En una jornada abierta, la Asociación Argentina del Hidrogeno (AAH) debatió cuál será el plan de acción para impulsar esta tecnología en 2019. ¿Qué barreras existen? ¿Qué expectativas de desarrollo hay?
Con 23 años de historia, la Asociación Argentina del Hidrogeno (AAH) se mantiene activa en el sector en pos de impulsar el desarrollo de su tecnología en el país. En el marco de la última reunión de 2018, sus miembros analizaron el panorama internacional y debatieron su plan de acción para el 2019.
Entre los principales puntos definidos en la agenda de la asociación se destacan:
-Consolidar el peso industrial de la asociación, logrando una alianza con todos los interesados.
-Establecer metas de crecimiento de la asociación y un plan de desarrollo del hidrógeno en el corto y mediano plazo.
-Impulsar el proyecto de Ley de hidrógeno presentado por el Senador Cobos (2017) antes de que pierda estado parlamentario y/o trabajar su actualización.
-Difundir la tecnología como vector energético.
-Plantear el desarrollo del GNC + Hidrogeno vehicular.
En conversación con Energía Estratégica, Juan Carlos Bolcich, presidente de la AAH y miembro de la International Association for Hydrogen Energy (IAHE), compartió su balance del encuentro.
¿Qué prioridades identificaron para la agenda de la asociación en 2019?
Por un lado, impulsar la ley de promoción del hidrógeno y colaborar en su elaboración. Por otro lado, buscar interesar al sector empresario industrial argentino en las tecnologías maduras que ya hay en el campo del hidrógeno.
Todo estas iniciativas junto con una política clara del Estado argentino, un plan nacional estratégico, buscamos que contribuyan a un crecimiento y un desarrollo de las energías renovables en Argentina, especialmente del hidrógeno.
¿Cuál sería la principal barrera que impide el desarrollo del hidrógeno?
La falta de incentivos. Aquí no hay ningún beneficio. En la región está el caso de Chile y Uruguay donde ya se han esbozado planes nacionales para el desarrollo del hidrógeno. Nosotros somos los más viejos de la región, incluso con más antigüedad que Brasil. Hicimos la primera conferencia de habla hispana sobre hidrógeno en el hemisferio sur; y, sin embargo, no por falta de acción, hemos tenido menos resultados.
Ahora buscamos que el proyecto de Ley que tenemos se trate con una actualización. Hay gente que también dice que hay que incluir otras cosas, es lo que hemos conversado acá. Y ojalá que los legisladores del Congreso nacional lo traten y lo puedan aprobar rápidamente.
¿Qué lugar dentro de la matriz imagina para el hidrógeno?
Creo en una visión sostenible del sistema donde el hidrógeno naturalmente es el elemento que vincula a todo el campo energético. Si las cosas están bien hechas técnicamente hablando, gozar de una verdadera sostenibilidad es hablar de utilizar fundamentalmente agua y luego la energía del viento y del sol cómo energías primarias para todos estos procesos que nos permitan tener electricidad en firme y combustibles verdaderamente renovables eficientes y en gestión distribuida.
¿Qué expectativas tiene para el 2019?
Que podamos contar con un nuevo elemento jurídico en 2019, en consonancia con las otras leyes de promoción de las energías renovables, eficiencia energética y la generación distribuida.
Ojalá que el sector de las empresas responda y que empiecen a aparecer inversiones. No tenemos dudas de que en el mediano y largo plazo esta va a ser una actividad de enorme relevancia en Argentina con múltiples beneficios. Con lo cual, el escalón de 2019 es tal vez el punto de inflexión donde se pueda empezar a tomar ritmo en el hidrógeno y colaborar con lo planteado por su santidad en la encíclica Laudato si’.
El impacto del cambio climático está creciendo más rápidamente de lo que crecen las inversiones en renovables, si esto no se revierte en el futuro tendremos consecuencias adversas tremendas en prácticamente todo y va a ser muy lamentable.
Cuanto antes se hagan estas acciones y el hombre disfrute la gracia de los recursos que tiene, estos se podrán aprovechar y ser una oportunidad también para generación de trabajo, especialmente para el desarrollo de las economías regionales.
Fuente: Energía estratégica