MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Petroglifos en la meseta del Parque Nacional Patagonia, Santa Cruz (foto de Pedro Chiesa).

Con la donación por parte de la Fundación Flora y Fauna Argentina de 34 mil hectáreas de la estancia El Sauco para ser afectadas al nuevo Parque Nacional Patagonia, mejoran sustancialmente las posibilidades para la conservación de la biodiversidad en el noroeste de Santa Cruz.

En medio de la impactante belleza paisajística del Parque Nacional conviven especies endémicas, como el macá tobiano, el chinchillón anaranjado, reptiles y flora de alta montaña. Lagunas de diferentes tamaños y formas (como Toldería, Acorraladas y del Overo) se observan a los costados del camino de piedra y barro que conduce hasta Monte Zeballos (de 2.700 metros, la mayor altura de la meseta) y el hábitat del macá tobiano, una ave acuática en peligro de extinción. Los pronunciados desniveles que hay que atravesar -en algunos casos, llegan hasta mil metros- se deben a las terrazas generadas por la erosión glaciar durante miles de años.

Últimamente, la población de macá tobiano fue afectada por la introducción de truchas arco iris en el lago del Sello, el espejo de agua más importante de la región.

El área protegida por el nuevo Parque Nacional forma parte de un ambicioso proyecto binacional de conservación junto al Parque Nacional del mismo nombre creado del otro lado de la Cordillera. A principios de este año, la presidenta de Chile, Micelle Bachelet recibió una donación de 407 mil hectáreas de tierras australes por parte de Kristine McDivitt -esposa del multimillonario estadounidense Douglas Tompkins, fallecido en un accidente de kayak en el país trasandino en diciembre de 2015-, que serán destinados al desarrollo de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia chilena.

Esta área protegida de características semidesérticas, incorporada al sistema de Parques Nacionales a partir de la sanción de la ley 27.081 en 2014, protege una franja de estepa patagónica y una reserva hídrica en la meseta del lago Buenos Aires. Su atractivo turístico se combina con la ruta 40, las pinturas rupestres de Cueva de las Manos -en el Cañadón del Río Pinturas- y Los Antiguos. Desde esta localidad cordillerana se puede cruzar a Chile Chico (en la región austral chilena) por la ruta 43. Otra opción para visitar el país trasandino la brinda el paso Roballos, más al sur por la ruta de ripio 41.

Información: www.parquesnacionales.gob.ar publicada por Diario Clarin