En los últimos años, diversos municipios de Argentina han avanzado en la gestión de Aceites Vegetales Usados (AVUs), transformando estos residuos en biodiésel y destacando sus beneficios ambientales.
Este cambio de enfoque, que considera los AVUs como una materia prima valiosa en lugar de un simple residuo, ha contribuido significativamente a la reducción de la contaminación y al desarrollo de energías renovables.
El Plan BIO de la Provincia de Buenos Aires, iniciado en 2008, ha sido un modelo exitoso, con 79 ciudades participando activamente en la recolección y reciclaje de AVUs. Este programa ha establecido registros de empresas recolectoras y ha creado un área de información pública para facilitar la gestión de estos residuos. Sin embargo, la provincia de Río Negro aún enfrenta desafíos significativos en este ámbito.
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En Río Negro, la política para la gestión de AVUs comenzó a tomar forma con la Resolución 310/2011 del CODEMA (actual Secretaria de Ambiente y Cambio Climático) que creó registros provinciales para generadores, transportistas y operadores de AVUs. A pesar de estos avances, la normativa provincial general aún no ha sido sancionada, limitando el progreso hacia una gestión integral y uniforme en toda la provincia.
En el ámbito municipal, la ciudad de Viedma ha sido pionera en la implementación de un programa de recolección de AVUs. En 2010, el Concejo Deliberante de Viedma aprobó la Declaración N° 07/10, que buscaba establecer un programa biorionegrino para el reciclaje de aceites. En 2011, la ciudad inició una prueba piloto con la participación de la Patrulla Ambiental Urbana y CODEMA, que se expandió exitosamente a más de 50 generadores no domiciliarios.
Para 2014, Viedma había implementado la Ordenanza Municipal N° 7553, que obligaba a todos los generadores de AVUs a participar en el programa de recolección, superando el carácter voluntario inicial. Esta normativa busca evitar el vertido de AVUs en desagües y alcantarillas, protegiendo el medio ambiente y mejorando la eficiencia de las infraestructuras de tratamiento de aguas residuales.
A nivel provincial, la falta de una normativa general ha impedido la expansión uniforme de estos programas a otras ciudades. La implementación de una legislación provincial que establezca un marco legal claro, incluyendo la creación de un área de información pública y plazos específicos para la adopción de ordenanzas municipales, es crucial para avanzar hacia un sistema de gestión de AVUs integral y sostenible.
El desafío ahora es que la Legislatura de Río Negro y el Poder Ejecutivo Provincial promuevan una normativa que complemente los esfuerzos municipales y fomente la creación de ciudades más sostenibles en toda la provincia.
