El Manso, Rio Negro, 23 de noviembre de 2022. ¿Cómo impacta una obra hidráulica en la vida cotidiana de una comunidad rural? ¿Por qué es crucial adaptar la infraestructura a fenómenos climáticos cada vez más frecuentes? El avance del 57% en las obras hidráulicas de la Ruta Provincial 83, en la zona de El Manso, no solo representa un progreso técnico, sino una mejora directa en la calidad de vida y la seguridad de los habitantes de esta región patagónica.
La Ruta Provincial 83, ubicada en el paraje El Manso, en la provincia de Río Negro, es mucho más que un camino rural. Su traza conecta la Ruta Nacional 40 con el Paso Internacional Río Manso, en el límite con Chile, constituyéndose en un corredor fundamental para el turismo, el comercio regional y la movilidad de los vecinos. Sin embargo, esta vía ha enfrentado históricamente serias dificultades por los desbordes del río Foyel, que interrumpen la circulación durante crecidas o eventos climáticos extremos.
En ese contexto, el Gobierno de Río Negro, a través de la Dirección de Vialidad Rionegrina, ejecuta dos obras hidráulicas claves sobre esta ruta. El objetivo principal: garantizar una circulación segura, constante y previsible durante todo el año.
Un 57% de avance en la infraestructura hidráulica: ¿qué se ha hecho hasta ahora?
La primera obra hidráulica ya fue concluida en el kilómetro 27,8, cerca de la Escuela Primaria N° 92. Allí se construyó una alcantarilla de tres bocas utilizando caños de Polietileno de Alta Densidad (PEAD), material reconocido por su durabilidad y resistencia a condiciones extremas. Los trabajos implicaron excavaciones profundas, colocación de caños, instalación de gaviones, geotextiles, colchonetas de protección, terraplenado y enripiado.
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Actualmente, los equipos avanzan sobre la segunda obra, situada en el kilómetro 23,7. Se trata de una alcantarilla de hormigón de baja altura y mayor longitud, con defensas laterales reforzadas mediante gaviones. Esta estructura responde a una necesidad puntual: permitir el paso en una zona crítica donde las crecidas invernales del río Foyel afectan particularmente a los vehículos livianos de tracción simple.
El fenómeno de las crecidas repentinas en la región no es nuevo. El Manso, como otras localidades cordilleranas, está expuesto a eventos climáticos cada vez más intensos, producto del cambio climático. Las lluvias copiosas y deshielos acelerados pueden provocar anegamientos repentinos, arrastrando material suelto y poniendo en riesgo a quienes transitan por rutas sin infraestructura adecuada.
Estas obras, por lo tanto, no solo mejoran la calidad de la vía, sino que aportan resiliencia climática. Es decir, preparan la infraestructura para resistir y adaptarse a eventos extremos, minimizando su impacto en la población.
La comunidad de El Manso, al igual que otras pequeñas localidades de la región andina, depende de manera directa del estado de las rutas. La producción local, el acceso a servicios médicos, el transporte escolar y el turismo rural son actividades que requieren caminos transitables todo el año.
En temporada alta, muchos turistas eligen esta ruta para acceder a zonas de camping, senderismo, pesca y conexión con la naturaleza. Cierres prolongados o desvíos afectan negativamente la economía local y la experiencia del visitante. En este sentido, la inversión pública en obras hidráulicas se traduce en más oportunidades y desarrollo.
El uso de caños de PEAD y estructuras de hormigón armado en estas obras refleja una tendencia creciente en la ingeniería vial: la incorporación de materiales de última generación, incluso en zonas rurales. Este tipo de materiales ofrece ventajas frente a los tradicionales, como mayor resistencia al desgaste, menor mantenimiento y mejor respuesta frente a la presión hidráulica.
Asimismo, el uso de geotextiles y gaviones permite una mejor estabilización del terreno, evitando socavones y erosiones que pudieran comprometer la estructura con el paso del tiempo.
La Dirección de Vialidad Rionegrina ha solicitado explícitamente a todos los usuarios que transitan por la Ruta Provincial 83 que extremen las precauciones. En especial, durante el período de obras es importante:
Respetar las velocidades máximas indicadas
No remover señalización ni obstáculos colocados por seguridad
Evitar transitar durante fuertes lluvias o crecidas
Estas recomendaciones no solo buscan proteger a los trabajadores, sino también evitar accidentes o daños materiales en vehículos.
Las obras sobre la Ruta 83 no son un hecho aislado, sino parte de una política provincial de mejora de caminos rurales y fronterizos. En un territorio tan extenso como Río Negro, donde muchas rutas atraviesan áreas montañosas, bosques o ríos, la planificación y el mantenimiento constante son claves para garantizar conectividad.
Inversiones como estas muestran una mirada estratégica que combina necesidades actuales con previsiones a futuro: más turismo, más comercio, más seguridad y menos impacto negativo ante eventos extremos.
¿Qué más falta para completar la obra?
Según fuentes oficiales, el 57% de avance indica un progreso sólido, pero aún restan tareas de gran relevancia:
Finalización de la segunda alcantarilla
Acondicionamiento del terreno circundante
Colocación de señalética definitiva
Evaluación hidráulica post-obra
Estas etapas son fundamentales para asegurar el correcto funcionamiento de la obra, especialmente ante las primeras lluvias o nevadas del invierno.
Una sugerencia técnica relevante para obras de esta magnitud es la implementación de sistemas de monitoreo hidráulico y mantenimiento programado. Instalar sensores de nivel o cámaras puede ayudar a detectar obstrucciones, erosiones o colapsos parciales antes de que representen un riesgo mayor. Además, un plan de mantenimiento claro evita que la inversión se degrade con el tiempo.
Dado el éxito parcial observado en esta intervención, se abre una interesante posibilidad: replicar el modelo en otras rutas vulnerables de la Patagonia. Ya sea en la zona andina de Neuquén, Chubut o Santa Cruz, los problemas derivados de las crecidas estacionales son similares.
El uso de alcantarillas modulares, materiales modernos y diseño adaptativo podrían ser una solución costo-efectiva en lugares donde el presupuesto estatal es limitado pero la necesidad es urgente.
Educación ambiental y concientización: un rol complementario
En el marco de esta obra, también podría aprovecharse para generar materiales educativos sobre la importancia de cuidar los cauces naturales, evitar el arrojo de residuos y comprender cómo funcionan las defensas hidráulicas. Una comunidad informada se convierte en aliada de su propia infraestructura.
