Neuquen, 11 de noviembre de 2024. En la provincia de Neuquén, un grupo de mujeres rurales ha sido reconocido por su arduo trabajo en la preservación de la historia, la cultura y la producción local. Desde la agricultura hasta la apicultura y la platería, estas mujeres no solo sostienen sus familias, sino que también mantienen vivas las tradiciones ancestrales, garantizando la soberanía alimentaria y la economía regional. Su rol crucial en la ruralidad fue destacado en un evento organizado por el gobierno provincial, que rindió homenaje a estas productoras y emprendedoras, quienes, con esfuerzo y dedicación, contribuyen al desarrollo y al bienestar de sus comunidades.
Mujeres rurales: pilares de la economía neuquina
En un evento que celebró la resiliencia y la dedicación de las mujeres rurales de Neuquén, un grupo destacado de productoras fue premiado por su trabajo. Entre ellas se encontraban Daniela Dietrich, Gina González, el Grupo Plateras de la Comunidad Chiquilihuin y María “Maru” Morales, quienes compartieron sus historias y reflexionaron sobre el impacto de su trabajo en sus comunidades y en la preservación de los saberes ancestrales. La jornada, celebrada en octubre de 2024, subrayó la importancia de las mujeres como guardianas de la tierra y defensoras de la cultura local.
Daniela Dietrich: Un legado de esfuerzo y pasión por la tierra
Daniela Dietrich, productora de nueces de Centenario, es tercera generación de una familia dedicada a la producción agrícola. Su historia está profundamente conectada con la figura de su abuela, quien, llegada de Yugoslavia en la década de 1940, adquirió una chacra y, a pesar de las dificultades, se encargó de la gestión de la producción. Para Daniela, su abuela fue un ejemplo de fortaleza y trabajo, y su legado sigue vivo en la manera en que ella maneja su chacra hoy en día. En su participación en el 1° Foro Internacional “Género y Ruralidad”, realizado en Santa Fe, Daniela compartió experiencias con otras mujeres rurales, como Lucy, una criancera del norte neuquino, quien relató las arduas tareas que enfrenta para alimentar a sus chivas durante el invierno, un oficio que aprendió de su madre y abuela.
Gina González: Un proyecto agroecológico en San Martín de los Andes
Gina González, del Barrio Intercultural de San Martín de los Andes, fue otra de las mujeres reconocidas por su proyecto productivo, “Cobre Verde”, una tienda agroecológica de estación que incluye huerta y apicultura. Su emprendimiento busca respetar los ciclos naturales de la tierra, ofreciendo productos frescos y saludables en su huerta. Gina trabaja junto a su abuela, quien es el corazón de la huerta y la encargada de la producción de plantas medicinales. Gina destacó la importancia de retomar los saberes ancestrales de su familia, que ha estado ligada al campo por generaciones, y cómo este legado influye en su trabajo diario.
Plateras de la Comunidad Chiquilihuin: Rescatando la platería mapuche
El Grupo Plateras de la Comunidad Chiquilihuin, formado por Nidia Quilaleo, Inés Cayumir y Alicia Pereira, ha dedicado los últimos 15 años a la producción artesanal de plata. Sus trabajos, que incluyen aros, dijes, anillos y tupu mapuche, buscan mantener viva la tradición de la platería mapuche, una de las herencias culturales más importantes de la región. A lo largo de los años, el grupo ha crecido y evolucionado, pero siempre ha mantenido su objetivo de preservar las costumbres y técnicas ancestrales. Recientemente, el grupo fue premiado por su esfuerzo y compromiso con la cultura local, y utilizará el premio para mejorar sus herramientas y continuar con su labor artesanal.
María “Maru” Morales: Trabajadora de la tierra en Picún Leufú
María Morales, conocida como “Maru”, es productora en el paraje Villa Unión, El Sauce, en Picún Leufú. A pesar de las dificultades inherentes al trabajo rural, Maru sigue adelante con su emprendimiento de producción de alimentos saludables. En la ceremonia de premiación, expresó su gratitud hacia el gobierno provincial por brindar visibilidad a las mujeres rurales y reconocer su esfuerzo. Además, destacó el rol de su familia en su desarrollo personal y profesional, especialmente su madre y su esposo, quienes siempre la han apoyado en su trabajo.
La importancia de las mujeres en la ruralidad
El evento no solo reconoció el trabajo de estas mujeres excepcionales, sino que también puso de relieve el rol crucial de la mujer en la ruralidad. Estas productoras y artesanas no solo producen alimentos y productos de calidad, sino que también son responsables de la preservación de la biodiversidad y las tradiciones locales. “Lo más importante que nos toca a veces a las mujeres rurales es sostener la defensa de la tierra productiva, porque es la base de la soberanía alimentaria”, reflexionó Daniela Dietrich durante su intervención. Su mensaje resalta la importancia de continuar trabajando la tierra, no solo para las generaciones actuales, sino también para las futuras, garantizando la seguridad alimentaria de la región.
El desafío de mantener vivas las tradiciones
El evento también subrayó los desafíos que enfrentan las mujeres rurales para preservar las tradiciones y los saberes ancestrales. Desde la platería mapuche hasta las técnicas de cultivo agroecológico, estas mujeres trabajan arduamente para mantener vivas las tradiciones que han sido transmitidas de generación en generación. El reconocimiento a su labor no solo celebra sus logros individuales, sino también la importancia de su trabajo colectivo en la preservación de la cultura y la identidad regional.
Mujeres rurales, pilares del futuro
El trabajo de estas mujeres en Neuquén va más allá de la producción de alimentos o artesanías. Son guardianas de la historia, la cultura y la economía local. A través de sus esfuerzos, no solo sostienen a sus familias, sino que también contribuyen al bienestar de sus comunidades y a la preservación de los recursos naturales. Reconocer su trabajo es fundamental para garantizar un futuro más justo y sostenible para todos. En este sentido, la jornada organizada por la provincia de Neuquén ha sido un paso importante para visibilizar y valorar el rol de las mujeres rurales como agentes de cambio y custodias del patrimonio cultural y productivo de la región.