Un grupo internacional de científicos que integra el paleontólogo del Conicet Martín Ezcurra descubrió a partir de un
fósil de 245 millones de años una articulación ancestral del tobillo compartida por cocodrilos y
aves, que cambia un paradigma de más de 50 años en la ciencia y agrega el Teleocrater rhadinus al grupo de los Aphanosaurios o reptiles ocultos, relevantes dentro del origen de los dinosaurios.
Ezcurra contó que “esa articulación del tobillo se usó durante muchos años para diferenciar dos grupos principales: el linaje de los cocodrilos y el linaje de las aves”.
“Nosotros, mostrando que este tipo de articulación ancestral es tanto para cocodrilos como para aves, cambiamos un paradigma de hace más de 50 años”, afirmó Ezcurra, investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, en parque Centenario. A futuro, la consecuencia del descubrimiento “nos lleva a revisar dentro de la línea de los dinosaurios qué animales poseían esta articulación y en qué momento se da la transición entre la articulación cocodrileana y la articulación que tienen las aves hoy en día”, contó.
Importante por su posición filogenética, el Teleocrater rhadinus resultó ser un carnívoro de tres metros de largo; un plantígrado que caminaba en cuatro patas y convivía con otras formas de arcosaurios, la gran mayoría de ellos, precursores de los cocodrilos.
“En el ambiente en que vivía Teleocrater es el único animal que conocemos del linaje de las aves, precursor de los dinosaurios. Y también convivía con una gran cantidad de formas ancestrales de los mamíferos, tanto
cinodontes -animales de pequeño tamaño similares a perros o a ratones que están emparentados a nosotros-, como otros del linaje mamífero pero de mayor tamaño conocidos como dicinodontes, que se extinguieron totalmente hace 200 millones de años”, describió.
Evidencia.
Si bien los paleontólogos hallaron uno sólo de los huesos, obtuvieron suficiente información para ver que el tipo de articulación era el que tienen hoy en día los cocodrilos.
“La evidencia que pudimos colectar en Tanzania en 2015 nos ayudó a conocer cómo era la morfología de este nuevo animal, aunque (el científico británico Alan) Charig tenía mucha evidencia disponible y ya en 1956 era considerado un animal muy novedoso y único dentro de los que se conocían”, relató Ezcurra.
Charig realizó una descripción preliminar en su tesis doctoral que incluía dibujos detallados. Pero aunque la base anatómica de base quedó, desde 1956 el estudio estaba desactualizado.
“Nuestro trabajo fue casi empezar de cero teniendo en cuenta lo que había hecho Charig, que es uno de los autores del trabajo que se publica 20 años después de su muerte, para ponerlo a Teleocrater en el contexto actual, incorporar la nueva información y utilizar las técnicas modernas para poder dilucidar con quiénes estaba emparentado y su relevancia dentro del origen de los dinosaurios”, comentó.
Ezcurra estuvo en la India, en Rusia, en Alemania -donde está el otro ejemplar de los Alphanosaurios-, y vio un fémur hallado en 1933 y otros fósiles originales de Teleocrater que estudio Charig, que están en el Museo de Historia Natural de Londres, donde realizó su doctorado hace algunos años.
Fuente: Télam