permitiendo que las prioridades regionales se reflejen en la estrategia general. Este enfoque multisectorial involucró a representantes de la comunidad científica, organizaciones ambientales, universidades, entidades empresariales, partidos políticos, sindicatos y pueblos originarios, creando un consenso necesario para abordar las complejidades del cambio climático.
Objetivos Claros y Medibles
El plan establece metas claras tanto para la adaptación como para la mitigación. En términos de mitigación, el objetivo es no exceder la emisión neta de 349 MtCO2e para 2030, una meta que se aplica a todos los sectores de la economía. En el ámbito de la adaptación, el enfoque está en construir capacidades, fortalecer la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, priorizando a las comunidades y grupos en situación de vulnerabilidad, y considerando el enfoque de género y la equidad intergeneracional.
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Líneas Estratégicas y Enfoques Transversales
El Plan se articula en seis líneas estratégicas que abarcan diversas áreas:
- Transición Energética: Promueve la eficiencia energética y la transformación hacia una matriz más limpia y resiliente.
- Transición Productiva: Incluye medidas para desarrollar cadenas de valor nacionales y fomentar la economía circular, integrando la gestión del riesgo climático con la planificación productiva.
- Movilidad Sostenible: Presenta estrategias para adaptar la infraestructura de transporte y la movilidad urbana ante el cambio climático, promoviendo el uso eficiente de la energía.
- Territorios Sostenibles y Resilientes: Fortalece la sostenibilidad de la vivienda e infraestructura, previniendo eventos extremos y mejorando la gestión de residuos.
- Conservación de la Biodiversidad: Se enfoca en el rol de los ecosistemas en la mitigación de gases de efecto invernadero, promoviendo un ordenamiento ambiental del territorio.
- Gestión Sostenible de Sistemas Alimentarios: Impulsa la conservación de suelos y el uso sostenible de bosques nativos, gestionando riesgos climáticos agroforestales y pesqueros.
Los enfoques transversales incluyen la gestión integral del riesgo, la salud, la transición laboral justa, y la inclusión de género y diversidades.
Un Compromiso Colectivo y la Necesidad de Financiamiento
El cambio climático exige transformaciones profundas y un trabajo colectivo, coordinado e integral. La magnitud del desafío requiere que el desarrollo sostenible sea un objetivo compartido. La articulación federal entre el Gobierno Nacional y las provincias es crucial, dado que las realidades disímiles de las comunidades argentinas requieren un abordaje multinivel que valore los conocimientos territoriales.
La creación del Gabinete Nacional de Cambio Climático ha sido fundamental para institucionalizar esta colaboración. Este espacio permite que actores de distintos sectores se reúnan para concertar objetivos y políticas, garantizando un enfoque integral en la acción climática.
Sin embargo, para que estas medidas se implementen eficazmente, es esencial contar con mecanismos financieros adecuados. La búsqueda de soluciones frente a la crisis climática requiere no solo cooperación y consensos, sino también un debate económico profundo que contemple la responsabilidad diferenciada de cada país en el contexto global.
Con la formalización del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, Argentina establece sus prioridades para mitigar emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático. Este plan no solo representa un compromiso con el desarrollo sostenible, sino que también busca construir un futuro más equitativo y justo para todos los ciudadanos. La colaboración intersectorial y el diálogo continuo serán clave para asegurar que las políticas climáticas se implementen de manera efectiva, logrando un impacto positivo en la calidad de vida de la población y el medio ambiente.
