Dos comunidades mapuches que ocupan territorios limítrofes con La Pampa denunciaron estos días que «están en riesgo de desalojo» ante la reactivación de causas por usurpación. Son las comunidades Pino Quiñe, ubicada en La Japonesa (frente a Gobernador Duval) y Newen Curruf, en inmediaciones de Catriel (Río Negro). Un tercer asentamiento, ubicado dentro de la localidad de Catriel «ya resistió al menos cuatro intentos de desalojo», añadieron.
En los tres casos son ocupaciones que provocaron causas judiciales. En La Japonesa se encontraban aguardando la realización de «un relevamiento dispuesto por orden judicial, pero recientemente la empresa demandante apeló esa decisión» comentó Orlando Carriqueo, del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro, citado por el diario Río Negro
Los desalojos en Casa Nueva (el campo de Etchevehere, en Entre Ríos) y de Guernica (Buenos Aires) reavivaron una antigua problemática que afecta a muchas provincias y descubre como causa principal las dificultades para el acceso a la tierra en nuestro país. En coincidencia con estos recientes fallos judiciales, el viernes pasado la Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche denunció una «avanzada» de la justicia rionegrina y el gobierno de Arabela Carreras (Frente de Todos) para impulsar «nuevos desalojos en todo el territorio rionegrino».
Muchos juicios.
La organización indígena recordó que hace poco fue desalojada la comunidad Gallardo Calfú en El Foyel y «también se encuentra amenazada la comunidad de Alvarez Nuñez, en el Valle Medio». Carriqueo denunció que el gobierno rionegrino «pretende desplazar a las comunidades» y aseguró que la lof We Newen, instalada en el casco urbano de Catriel «durante el último año resistió al menos cuatro intentos de desalojo».
Con excepción de La Pampa (hasta ahora) todas las provincias patagónicas enfrentan una grave problemática por la toma de tierras, que no se circunscribe solo a la zona cordillerana. En Bariloche sigue activa una causa contra la comunidad Buenuleo, aunque un reconocimiento territorial del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (Inai) frenó el desalojo, y también hay varios expedientes relacionados con la toma de tierras en Villa Mascardi, que corresponden al Parque Nacional Nahuel Huapi.
Una de estas causas provocó una orden de desalojo y restitución de una propiedad del Obispado de San Isidro (la cabaña Hueche Ruca y varias hectáreas lindantes en Villa Mascardi) pero el mandato judicial se suspendió a pedido de la propia iglesia. Los ocupantes (la lof Lafken Winkul Mapu, que ingresó al predio el 1º de abril, en plena cuarentena) enviaron una carta al Papa Francisco, advirtiendo sobre eventuales consecuencias fatales: «la comunidad está dispuesta a resistir el desalojo», escribieron. El obispado pidió al juez Martín Arroyo (Bariloche) que frenara el operativo para evitar incidentes. Hace tres años. en el marco de un intento de desalojo también en Villa Mascardi terminó asesinado el lonco Rafael Nahuel, crimen que todavía no tiene culpables.
Problemática extendida.
Lejos de reducirse a una región las ocupaciones resultan una problemática cada vez más extendida y recurrente. Además de los recientes operativos en Buenos Aires y Entre Ríos, hace poco más de un mes en Mendoza, un centenar de personas intentó usurpar terrenos en inmediaciones del barrio Lihué (Guaymallén) pero un operativo policial se los impidió. La justicia estableció que todos eran vecinos de barrios cercanos y reclamaban el acceso a viviendas.
Y en Jujuy hace pocos días fue detenida Anastasia García (funcionaria nacional de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena), durante el desalojo de unos terrenos usurpados en Los Alisos. Los ocupantes, miembros de la comunidad Tusca Pacha, fueron corridos a pedido de la compañía Sucre SRL.
Hace unos tres meses, Juan Grabois había anticipado el incremento de las tomas de tierras. A principios de agosto, en diálogo con El Destape, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) profetizó: «hay una oleada de tomas de tierras que se va a profundizar, porque la gente no va a querer seguir viviendo hacinada con el coronavirus dando vueltas». Con el correr del tiempo, su vaticinio parece confirmarse.
Fuente: http://www.laarena.com.ar/la_pampa-ocupan-tierras-en-limite-de-la-pampa-2141232-163.html