Comodoro Rivadavia – La campaña encabezada por la Secretaría de Servicios a la Comunidad del municipio y la Subsecretaría de Medio Ambiente, permitió sanear en el tramo Restinga Alí-Caleta Córdova las zonas costeras, accesos a playas, descampados y espacios públicos en los que habían proliferado basurales de grandes dimensiones. Lo mismo ocurrió en la zona sur, en los barrios Malvinas y Bella Vista Sur, impactados por distintos focos de contaminación.
En un trabajo abordado de manera conjunta entre diversas áreas municipales, durante la época estival se puso en marcha en Comodoro Rivadavia un programa de levantamiento de basurales clandestinos denominado “Verano limpio”. A través del mismo se concretaron importantes trabajos de limpieza, además de generar conciencia ciudadana sobre la necesidad de “hacerse responsables de la basura que se genera”.
En ese marco, la Secretaría de Servicios a la Comunidad, que conduce Rubén Palomeque, y la Subsecretaría de Medio Ambiente, a cargo de Fabián Suárez, fueron las áreas que más dedicación volcaron a la mencionada iniciativa.
La primera de ellas puso a disposición de la causa los equipamientos necesarios para desarrollar las tareas de saneamiento y la restante cumplió un rol fundamental para la identificación de los basurales clandestinos y la evaluación del impacto ambiental que los mismos producen en los barrios aledaños.
Sobre la implementación de “Verano limpio”, Palomeque remarcó: “se trató de un trabajo conjunto del gabinete, porque intervino personal de Tránsito, de la Secretaría de Gobierno y Función Pública; de Ambiente, dependiente del área de Infraestructura, Obras y Servicios Públicos; de la Secretaría de Seguridad; de la Dirección de Turismo, perteneciente a la Secretaría de Economía, Finanzas y Control de Gestión; y de Servicios a la Comunidad. Trabajamos, todos juntos, en la necesidad de generar conciencia sobre lo que debemos hacer, como vecinos, con nuestra basura”.
En esa misma línea, explicó la importancia de “hacernos cargo de los residuos que generamos y no tomar los espacios públicos o no urbanizados para dejar la basura”. En ese sentido, recordó la existencia de escombreras habilitadas por la Municipalidad de Comodoro Rivadavia para tales fines, ubicadas en Kilómetro 17 y en el barrio Industrial, como así también los canales de denuncia y para la solicitud del servicio gratuito de recolección de residuos voluminosos.
Mientras, Suárez aseguró que la aplicación del programa “fue una respuesta a la ciudadanía que, a través de las Asociaciones Vecinales, denunció la aparición de basurales clandestinos, pese a los trabajos de saneamiento concretados en los mismos lugares durante 2014”.
Espacios intervenidos
Suárez se refirió a los lugares que fueron alcanzados por el programa “Verano limpio” y brindó detalles sobre los trabajos que allí se realizaron.
“En el sector norte de la ciudad, trabajamos en el tramo Restinga Alí– Caleta Córdova, en zonas costeras, accesos a playas, descampados y espacios públicos, en los que se habían desarrollado basurales de grandes dimensiones. En tanto, en la zona sur intervenimos el camino que une los barrios Malvinas y Bella Vista Sur, totalmente impactado por distintos focos de contaminación”, detalló.
Palomeque explicó que “en primera instancia, desde el área de Ambiente se identificaron los basurales clandestinos y la prioridad que le siguió fue un trabajo de limpieza de los restos de construcción, poda y residuos de todo tipo que, posteriormente, fueron trasladados a las escombreras habilitadas”.
“Pudimos ingresar a los lugares afectados y participar con un esfuerzo logístico muy importante, porque todos los medios que se dispusieron para la ejecución de ‘Verano limpio’ no se volcaron a las tareas para las cuales estaban destinados, como por ejemplo el Programa de Mantenimiento Barrial. Se trabajó con camiones, retroexcavadoras, bateas y niveladoras”, especificó el funcionario.
Palomeque hizo referencia a las tareas que se llevaron a cabo en el sector sur, por presentar características particulares y requerir de una mayor intervención, al manifestar que “quizás por consecuencia del número de talleres y comercios industriales que hay en esta parte de Comodoro, la remediación siempre dura mucho menos”, sostuvo.
Suárez agregó: “los basurales estaban más diseminados y algunos de ellos en canteras privadas, por lo que se procedió al cierre de los accesos a las mismas y se elevó una notificación a sus dueños, para que concreten un cerramiento definitivo que evite la proliferación de la contaminación ambiental”.
Tanto Palomeque como Suárez, coincidieron al señalar al vecino como actor necesario para poner fin a la generación de estos focos de contaminación.
En ese orden, Palomeque explicó que “una ciudad no es limpia porque la limpiemos, sino porque no se ensucia”; a la vez que expresó que “la basura es nuestra y tenemos que hacernos cargo de ella”.
En tanto, Suárez llamó a la reflexión sobre la contaminación ambiental que producen los basurales clandestinos, al comentar que “son un foco de proliferación de vectores, como las ratas, que atentan contra la calidad de vida de los ciudadanos. Entonces continuó- si disponemos mal de nuestros residuos, afectamos a nuestra salud”.
“Desde el municipio, asumimos el trabajo de limpieza que nos corresponde, pero ahora es tarea del vecino asegurar que no se vuelvan a realizar estas prácticas ilegales, para sostener el saneamiento en el tiempo”, concluyó.
FUENTE: El Patagónico