En los últimos años el mundo comparte una preocupación: hacer más ecológicas las fuentes de energía que potencian la vida moderna.
Las razones son varias, pero entre ellas hay una que urge a un cambio, y es un horizonte en el que los combustibles no renovables se acabarán (o serán demasiado costosos de extraer). Además, asociado a los combustibles tradicionales está también un elevado nivel de polución que genera su consumo.
El hecho es que, hoy en día, la producción energética a nivel global es, mayormente, anti-ecológica y no difiere mucho de cómo era décadas atrás.
Según EIA (U.S. Energy Information Administration), en los Estados Unidos el 67 % de la producción total de energía proviene de combustibles fósiles(carbón, gas natural y petróleo). La energía nuclear aporta un 20 %, la hidroeléctrica sólo un 6 % y la sumatoria de fuentes eólicas y solares apenas supera el 5%.
En Argentina, datos oficiales de 2012 informaban que la matriz energética estaba compuesta en un 88% por combustibles fósiles (principalmente gas natural y petróleo), con contribuciones marginales de fuentes hidráulicas (4%) y nuclear (2%).
Sin embargo, esta es una “época bisagra”, porque la tendencia mundial es hacia evitar la dependencia de las fuentes de energía tradicionales. No se trata de una transformación que se pueda realizar de un día para el otro, porque implica dejar de lado el componente central de la matriz energética actual.
En el ámbito local, 2017 fue declarado como el “Año de las Energías Renovables” a nivel nacional y es el punto de partida para el proyecto –apoyado en la ley 27.191– de cubrir el 20% de la demanda energética argentina con fuentes renovables para 2025.
La ciudad sustentable
Aunque la mayoría de los grandes proyectos son a mediano y largo plazo, hay muchas comunidades que mediante esfuerzo colectivo y acertada gestión pública ya pueden exhibir logros impresionantes. Y se posicionan como ejemplos a seguir.
Recientemente, en Estados Unidos, la ciudad más grande del estado de Vermont, Burlington, con 42.000 habitantes, se posicionó como la primera en funcionar al 100% con fuentes de energía renovable, tanto eólica como hidráulica y biomasa.
Esto se logró tras años de trabajo, con el conjunto de esfuerzos públicos y privados. Todo arrancó después de que las autoridades de la ciudad notaran que al utilizar energía limpia no sólo beneficiarían al medio ambiente, sino que sería un proyecto viable en el aspecto financiero.
Se prevé que con las nuevas medidas y sistemas implementados se reduzcan las emisiones de gases efecto invernadero, y en los próximos 20 años se logren ahorrar u$s20 millones, de acuerdo al director de recursos de energía de Burlington Electric, Ken Nolan.
La ciudad produce una gran parte de su energía a través de plantas hidroeléctricas, que aprovechan la presión del agua de turbinas subterráneas para generar electricidad.
El 45% la genera una planta de biomasa que quema madera de desecho y genera energía convirtiendo el calor en vapor. Si bien este tipo de generación es totalmente sustentable, porque utiliza recursos que se regeneran, hay discusiones sobre su impacto ecológico.
Actualmente la ciudad depende de una matriz energética compuesto por:
– Biomasa (en un 45%).
– Hidroelectricidad (30%).
– Eólica (24%).
– Solar (1%).
Si en alguna ocasión la producción energética se ve excedida, por ejemplo que en alguna temporada del año haya mucho viento para los aerogeneradores, el excedente se podrá vender a otras ciudades.
Taylor Ricketts, de la universidad de Vermont, asegura que hay que difundir el éxito de Burlington para que otras ciudades la tomen como ejemplo y participen con grandes acciones contra el cambio climático.
Ahora todo el estado de Vermont planea seguir los pasos de esta destacable ciudad y hacia el año 2050 adoptar energía renovable al menos en un 90%, incluyendo la electricidad, la calefacción y el transporte.
Otras ciudades y países “renovables”
Si bien la transformación energética puede llevar un tiempo en realizarse, los primeros pasos se están dando en todo el mundo. A continuación, algunos ejemplos comunidades pequeñas, medianas y enormes que, cada una a su modo, enfrenta el desafío energético.
1. Aspen: electricidad 100% limpia
Esta ciudad, enclavada en el estado de Colorado, Estados Unidos, y rodeada por montañas, es famosa por ser uno de los mejores lugares para esquiar en nieve.
La red eléctrica se alimenta de las plantas hidroeléctricas Ruedi Dam y Maroon Creek (46%); de la energía eólica que llega de cuatro parques eólicos ubicados en Nebraska y Dakota del Sur (53%); y de gas proveniente de vertederos o rellenos sanitarios (1%). Además, el gobierno instaló un sistema de paneles solares térmicos para el suministro de agua caliente en casas y edificios.
2. Costa Rica: energía del agua
Costa Rica logró abastecer su demanda de electricidad con 98,12% de fuentes renovables en 2016, con una de las matrices energéticas más limpias del mundo.
El país centroamericano se sustenta en una serie de plantas hidroeléctricas, que se complementan con otros recursos.
La matriz eléctrica incluye agua (74,35%), geotermia (12,74%), viento(10,3%), biomasa (0,72%), sol (0,01%) y combustibles fósiles (1,88%).
3. Bonaire: paraíso turístico 100% renovable
Bonaire, una isla caribeña con una población de sólo 14.500 habitantes, pero que es visitada por unos 70.000 turistas cada año.
Al ser una isla, Bonaire solía depender de generadores dieselextremadamente caros y contaminantes, varios de los cuales fueron destruidos en un incendio.
Entonces, la crisis dio lugar a la oportunidad: ahora se utiliza una combinación entre energía eólica y almacenamiento en baterías. Siguen existiendo generadores diesel como medida de resguardo, pero ahora se los alimenta con biocombustible producido a base de algas.
4. California: innovación y sustentabilidad
California ya ha tenido un crecimiento explosivo tanto en su energía solar y eólica, como en el mercado de autos eléctricos.
En la ciudad de San Diego, este crecimiento se ha transformado en un esfuerzo para conseguir una comunidad que utilice un 100% de energías renovables de aquí a 2035.
San José, en el corazón de Silicon Valley,es uno de los lugares líderes a la hora de hablar de innovación tecnológica. Su meta es lograr que toda su electricidad sea producida con energías renovables de aquí a 2022.
La energía solar juega aquí un rol preponderante, dadas las excelentes condiciones climáticas de la zona.
San Francisco, por su parte, ya se abastece en un 41% por electricidad renovable, en gran parte gracias a la cercanía de represas hidroeléctricas. Pero avanzará hacia el 100% para 2020.
5. Munich: electricidad 100% renovable en 2025
Munich, con una población de alrededor de 1,35 millones de personas, es la tercera ciudad más grande de Alemania.
El objetivo de ser totalmente sustentable para 2025 se tomó en 2008 y, por la gran magnitud de la ciudad, será un hito de gran importancia.
Como el avance es gradual, las autoridades informan que actualmente la electricidad generada de manera renovable equivale actualmente a un 37%del total.
6. Sidney: reducir emisiones en un 70% en 2030
Esta gran ciudad de Australia también se ha incluido en este viaje hacia las energías renovables. Actualmente están trabajando para reducir emisiones que propician el efecto invernadero en un 70% de aquí al año 2030, y la ciudad se ha propuesto que un 30% de la energía utilizada en la ciudad provenga de fuentes renovables.
Estas ciudades y comunidades dan evidencia de una tendencia a nivel global y que a largo plazo resultará muy positiva para el planeta. La reducción en las emisiones de carbono será buena para el medio ambiente y la diversificación de fuentes energéticas también puede impactar favorablemente en los costos de las industrias.