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Somos Agua: el programa que despierta conciencia ambiental en la Región Sur y transforma estudiantes en guardianes del futuro hídrico

Somos Agua: el programa que despierta conciencia ambiental en la Región Sur y transforma estudiantes en guardianes del futuro hídrico

Los Menucos, Rio Negro, 19 de junio de 2025. ¿Sabías que el agua subterránea puede ser peligrosa si no se trata adecuadamente? Mientras muchos dan por hecho que el agua que sale del grifo es segura, en localidades como Los Menucos, en la árida Región Sur de Río Negro, esta afirmación no siempre es cierta. Y frente a este desafío, un programa educativo está cambiando no solo la percepción, sino también los hábitos de cientos de estudiantes: “Somos Agua”.

Este ciclo de charlas, impulsado por Aguas Rionegrinas y el Departamento Provincial de Aguas (DPA), está recorriendo la provincia con un objetivo claro: educar, concientizar y empoderar a las nuevas generaciones sobre el uso responsable del agua, su origen, los tratamientos necesarios para hacerla potable y los peligros invisibles de consumir agua sin control sanitario.

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La Región Sur y el desafío hídrico: agua que no se ve, pero está cargada de riesgos

Los Menucos, como tantas otras localidades de la estepa patagónica, no cuenta con fuentes superficiales de agua como ríos o lagos. La única fuente disponible proviene de acuíferos subterráneos, extraídos mediante perforaciones que, si bien son vitales para el abastecimiento local, traen consigo un problema latente: el exceso de minerales disueltos, especialmente arsénico, flúor y sales.

Estos componentes pueden no alterar el sabor ni el aspecto del agua, pero representan un grave riesgo para la salud a largo plazo, especialmente para niños y niñas en etapa de desarrollo. Por eso, la labor de “Somos Agua” va mucho más allá de una clase: se trata de un acto de salud pública preventiva y una semilla de conciencia ambiental.

Un aula expandida: escuelas como epicentro del cambio

La jornada en Los Menucos reunió a más de 150 estudiantes de distintas edades y niveles educativos, en una iniciativa articulada entre instituciones:

Escuela Primaria N° 49

Escuela Primaria N° 292

CET N° 34 (Centro de Educación Técnica)

ESRN N° 58 (Educación Secundaria Rionegrina)

Las charlas fueron adaptadas pedagógicamente para cada edad. Desde los más pequeños hasta los adolescentes, todos pudieron comprender los riesgos, conocer el proceso de potabilización y reflexionar sobre el valor del agua potable. A través de maquetas, videos, infografías y experiencias participativas, se logró una conexión directa entre los saberes científicos y la realidad cotidiana de las familias.

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Ósmosis inversa: el corazón tecnológico que transforma el agua

Uno de los conceptos más destacados durante las charlas fue el de ósmosis inversa, un proceso de filtración que, mediante membranas semipermeables, elimina impurezas, metales pesados, minerales y contaminantes del agua subterránea, dejándola apta para el consumo humano.

En Los Menucos, Aguas Rionegrinas gestiona una planta de ósmosis inversa clave para el abastecimiento seguro de la población, ubicada junto a las oficinas del organismo. Esta instalación fue explicada con lujo de detalle por el equipo técnico, despertando gran interés en los y las estudiantes.

Muchos se sorprendieron al conocer que el agua que sus familias consumen diariamente debe atravesar este tratamiento para evitar enfermedades crónicas como la fluorosis dental o el hidroarsenismo crónico, problemas de salud pública que afectan a miles en zonas áridas del país.

Conciencia ambiental desde la raíz: hábitos que transforman comunidades

La segunda parte de la jornada estuvo dedicada a reflexionar sobre el rol del ser humano como parte del ciclo del agua. Se discutieron temas como el derroche, la contaminación del recurso, el saneamiento básico y los efectos del cambio climático sobre las fuentes hídricas.

Cada estudiante recibió material educativo con ilustraciones, datos curiosos y consejos prácticos, como:

Recolectar agua de lluvia para riego o limpieza.

No dejar canillas abiertas al cepillarse los dientes.

Informar a adultos si detectan fugas en cañerías.

Lavar frutas y verduras con recipientes, no con agua corriente.

Estos pequeños gestos, repetidos en cada hogar, generan un efecto multiplicador. “Somos Agua” busca precisamente eso: que los niños y jóvenes se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades, llevando el mensaje más allá de la escuela.

“Somos Agua”: un programa que recorre la provincia gota a gota

La visita a Los Menucos no fue un hecho aislado. El programa “Somos Agua” se encuentra en plena gira por la Región Sur y la Línea Sur, habiendo visitado previamente localidades como Sierra Colorada, Ramos Mexía, Maquinchao y Valcheta.

En cada destino, el equipo adapta su mensaje a las particularidades geográficas y sociales de la localidad. Se generan alianzas con municipios, delegaciones escolares y referentes comunitarios, asegurando una llegada efectiva y culturalmente pertinente.

Además, el programa cuenta con una versión virtual y recursos digitales, lo que permite a docentes continuar trabajando los contenidos en el aula a lo largo del año.

Más allá del aula: salud pública, gobernanza y sostenibilidad

El valor estratégico de este tipo de campañas va más allá de la educación. Según cifras del Departamento Provincial de Aguas, más del 70% de las localidades del interior rionegrino depende de agua subterránea, lo que vuelve urgente la implementación de políticas públicas integrales que combinen tecnología, educación y control sanitario.

En ese sentido, “Somos Agua” cumple una función clave en la gobernanza del agua, al promover la participación ciudadana, la alfabetización científica y la corresponsabilidad entre el Estado y la comunidad. Una población informada exige soluciones, cuida los recursos y se involucra en las decisiones.

🧠 Preguntas sobre el agua y la educación ambiental

Además del valioso recorrido educativo que “Somos Agua” realiza en las escuelas de la Región Sur, respondemos algunas de las dudas más frecuentes que surgen en torno al agua, la salud y las políticas públicas relacionadas con su gestión:

💸 ¿Cuánto cuesta mantener una planta de ósmosis inversa en una localidad pequeña?

Operar una planta de ósmosis inversa tiene costos que pueden variar según la capacidad de tratamiento, la calidad del agua cruda y el mantenimiento necesario. En localidades pequeñas como Los Menucos, los costos anuales pueden superar los 20 millones de pesos, considerando:

Energía eléctrica para el funcionamiento de las bombas.

Sustitución periódica de membranas filtrantes.

Mano de obra especializada.

Tareas de limpieza y mantenimiento preventivo.

En general, se estima que una planta puede tratar entre 10.000 y 30.000 litros diarios, cubriendo parcialmente la demanda local. Estos costos son afrontados principalmente por el Estado provincial, aunque en algunos casos se reciben aportes de programas nacionales como el ENOHSA o fondos internacionales vinculados al ODS 6 (agua limpia y saneamiento).

🚨 ¿Qué enfermedades se pueden prevenir al consumir agua tratada por ósmosis inversa?

El tratamiento del agua mediante ósmosis inversa es clave para eliminar contaminantes que no se detectan a simple vista, pero que son perjudiciales para la salud. Entre las enfermedades que pueden prevenirse se encuentran:

Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE): causado por el consumo prolongado de agua con arsénico.

Fluorosis dental y ósea: producto de niveles elevados de flúor.

Problemas gastrointestinales y renales: por consumo de sales, bacterias o metales pesados.

Intoxicaciones leves o moderadas por nitratos o sulfatos.

El agua sin tratamiento, aunque “clara” o “natural”, puede contener estos elementos sin alteraciones perceptibles en olor o sabor, representando un riesgo silencioso. Por eso, beber agua tratada es una medida directa de salud pública y prevención.

⚠️ ¿Qué sucede cuando las plantas potabilizadoras no funcionan?

Cuando una planta de ósmosis inversa presenta fallas, cortes de energía o problemas técnicos, la provisión de agua potable puede verse interrumpida temporalmente. En estos casos, las autoridades suelen implementar planes de contingencia que incluyen:

Distribución de agua potable mediante camiones cisterna.

Activación de tanques de reserva comunitarios.

Comunicación preventiva a través de escuelas, radios locales y redes sociales.

La comunidad cumple un rol clave en reportar anomalías o filtraciones. Además, muchas localidades disponen de personal capacitado en el mantenimiento de las plantas, y las revisiones periódicas permiten anticiparse a muchos de estos problemas.

🏛️ ¿Qué políticas nacionales apoyan el acceso al agua segura en zonas rurales?

En Argentina, el acceso al agua potable está respaldado por políticas públicas que buscan reducir la desigualdad territorial en materia de servicios básicos. Algunas de las principales herramientas son:

ENOHSA (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento): financia obras en pueblos rurales y comunidades vulnerables.

Programa Nacional de Agua y Saneamiento Rural (PROARSA): trabaja con provincias para ampliar la red de agua y tratamiento.

Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento: apunta a garantizar la cobertura total de agua segura para 2030.

En Río Negro, muchas obras ejecutadas por Aguas Rionegrinas y el DPA reciben asistencia de estos programas, especialmente en regiones donde el agua subterránea es la única fuente disponible.

🌍 ¿Cómo está afectando el cambio climático a los acuíferos de la Patagonia?

El cambio climático no solo trae más calor o lluvias desiguales: también altera el equilibrio del ciclo hidrológico subterráneo. En la Patagonia, las principales consecuencias sobre los acuíferos son:

Disminución de la recarga natural de napas, por la reducción en la precipitación acumulada anual.

Mayor concentración de sales y minerales, al reducirse el volumen de agua en los pozos.

Mayor dependencia de perforaciones más profundas, lo que eleva los costos de operación.

Riesgos de agotamiento irreversible de algunos acuíferos si no se gestiona su uso de forma sostenible.

Estos efectos, aunque progresivos, exigen políticas de gestión hídrica integradas, datos científicos actualizados y educación ambiental permanente.

👩‍🏫 ¿Cuál es el rol de los estudiantes como multiplicadores del cuidado del agua?

Una de las claves del programa “Somos Agua” es que no solo informa, sino que forma ciudadanos comprometidos con su entorno. Los estudiantes que participan de estas charlas suelen replicar los contenidos en sus hogares, generando efectos positivos como:

Uso más responsable del agua en las tareas cotidianas.

Supervisión de fugas o filtraciones domiciliarias.

Incorporación de hábitos como el uso de baldes para lavar autos o el control del riego.

Interés por llevar adelante proyectos escolares, campañas barriales o actividades artísticas en torno al agua.

Estos “multiplicadores ambientales” son un capital social fundamental para cambiar conductas y generar conciencia a largo plazo.

📚 ¿Existen recursos educativos disponibles para docentes y escuelas?

Sí. “Somos Agua” cuenta con material educativo complementario que se entrega durante las charlas y puede descargarse desde las páginas oficiales de Aguas Rionegrinas o el Departamento Provincial de Aguas. Entre los recursos disponibles se encuentran:

Guías didácticas por nivel educativo.

Infografías del ciclo del agua y la ósmosis inversa.

Videos animados y explicativos.

Juegos interactivos y actividades para el aula.

Estos materiales permiten que los docentes profundicen los temas abordados en la jornada, integrándolos a áreas como Ciencias Naturales, Formación Ética, Geografía y Educación para la Salud.

🧑‍🤝‍🧑 ¿Cómo puede participar la comunidad en el cuidado del agua?

La educación no termina en la escuela. Cada vecino o vecina puede tomar medidas concretas para cuidar este recurso esencial:

Cerrar canillas cuando no se utilizan.

Reparar pérdidas y fugas en instalaciones domiciliarias.

Evitar tirar aceites, productos de limpieza o tóxicos en desagües.

Participar en talleres o campañas comunitarias.

Promover la creación de “Brigadas del agua” escolares o vecinales.

También es posible comunicarse con organismos como Aguas Rionegrinas para reportar problemas, consultar sobre calidad del agua o acceder a información técnica. El agua es un bien común, y protegerla es responsabilidad de todos.

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