Cipolletti, Rio Negro, 25 de agosto de 2025. La provincia de Río Negro se encuentra en un momento crucial de su historia ambiental y social. En un contexto global donde el cambio climático ya no es una amenaza futura sino una realidad palpable que golpea con fuerza a los territorios, la provincia patagónica cerró la etapa participativa de su Plan Provincial de Respuesta frente al Cambio Climático, un proceso que involucró a más de 200 participantes y más de 60 instituciones de todo el territorio.
Lo que parece ser solo una serie de talleres, en realidad representa el inicio de una estrategia integral que podría redefinir el modelo de desarrollo provincial y posicionar a Río Negro como un ejemplo de gobernanza climática en Argentina.
¿Qué es el Plan Provincial de Respuesta frente al Cambio Climático y por qué es clave para Río Negro?
El Plan Provincial de Respuesta frente al Cambio Climático surge como una herramienta de planificación a largo plazo para enfrentar los impactos ya visibles del calentamiento global y preparar a las comunidades frente a los riesgos que vendrán. Este plan no solo incluye medidas de mitigación, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también propone estrategias de adaptación, fundamentales en un territorio con una geografía tan diversa como la cordillera, la meseta, los valles productivos y la costa atlántica.
En palabras de la secretaria de Ambiente y Cambio Climático, Judith Jiménez, el desafío es lograr un plan “real, participativo y representativo de la diversidad económica, social y ambiental de la provincia”.
Un proceso participativo inédito en Río Negro
La etapa recientemente concluida fue un proceso de construcción colectiva que se materializó en cuatro talleres regionales: zona andina, Región Sur, costa y valles. Cada uno de estos espacios reunió a representantes de gobiernos locales, instituciones, universidades, ONGs, productores y ciudadanía en general.
Lejos de ser una formalidad, estos encuentros permitieron recoger las preocupaciones y prioridades de cada región, desde la amenaza de los incendios forestales en la cordillera hasta los efectos de la erosión costera en el litoral atlántico. Este modelo participativo no solo fortalece la legitimidad del plan, sino que también garantiza que las soluciones propuestas estén ancladas en la realidad de cada territorio.
Cambio climático y bosques andinos: la lucha contra los incendios forestales
Uno de los temas más recurrentes en la zona andina fue la necesidad de prevenir y gestionar los incendios forestales, un problema cada vez más frecuente y devastador debido a las sequías prolongadas y las olas de calor extremo. Las comunidades de Bariloche, El Bolsón y otras localidades de la cordillera saben de primera mano lo que significa convivir con el humo, la pérdida de biodiversidad y el impacto económico que genera cada siniestro. En este sentido, el plan propone fortalecer los sistemas de alerta temprana, capacitar brigadistas locales y promover la restauración ecológica de áreas degradadas, entendiendo que el cambio climático seguirá intensificando este riesgo en los próximos años.

Foto: Crédito: Gobierno de Rio Negro. La Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro concretó en Cipolletti el cuarto y último taller regional del proceso participativo “Hacia un Plan Provincial de Respuesta frente al Cambio Climático”
Agua y sequía en la Región Sur: el gran desafío del cambio climático
En la Región Sur de Río Negro, donde la aridez domina el paisaje y la población depende de la ganadería extensiva y de sistemas de agua vulnerables, el cambio climático se traduce en una disminución de las lluvias, menor disponibilidad hídrica y una mayor frecuencia de sequías. La falta de acceso al agua no solo afecta a las familias y la producción, sino que también provoca la migración forzada de comunidades rurales.
Frente a esto, el plan plantea medidas de adaptación como la construcción de sistemas de almacenamiento de agua, la gestión comunitaria de recursos hídricos y la promoción de tecnologías de riego eficientes. En un escenario de creciente estrés hídrico, garantizar el acceso al agua se convierte en una prioridad estratégica para la provincia.
Cambio climático en la costa atlántica: erosión y pesca en riesgo
Las comunidades costeras de Río Negro, como San Antonio Oeste y Las Grutas, enfrentan un doble desafío: la erosión costera que amenaza infraestructura y hábitats naturales, y los impactos sobre la actividad pesquera, fundamental para la economía local. El consultor Pablo Lumerman señaló que el cambio climático está modificando los patrones marinos y alterando la disponibilidad de especies pesqueras, lo que repercute directamente en los ingresos de pescadores artesanales y empresas.
El plan busca promover prácticas sostenibles, estudios científicos sobre los efectos del calentamiento oceánico y proyectos de infraestructura resiliente que protejan tanto a la población como a la biodiversidad marina.
Cambio climático y agricultura en los valles: hacia una producción regenerativa
En el Alto Valle y Valle Medio, la producción agrícola y frutícola es el motor económico de la región. Sin embargo, el cambio climático trae consigo riesgos como heladas tardías, granizo más frecuente, olas de calor y plagas emergentes. Estos fenómenos ya afectan a productores de peras, manzanas y viñedos, generando pérdidas millonarias.
Frente a ello, el plan propone incentivar prácticas regenerativas que aumenten la resiliencia de los suelos, fomentar el uso de energías renovables en el agro y diseñar seguros climáticos que permitan a los agricultores afrontar contingencias. Además, la transición hacia modelos agroecológicos aparece como una oportunidad de innovación y diferenciación en los mercados.
Gobernanza climática: el rol del Gabinete de Cambio Climático
Uno de los aspectos más innovadores del plan es la creación del Gabinete de Cambio Climático de Río Negro, presidido por el gobernador Alberto Weretilneck. Este espacio busca articular de manera transversal las políticas públicas provinciales con los gobiernos locales, el sector privado y la sociedad civil.
La conformación de este gabinete permitirá acceder a financiamiento nacional e internacional, condición clave para implementar medidas de gran escala. Además, refuerza la institucionalidad climática y posiciona a Río Negro como una provincia pionera en el diseño de estrategias integrales frente al calentamiento global.
Financiamiento y cooperación internacional: una oportunidad para Río Negro
La lucha contra el cambio climático requiere recursos económicos considerables. Por eso, uno de los objetivos del plan es facilitar el acceso a fondos de organismos internacionales, bancos de desarrollo y programas nacionales. La provincia busca demostrar que, con un plan participativo y técnicamente robusto, puede convertirse en un destino atractivo para financiamiento climático. Este aspecto no solo permitirá implementar medidas concretas, sino que también abrirá oportunidades de cooperación técnica con otras regiones del mundo que enfrentan desafíos similares.
Sociedad civil y cambio climático: la importancia de la participación ciudadana
Uno de los puntos fuertes del proceso es el reconocimiento de que el cambio climático no se resuelve solo con decisiones gubernamentales, sino que requiere el compromiso de la sociedad civil. Desde ONGs ambientales hasta organizaciones de productores y asociaciones vecinales, la participación ciudadana legitima el plan y asegura que las medidas propuestas respondan a necesidades reales. Además, la educación ambiental aparece como un eje transversal que permitirá a futuras generaciones comprender el problema y actuar de manera responsable.
Cambio climático y datos científicos: la actualización del inventario de gases de efecto invernadero
El plan provincial también prevé la actualización del inventario de gases de efecto invernadero, herramienta fundamental para conocer la magnitud de las emisiones y definir prioridades de mitigación. Contar con datos científicos confiables permitirá a la provincia tomar decisiones basadas en evidencia, diseñar políticas más eficaces y medir los avances en la reducción de emisiones. Asimismo, el acceso a información transparente fortalecerá la confianza de la ciudadanía en el proceso y dará respaldo técnico frente a organismos internacionales.
Río Negro como modelo de sostenibilidad y resiliencia
Con esta hoja de ruta, Río Negro se proyecta como una provincia que no solo reconoce la gravedad del cambio climático, sino que se anticipa a sus impactos con un plan estructurado, inclusivo y territorialmente diferenciado. La diversidad de sus ecosistemas –cordillera, meseta, valles y costa– convierte a Río Negro en un laboratorio natural de adaptación, donde las lecciones aprendidas podrían ser replicadas en otras regiones del país.
Al cerrar esta etapa participativa, la provincia reafirma su compromiso con un modelo de desarrollo sostenible que prioriza la resiliencia, la inclusión social y la justicia climática.
Un paso histórico en la lucha contra el cambio climático
El cierre de la etapa participativa del Plan Provincial de Respuesta frente al Cambio Climático marca un antes y un después en la política ambiental de Río Negro. No se trata solo de un documento técnico, sino de un proceso social y político que involucra a todos los actores de la provincia en la construcción de un futuro más sostenible.
En tiempos donde los efectos del calentamiento global ya se hacen sentir con crudeza, este plan representa una señal de esperanza y de responsabilidad intergeneracional. Río Negro, con sus fortalezas y desafíos, se coloca así en el mapa de las regiones que entienden que actuar frente al cambio climático no es opcional, sino una necesidad urgente.
Andrés Nievas
Técnico en manejo ambiental, consultor Ambiental y escritor para medios locales e internacionales sobre temas de geopolitica y medio ambiente.