Viedma, Rio Negro, 22 de mayo de 2025. Cada 22 de mayo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Diversidad Biológica, una efeméride proclamada por las Naciones Unidas para fomentar la comprensión y concienciación sobre los desafíos urgentes relacionados con la conservación de la vida en la Tierra. En 2025, bajo el lema “Sé parte del Plan”, el foco está puesto en el nuevo Marco Mundial de la Biodiversidad adoptado en la COP15 y en cómo los distintos países, provincias y ciudadanos pueden contribuir a su cumplimiento.
En este marco, la provincia de Río Negro se destaca con acciones concretas y estratégicas para proteger sus diversos ecosistemas, promover la sostenibilidad ambiental y poner en valor su riqueza biológica. Esta nota repasa los esfuerzos rionegrinos y propone una lectura más profunda sobre el valor de conservar la biodiversidad como base del bienestar humano.

Río Negro: una provincia con una biodiversidad única en el país
La provincia de Río Negro es una de las más diversas en términos ecológicos de la Argentina. Su territorio abarca desde la cordillera de los Andes hasta el Atlántico sur, pasando por valles, estepas, humedales, zonas costeras y mesetas áridas, cada una con especies animales y vegetales adaptadas a sus características únicas.
Entre sus especies emblemáticas se encuentra la ranita del Valcheta (Pleurodema somuncurense), una especie endémica que habita solamente en un reducido sector de la Meseta de Somuncurá, un sitio reconocido internacionalmente por su alto valor biológico. Preservar este tipo de hábitats no es solo una responsabilidad ambiental, sino también un compromiso ético y estratégico frente a los efectos del cambio climático.
Alianza con la Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción 2025-2030
En sintonía con los compromisos asumidos por la Argentina ante la comunidad internacional, Río Negro trabaja en la implementación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2025-2030, presentada recientemente durante la 16° Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16).
Esta estrategia incluye 22 metas nacionales y líneas de acción para conservar, restaurar y promover el uso sostenible de la biodiversidad. Las metas fueron elaboradas de forma participativa con organismos del Estado, universidades, organizaciones sociales y el sector productivo, a través de la Comisión Nacional Asesora para la Conservación y Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica (CONADIBIO).
Acciones locales: desde el Atlántico hasta la meseta
En la última Asamblea del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), Río Negro expuso sus avances en el marco de la Estrategia Federal de Manejo Costero Integrado, destacando la necesidad de preservar los ecosistemas marino-costeros y su biodiversidad única, que incluyen delfines, aves migratorias, invertebrados y algas endémicas.
La provincia también impulsa el reconocimiento y gestión de Otras Medidas Efectivas de Conservación (OMEC), una herramienta innovadora que permite proteger espacios con alto valor ecológico sin necesidad de que sean declarados formalmente como áreas naturales protegidas. Esto permite la conservación activa en territorios productivos o de uso múltiple, como estancias o tierras comunitarias.
Reforestación y restauración del suelo en la Línea Sur
En localidades como Comallo y Laguna Blanca, se desarrollan acciones de restauración de suelos mediante la plantación de bosquetes leñeros con hidrogel, una técnica que mejora la capacidad de retención de humedad del suelo, beneficiando a la vegetación nativa, a la fauna y a la población rural.
Estas medidas no solo apuntan a revertir procesos de desertificación, sino también a promover prácticas sustentables que integren la producción local con la conservación del ambiente.
La educación ambiental es otro pilar fundamental para lograr una sociedad comprometida con la biodiversidad. En Río Negro, se implementan programas educativos en todos los niveles, con actividades que incluyen salidas a la naturaleza, observación de aves, compostaje, campañas de limpieza y charlas sobre flora y fauna local.
Un ejemplo destacado es el proyecto de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) titulado “Puesta en Valor de los Ecosistemas Acuáticos del Valle Inferior del Río Negro”, que involucra a estudiantes y docentes en tareas de concientización, restauración y monitoreo de humedales.
Estos ecosistemas, muchas veces invisibilizados, cumplen funciones vitales como la regulación del ciclo del agua, la depuración natural, el control de inundaciones y la provisión de hábitat para cientos de especies. Además, son fundamentales para mitigar los efectos del cambio climático.

Amenazas a la biodiversidad: desafíos para la gestión pública
A pesar de los esfuerzos, los ecosistemas rionegrinos enfrentan múltiples amenazas, entre ellas:
La expansión urbana sin planificación
El avance de especies exóticas invasoras
La contaminación de cuerpos de agua
La sobreexplotación de recursos
El cambio climático y la desertificación
Para hacer frente a estos desafíos, se necesita una gestión ambiental sólida, coordinada y respaldada científicamente. En este sentido, el trabajo conjunto entre la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático, los municipios, las ONGs y la ciudadanía resulta fundamental.
La titular de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, Judith Jiménez, expresó:
«Río Negro avanza hacia un modelo de desarrollo sustentable e inclusivo, que respeta los recursos naturales y piensa en las futuras generaciones. No podemos hablar de crecimiento si no garantizamos la salud de nuestros ecosistemas”.
Esta declaración sintetiza el espíritu de las políticas públicas actuales, que ya no conciben al ambiente como un obstáculo para el desarrollo, sino como su base esencial.
Turismo sustentable y consumo responsable
La biodiversidad no solo es patrimonio natural, también es fuente de identidad, cultura y oportunidades económicas. En Río Negro, se promueve el turismo de naturaleza en áreas protegidas como el Parque Nacional Nahuel Huapi, la Meseta de Somuncurá, la Bahía San Antonio o el Camino de la Costa, incentivando un turismo de bajo impacto que fortalezca las economías regionales.
Al mismo tiempo, se fomenta el consumo responsable de productos locales, una práctica que reduce la huella de carbono y fortalece los circuitos económicos comunitarios.
La participación de los pueblos originarios en la gestión ambiental es clave. Muchas comunidades mapuches en Río Negro practican formas de uso del territorio que integran conocimientos ancestrales con criterios de sustentabilidad.
Programas provinciales de fortalecimiento institucional apuntan a respetar esta cosmovisión y articularla con el diseño de políticas públicas para el cuidado de los ecosistemas.
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El Día Internacional de la Diversidad Biológica no debe ser solo una jornada simbólica, sino una oportunidad para evaluar, profundizar y comunicar los esfuerzos que se realizan durante todo el año. Río Negro ha demostrado avances significativos en políticas ambientales, pero el desafío continúa.
Preservar la biodiversidad no es una elección: es una condición para la vida. Cada bosque, cada ave, cada insecto que conservamos, fortalece nuestro sistema natural frente a las crisis globales. Y cada persona que se informa y participa, aporta un ladrillo en la construcción de un futuro más justo y equilibrado.
