MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Cómo era el proyecto de zonificación minera que se publicó en 2011

Chubut.-El documento, al que se le endilgan errores metodologicos, aparecio dias antes de la salida de Das neves de la gobernación.

El Mapa Ambiental Minero establecía que en el 84% de la superficie chubutense era factible el desarrollo minero. Sin embargo, en el proceso de recolección de datos se detectaron vacíos e inconsistencias entre diferentes áreas de Gobierno.
En los primeros días de diciembre de 2011, el gobierno de Mario Das Neves difundió a través de la web del Gobierno del Chubut un proyecto de zonificación minera. En rigor, se trata de una memoria técnica con fecha de marzo de ese año con la dirección de la Secretaría de Hidrocarburos y Minería, en aquel momento a cargo del contador Luis Tarrío, hasta la semana pasada secretario de Hacienda de Puerto Madryn.
A través del Sistema de Información Geográfica para el Ordenamiento Ambiental Minero de Chubut (SIGOAM) se propuso un modelo de mapa ambiental determinando en qué zonas era factible la minería y en cuáles había riesgo, e incluso en qué zonas eran intangibles (como la Península Valdés).
La zona intangible y de sensibilidad social “muy alta” corresponde al 6% de la superficie provincial; con sensibilidad “alta” el 10% del territorio; con sensibilidad “media” el 13%; “baja” el 24% y “muy baja” el 47%. Para esta Memoria Técnica, el 84% de la superficie chubutense tendría condiciones aptas para explotaciones mineras.
Las zonas intangibles son la Península Valdés, los parques nacionales de la cordillera y también Punta Tombo, puesto que se tratan de áreas protegidas (la primera, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO). La Meseta Central quedaba dentro del 84% de superficie con sensibilidad social “muy baja”.
Sin embargo, hay algunas observaciones en cuanto a la metodología con la que se recolectaron los datos. La Fundación Patagonia Tercer Milenio presentó algunas críticas “en virtud de sus carencias y vicios de elaboración”, que incluso la misma Memoria Técnica detalla en su fundamentación.
“INFORME FLOJO”
Esta Memoria Técnica señala que la información disponible o accesible en el sector público presenta grandes dispersiones de esfuerzos con diversos niveles de organización, de detalle y de actualización, además de la existencia de importantes vacíos de información. De los 14 mapas consultados, sólo la mitad estaban actualizados.
Esto puede deberse a la reducida disponibilidad de recurso humano especializado, una escasa inversión en investigación y desarrollo y también a una baja valorización del posicionamiento geográfico de la información, describe el proyecto de zonificación publicado en 2011.
Otras salvedades que hacía la propia Memoria Técnica eran la “reducida tasa de intercambio de información condicionando una excesiva (y onerosa) duplicidad de esfuerzos para la generación de información similar, y la resultante incompatibilidad de datos por falta de estándares o acuerdos generalizados de trabajo”.
La Fundación Patagonia Tercer Milenio rechazó el Mapa Ambiental Minero realizado a través del SIGOAM, remarcando especialmente que debe quitársele las pretensiones de que con ese mapa se conforme la zonificación minera.
“Pretender finalmente que tales áreas, producto de un dibujo generado a través de un SIG mal alimentado e inadecuadamente trabajado, pueda vincularse con los alcances, en forma total o parcial, de las prohibiciones que establece la ex Ley 5.001 (actual Ley XVII N° 68), resulta un intento forzado de malinterpretación de los alcances de un trabajo a todas luces parcializado en su ejecución, insuficiente en su elaboración y, por tanto sólo útil para considerar que con él se comienza a tratar un tema que deberá tener un desarrollo mucho más serio y completo que el acá analizado”, sostenía la Fundación.