Recientemente un equipo de científicos canadienses que se dirigía al Ártico se vio obligado a abortar parte de su misión cuando se enfrentó a condiciones de hielo severas en su camino. Las condiciones eran demasiado traicioneras para que incluso un rompehielos pudiera pasar.
Pero ese hielo en el agua no es nada comparado con el inmenso trozo que está a punto de romperse en la Antártida – un iceberg de 5 000 km del tamaño de la Isla del Príncipe Eduardo, o de 10 veces la isla de Montreal. Una grieta masiva en la plataforma de hielo antártica Larsen C, observada por primera vez hace décadas, se ha abierto a un ritmo acelerado en los últimos años. Y hace sólo unas semanas, pegó un salto de nuevo abriéndose 17 kilómetros en sólo seis días.
Un futuro inquietante
Según afirman algunos científicos, la pérdida de una masa de hielo de ese tamaño dejará al resto de la plataforma de la Antártica vulnerable a rupturas futuras.
Larsen C tiene unos 350 metros de espesor y flota en los mares al borde de la Antártida Occidental, frenando el paso de glaciares menores.
Los investigadores han estado siguiendo la grieta de Larsen C durante muchos años.
Señalaron que la observan preocupados tras el colapso de la plataforma de hielo Larsen A, en 1995, y la ruptura repentina de la plataforma B de Larsen, en 2002.
La pérdida de una barrera de hielo puede propiciar que el flujo de los glaciares -masas de hielo acumuladas en las cordilleras- se acelere, lo que aumentaría el nivel del mar.
El nivel del mar, un enigma
A medida que flote sobre el mar, el iceberg resultante de la ruptura no elevará el nivel de las aguas.
Sin embargo, si la plataforma se rompe aún más, podría dar lugar a glaciares que se hundan y toquen tierra.
Este hielo no flotante sí tendría un impacto en el nivel del mar, señalan expertos.
Según las estimaciones, si todo el hielo que Larsen C actualmente retiene se hunde en el mar, las aguas globales pueden aumentar hasta 10 centímetros.
El Dr. Dan McGrath es un investigador geofísico en el United States Geological Survey – Centro de Ciencias de Alaska, así como en la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, Colorado. Él le dijo a CBC que aunque este iceberg proveniente de Larsen C será masivo, él está más preocupado por el destino de las capas de hielo más grandes en el oeste de la Antártida, ya que están mostrando mayor vulnerabilidad.
A ese respecto, dijo que él y otros científicos vigilarán de cerca cómo se propaga la grieta a lo largo de Larsen C, porque, esencialmente, es un gran laboratorio natural que permitirá ver lo que sucede en otras partes del hielo antártico.
Christophe Kinnard es un glaciólogo canadiense y profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Quebec en Trois-Rivières
En entrevista con Radio Canadá, recuerda que el bloque tiene unos 200 kilómetros de largo, y está conectado a la barrera a una distancia de solo 5 kilómetros. Ya, los icebergs Larsen A y B se separaron, dijo Christophe Kinnard, profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Quebec en Trois-Rivières.
Los trabajos realizados en las plataformas Larsen A y B han demostrado que la última en desintegrarse fue la B que se había mantenido estable durante al menos los últimos 10 mil años. Así que este es un evento extraordinario.
-Christophe Kinnard
Él explica este hecho por la tendencia al calentamiento.
El océano y la temperatura se calientan. Estos dos factores están debilitando las plataformas en la superficie y por debajo. El equilibrio entre los glaciares del continente y la parte flotante se rompió.
Los dos escenarios cuando el bloque de hielo de 5 000 km se separe
“Hay dos escenarios. O continua y se une al Atlántico Sur en un solo pedazo o termina como las barreras de Larson A y B que se desintegraron hace una docena de años y en varios pedazos. Lo que forma una especie de ejército de pequeños icerbergs. Pero en un caso como en el otro podría representar un peligro potencial para la navegación marítima en el Atlántico Sur”.
-Christophe Kinnard
Al desaparecer las barreras las consecuencias se verán en el desplazamiento de los glaciares hacia el océano. Estos glaciares son capaces de hundirse más rápidamente, de descargar más hielo en el océano y en ese momento contribuirá a aumentar el nivel de los océanos más rápidamente indica el profesor Christophe Kinnard
Fuente: http://www.rcinet.ca/es/2017/07/07/cientificos-esperan-desprendimiento-del-enorme-glaciar-en-la-antartida/