El récord a nivel mundial de temperaturas medias durante el primer semestre de 2016 podría convertir este año en el más caluroso de la historia, de acuerdo a un estudio realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Además, reveló que los niveles de dióxido de carbono -uno de los factores causantes del cambio climático- también rompieron récords entre enero y junio de 2016, al superar la barrera simbólica de 400 partes por millón. El verano europeo registra también temperaturas históricas (ver galería).
Por ejemplo, Santa Fe, Santiago del Estero y Córdoba registraron cuatro grados más en la temperatura media para ese mes mientras que en Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza hubo anomalías en las temperaturas máximas medias de entre 2 y 3 grados.
Sin embargo, desde abril empezaron a registrarse bajas temperaturas por la presencia de una zona de alta presión al sur de la Patagonia que permitió una mayor circulación de aire polar. Por caso en la ciudad de Buenos Aires se registran al momento 82 días seguidos sin que la temperatura alcance los 20°C, algo que no sucedía hace 50 años.
“Durante el verano, lo que predominó en Argentina fueron las altas presiones que favorecieron los días despejados o con pocas nubes, que durante esa estación genera temperaturas elevadas. Sin embargo -advirtieron en el SMN- en marzo esa tendencia se revirtió: la región mesopotámica se presentó más fría que lo normal para la época, mientras que sobre la Patagónica hubo frecuencia de días con elevadas temperaturas”.
A nivel global, el informe de la OMM revela que el pasado mes de junio fue el decimocuarto mes consecutivo más caluroso tanto en la superficie terrestre como de los océanos y el trigésimo octavo mes consecutivo en el que las temperaturas estuvieron por encima de la media del siglo XX.
La consecuencia, según los expertos, es que el mundo afrontará más olas de calor, lluvias muy intensas y ciclones tropicales de mayor impacto. En el Ártico, además, el calor condujo a que el deshielo anual se produzca en forma anticipada.
En la actualidad, la extensión del mar Ártico en pleno verano cubre el 40 por ciento de lo que solía cubrir en la década de 1970 y principio de los ochenta.
Fuente: Diario La Nación