Deco Klart revoluciona Río Negro! Innovación en plásticos reciclados y sostenibilidad con impacto social

Deco Klart revoluciona Río Negro! Innovación en plásticos reciclados y sostenibilidad con impacto social

Un emprendimiento que transforma basura en soluciones sostenibles

General Fernández Oro, Rio Negro, 17 de agosto de 2024. En la ciudad de General Fernández Oro, ubicada en el corazón de la provincia de Río Negro, un emprendimiento local está marcando un antes y un después en la forma en que se gestionan los residuos plásticos. Se trata de Deco Klart, un proyecto que en tan solo un año ha logrado consolidarse como referente en innovación, sostenibilidad y compromiso social. Fundado por Yanina Rodríguez, este emprendimiento nació de manera casera, con la recolección y transformación de plásticos reciclados en el ámbito doméstico, pero rápidamente escaló hasta establecer un espacio propio en la calle Los Aromos 1488. Hoy, en ese lugar, no solo se recolectan residuos plásticos, sino que también se desarrollan productos finales que representan un verdadero ejemplo de economía circular aplicada en la vida cotidiana.

Plásticos reciclados: un desafío ambiental y una oportunidad de negocio

La problemática de los plásticos en Argentina es crítica: de acuerdo con cifras oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, en el país se generan más de 12 millones de toneladas de residuos sólidos al año, de las cuales cerca del 11% corresponde a plásticos. Sin embargo, apenas un cuarto de esos residuos logra ser reciclado, lo que significa que millones de toneladas de plástico terminan en rellenos sanitarios, basurales a cielo abierto o, peor aún, en ríos y mares. Frente a este panorama alarmante, Deco Klart surge como una alternativa concreta, demostrando que es posible convertir un problema ambiental en una oportunidad productiva, rentable y con impacto positivo en la comunidad.

Innovación en reciclaje: de botellas y tapas a productos de diseño

El enfoque de Deco Klart no se limita a la simple recolección de residuos, sino que se basa en la transformación inteligente de plásticos desechados en productos modulares, funcionales y estéticamente atractivos. Utilizan materiales como el polietileno de alta densidad (HDPE), presente en envases de productos de limpieza o cuidado personal; el polipropileno (PP), habitual en tapas de botellas y bebidas; y el poliestireno (PS), proveniente de envases de lácteos y alimentos. A través de procesos de trituración, fundición y moldeado, logran piezas que pueden personalizarse en una gran variedad de colores, formas y texturas. Estos productos no solo tienen un valor estético, sino que además prolongan la vida útil de materiales que de otro modo tardarían siglos en degradarse en el ambiente.

Economía circular: el motor del cambio cultural

Lo que diferencia a Deco Klart de otros emprendimientos es su visión integral, alineada con los principios de la economía circular. Cada pieza fabricada con plásticos reciclados representa una segunda oportunidad para materiales que, en el modelo económico lineal tradicional, serían considerados basura. Este cambio de paradigma permite no solo reducir la generación de desechos, sino también crear empleos, fomentar la innovación y consolidar una cadena de valor sustentable. En Fernández Oro, la comunidad comienza a ver a los plásticos no como un problema, sino como un recurso que puede alimentar nuevos procesos productivos.

Puntos Limpios y educación ambiental: sembrando conciencia en la comunidad

Más allá de la producción, Deco Klart apuesta fuertemente a la educación ambiental como herramienta para generar un cambio cultural duradero. En colaboración con el municipio de Fernández Oro, se han instalado Puntos Limpios donde los vecinos pueden acercar sus plásticos, asegurando así una recolección más eficiente. Además, el emprendimiento trabaja en conjunto con escuelas locales, capacitando a estudiantes y docentes en prácticas de separación en origen, reciclaje y consumo responsable. Este aspecto educativo es clave, ya que apunta a que las nuevas generaciones incorporen la sostenibilidad como un valor esencial en sus hábitos cotidianos.

Un modelo premiado: reconocimientos y apoyo institucional

El impacto de Deco Klart ha sido tan significativo que el emprendimiento ha recibido múltiples reconocimientos. Actualmente participa en el programa de emprendedores de Río Negro, impulsado por el Banco Patagonia y la Fundación Nobleza Obliga, donde accede a financiamiento, mentorías y capacitaciones. Asimismo, forma parte de Naves Argentina, una prestigiosa plataforma que conecta a emprendedores con expertos y redes de networking que pueden potenciar el crecimiento del negocio. Estos apoyos refuerzan la legitimidad del proyecto y abren la puerta a una mayor expansión regional.

Declarado de interés comunitario por la Legislatura de Río Negro

En un hecho que confirma la relevancia de este emprendimiento, la Legislatura de la Provincia de Río Negro declaró a Deco Klart de interés comunitario, social, educativo y económico. Esta distinción no solo reconoce el esfuerzo de Yanina Rodríguez y su equipo, sino que también subraya la importancia de impulsar proyectos que integren el cuidado ambiental con el desarrollo económico y la inclusión social. Que un emprendimiento de origen doméstico llegue a ser distinguido oficialmente es un ejemplo inspirador para otros ciudadanos que buscan iniciar sus propios proyectos con impacto positivo.

El liderazgo de Yanina Rodríguez: una mujer que inspira

El rostro detrás de Deco Klart es Yanina Rodríguez, una emprendedora que decidió transformar su preocupación por los residuos plásticos en acción concreta. Su historia refleja el poder del liderazgo femenino en el ámbito de la sostenibilidad y la innovación. Desde sus primeros pasos en la cocina de su casa hasta la consolidación de un taller propio y el reconocimiento institucional, Yanina demuestra que con visión, esfuerzo y creatividad es posible construir proyectos capaces de mejorar la calidad de vida de toda una comunidad.

Impacto ambiental positivo: reduciendo la huella del plástico en la Patagonia

Cada producto fabricado por Deco Klart representa kilos de plástico que no terminan en la naturaleza. Si bien aún es difícil cuantificar el total de residuos recuperados, los cálculos iniciales indican que el emprendimiento ha logrado reciclar cientos de kilos en apenas un año de funcionamiento. A medida que el proyecto escale y aumente su capacidad productiva, esta cifra crecerá exponencialmente, aportando a la reducción de la huella ambiental en la región patagónica. El desafío, a futuro, será multiplicar este tipo de iniciativas en toda la provincia y en el resto del país.

Responsabilidad social: más que un emprendimiento, un compromiso colectivo

El valor de Deco Klart no se limita a la innovación tecnológica ni al reciclaje de plásticos. Su verdadero aporte radica en el compromiso social: educar, inspirar y demostrar que cada ciudadano tiene un rol en la construcción de un futuro más sostenible. En tiempos donde la crisis ambiental se percibe como un desafío global abrumador, proyectos como este ofrecen una mirada esperanzadora y práctica sobre cómo empezar a cambiar desde lo local.

Proyección a futuro: de Fernández Oro al resto de la Argentina

El modelo de Deco Klart es perfectamente replicable en otras ciudades de Argentina. La combinación de infraestructura básica, procesos de bajo costo y un fuerte componente educativo hace que este tipo de emprendimientos puedan multiplicarse en localidades grandes y pequeñas. El desafío para Yanina Rodríguez y su equipo será escalar el negocio sin perder la esencia comunitaria que lo caracteriza, consolidando así una red de producción y educación ambiental a nivel nacional.

Un mensaje que trasciende fronteras: plásticos reciclados como símbolo de cambio

Más allá de Río Negro, Deco Klart se suma a una tendencia global que busca repensar el vínculo de las sociedades con el plástico. Cada vez más países, empresas y comunidades entienden que la gestión responsable de los residuos no es una opción, sino una necesidad urgente. El ejemplo de este emprendimiento demuestra que con creatividad e innovación es posible convertir un material tan problemático como el plástico en un recurso valioso, reduciendo impactos ambientales y fortaleciendo la economía local.

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