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El Gobierno de Río Negro redobla su apuesta por la gestión integral de residuos sólidos urbanos

El Gobierno de Río Negro redobla su apuesta por la gestión integral de residuos sólidos urbanos

Un nuevo paradigma en la gestión ambiental local

Viedma, Rio Negro, 1 de julio de 2025. En un contexto global donde la gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) se ha transformado en uno de los mayores desafíos para los gobiernos, el Gobierno de Río Negro ha decidido dar un paso firme hacia un modelo más eficiente, sostenible y participativo. A través del Departamento Provincial de Aguas (DPA) y en articulación con diversos municipios, se están impulsando importantes mejoras para transformar la realidad de los residuos en varias localidades del territorio rionegrino. El foco está puesto no sólo en el tratamiento final, sino también en la reducción, la reutilización y el reciclaje.

Esta estrategia no surge de manera improvisada: responde a años de trabajo técnico, planificación territorial y demandas sociales acumuladas. A medida que crecen las poblaciones urbanas y los basurales a cielo abierto se tornan insostenibles, surge la necesidad de políticas públicas activas que den una respuesta estructural al problema. Río Negro busca posicionarse a la vanguardia de la gestión ambiental a nivel nacional, y los RSU son un eje central en esa transformación.

Proyectos estratégicos en marcha: infraestructura y coordinación

Durante el último semestre, el DPA ha coordinado reuniones técnicas con intendentes y equipos municipales de General Conesa, Guardia Mitre, San Javier, Viedma y Pomona, entre otras localidades. El objetivo principal: avanzar con obras y programas que permitan mejorar los sistemas de recolección, separación, transporte y disposición final de residuos. En muchas zonas, estas acciones se complementan con inversiones nacionales provenientes del Plan Federal de Gestión de RSU.

Los proyectos incluyen desde la construcción de plantas de transferencia hasta la adquisición de maquinaria, camiones compactadores, contenedores y equipamiento para reciclaje. También se prevé la clausura progresiva de basurales a cielo abierto, la apertura de nuevos centros de disposición final con control ambiental y el diseño de campañas de educación ciudadana sobre separación en origen.

Articulación interinstitucional como motor de cambio

Uno de los elementos más destacados de esta política es la articulación entre diferentes niveles del Estado. A través del DPA, el Gobierno de Río Negro ha generado un canal técnico y operativo con las municipalidades, fortaleciendo su capacidad de gestión ambiental. Esta sinergia permite definir prioridades, detectar cuellos de botella y consensuar soluciones prácticas que respondan a las particularidades de cada territorio.

En algunos casos, como en el Valle Inferior, se ha optado por esquemas de gestión asociada entre localidades vecinas, permitiendo compartir infraestructura y reducir costos. También se avanza en capacitaciones al personal municipal, la creación de unidades de RSU y la redacción de normativas locales que acompañen el proceso de modernización.

El desafío de cerrar basurales a cielo abierto

Cerrar los basurales a cielo abierto es quizás el objetivo más ambicioso y urgente de la estrategia rionegrina. Estos espacios representan un grave riesgo ambiental y sanitario, afectando cuerpos de agua, suelos, aire y biodiversidad. Además, generan focos de incendio, proliferación de vectores y afectan la calidad de vida de las comunidades cercanas.

Por ello, cada proyecto de mejora en la gestión de residuos sólidos urbanos contempla la progresiva clausura de estos sitios, acompañada por la apertura de centros de disposición controlada. Estos nuevos espacios incorporan geomembranas, pozos de lixiviados, cercos perimetrales, control de acceso y sistemas de monitoreo ambiental, garantizando una disposición más segura y controlada.

Educación ambiental y participación ciudadana

La gestión de los residuos no puede depender exclusivamente del equipamiento técnico o de las decisiones institucionales. Es indispensable el compromiso de la ciudadanía, y para ello el Gobierno de Río Negro ha puesto en marcha campañas de sensibilización y programas de educación ambiental en escuelas, centros comunitarios y barrios populares.

Las iniciativas incluyen talleres sobre separación de residuos, jornadas de limpieza comunitaria, entrega de composteras domiciliarias y difusión de materiales audiovisuales. La meta es generar un cambio cultural profundo que permita reducir la generación de residuos y aumentar la recuperación de materiales reciclables, promoviendo una economía circular con inclusión social.

Inclusión de recicladores y economía social

Otro aspecto clave en esta transformación es la inclusión de los trabajadores informales que históricamente han dependido del reciclaje como medio de vida. El Gobierno provincial y los municipios buscan integrarlos al sistema formal, capacitándolos, entregándoles elementos de protección personal y ofreciéndoles oportunidades laborales estables en cooperativas o plantas de clasificación.

Esta estrategia no sólo mejora las condiciones laborales y sanitarias de estos trabajadores, sino que también fortalece la recuperación de materiales, reduce el volumen de residuos que llega al vertedero y aporta a una gestión más humana y justa de los RSU.

Tecnología y eficiencia operativa

La incorporación de tecnología ha sido un componente clave en este proceso. En algunas localidades se está implementando la geolocalización de camiones, el uso de sensores en contenedores, plataformas digitales para reclamos ciudadanos y estadísticas, y sistemas de pesaje automático en plantas de transferencia.

Estas herramientas permiten optimizar rutas de recolección, reducir costos, detectar puntos críticos y generar datos confiables para la toma de decisiones. También se avanza en el uso de energías renovables para abastecer algunos centros de disposición y en la valorización energética de residuos, aún en fase piloto.

Beneficios ambientales y sanitarios

Los beneficios de esta estrategia se empiezan a evidenciar en varios aspectos: mejora de la calidad del aire y del agua, reducción de focos infecciosos, control de vectores, recuperación de suelos degradados, entre otros. También se observan mejoras en la imagen urbana, mayor conciencia ciudadana y fortalecimiento institucional de las áreas ambientales municipales.

A largo plazo, se espera que estos procesos contribuyan a mitigar el cambio climático, a través de la reducción de emisiones de metano y dióxido de carbono provenientes de los residuos orgánicos. Esto coloca a Río Negro en línea con los compromisos asumidos por Argentina en el marco del Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Financiamiento, sostenibilidad y continuidad

El financiamiento de estas obras y programas proviene de fuentes mixtas: aportes provinciales, fondos municipales y partidas nacionales, muchas de ellas canalizadas a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. En algunos casos, también se gestiona apoyo internacional mediante programas de cooperación técnica.

El desafío a futuro será garantizar la sostenibilidad económica de los sistemas implementados, asegurar el mantenimiento de la infraestructura y mantener la motivación ciudadana. Para ello, se evalúan esquemas de tasa ambiental, participación privada y fortalecimiento de las áreas de ambiente dentro de las estructuras municipales.

El rol del DPA como organismo clave

El Departamento Provincial de Aguas se consolida como una institución central en esta transformación. Su rol excede lo hídrico e incorpora una mirada integral de la planificación ambiental. A través de su Subprograma de Residuos Sólidos Urbanos, el DPA coordina, financia, fiscaliza y asesora a los municipios, garantizando coherencia técnica y cumplimiento normativo.

Además, actúa como enlace entre la provincia y la Nación, facilitando la llegada de recursos, el diseño de proyectos ejecutivos y la presentación de documentación ante organismos financiadores. Esta función resulta esencial en un contexto donde la complejidad técnica y burocrática puede frenar iniciativas si no hay una gestión profesional y sostenida.

Hacia un modelo provincial de gestión de residuos

El objetivo de mediano plazo es lograr un modelo provincial de gestión de residuos sólidos urbanos, con nodos regionales, normas comunes, indicadores compartidos y objetivos de mejora continua. Este enfoque permitiría economías de escala, estandarización de procesos y una mejora general del desempeño ambiental en toda la provincia.

Algunas experiencias ya se están documentando como casos modelo, con el fin de replicarlas en otras regiones del país. Río Negro podría transformarse en una referencia nacional en esta materia si mantiene el rumbo y logra consolidar los avances realizados.

Conclusión: del residuo al recurso, una transformación en marcha

El abordaje del Gobierno de Río Negro en la gestión de residuos sólidos urbanos no es simplemente una mejora técnica o una inversión puntual. Se trata de una transformación profunda que atraviesa lo ambiental, lo social y lo económico. Con liderazgo político, compromiso institucional y participación ciudadana, el paradigma del residuo como problema comienza a mutar hacia el del residuo como recurso.

Este cambio de enfoque permitirá no sólo mejorar las condiciones de vida de miles de rionegrinos, sino también fortalecer la resiliencia climática, dinamizar la economía circular y sentar las bases para una provincia más limpia, justa y sostenible

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