Convocado por la fundación Osde llega a nuestra provincia el periodista Sergio Elguezábal. El lunes, a las 20, el productor y conductor del programa TN Ecología (1995-2014) y Efecto Mariposa estará al frente de la conferencia “Nuevos tiempos, nuevos modos”, a desarrollarse en el auditorio de la filial local de Osde (Buenos Aires 251).
En diálogo con Nuevo Diario brindó detalles sobre las temáticas a abordar en la charla; el nuevo paradigma sobre el cuidado ambiental; las acciones para frenar las consecuencias del cambio climático, el papel de los comunicadores y de la sociedad en general y su relación con la reaparición de enfermedades erradicadas.
-ND ¿Cuáles son las temáticas a tratar durante la conferencia?
-S.E. La idea es hacer planteos sobre el consumo responsable, sobre los nuevos trabajos que quedarán atrás y los que vienen, cómo será la característica de esos nuevos trabajos, qué debiéramos o por dónde debiéramos empezar a discutir los temas de la educación que también resultan centrales. Cómo vivir en las ciudades, dado que ya el 90% de las poblaciones en Argentina se han trasladado del campo a la ciudad y este es un fenómeno que se repite en el mundo entero. Todo esto forma parte de la conferencia y de los cambios que intentamos propiciar desde el lunes.
-ND: Argentina propuso como parte de la agenda del G20 el desarrollo sustentable ¿considera que se está tomando conciencia sobre los riegos que puede acarrear o que ya se observan del cambio climático?
-S.E. De a poco lo van haciendo. Creo que las zonas que son afectadas por diferentes eventos son aquellas que toman mayor conciencia e invitan a desarrollar acciones más urgentes.
Desde el lado de Argentina hay un discurso un poco contradictorio que alienta las energías renovables, la separación de la basura y tantas cosas ligadas a este nuevo paradigma; pero por otro lado, todavía seguimos atados a viejas prácticas, como la explotación en Vaca Muerta, con lo que eso significa por la cantidad de energía y recursos que hay que poner ahí, que podrían destinarse al desarrollo de energías limpias, amigables con el medioambiente.
Si me preguntan si hay conciencia, estamos arrancando. Falta mucho. Necesitamos salir a explicarlo de un modo muy llano, muy sencillo, necesitamos dejar la idea de que juntando tapitas vamos a salvar el mundo. Eso ya no alcanza.
Además de hacer eso, necesitamos tener una visión transversal de lo que nos pasa. Que atienda a lo que hacemos con nuestro trabajo, cómo nos educamos, cómo vivimos, cómo elegimos, cuál es la característica de los vínculos personales que ejercemos.
Estamos invitados a revisar todas las conductas y frente a un desafío que es cambiar para mejor, para tener sociedades más inclusivas, más saludables.
-ND: ¿Qué transformaciones ha sufrido el paradigma que apela al cuidado del medio ambiente?
-S.E. Vivimos la transición de un paradigma que ha quedado obsoleto a uno nuevo, donde muchas personas confiamos y ponemos grandes expectativas. Pero otro lado, las cifras nos indican que no va a ser posible seguir haciendo las cosas pensado que vivimos en un planeta infinito. Nuestro contorno es finito. Tiene límites determinados, por eso no se puede producir y consumir inacabadamente; necesitamos revisar esos patrones, reconsiderar cómo lo estamos haciendo.
El crecimiento poblacional es otro índice que necesitamos atender con premura porque ese crecimiento ya no es lineal, sino exponencial. Por lo tanto, hoy somos 7800 millones, pero en el 2050 vamos a ser 9 mil millones. Este año nacerán 100 millones de personas y va a morir, solamente la mitad; por lo tanto, vamos a seguir creciendo.
Necesitamos organizarnos de un modo mejor. Atender los postulados que tienen que ver con ser sostenible, con ser sustentable. La sustentabilidad es la armonía entre el entorno y las personas.
-ND: En base a sus conocimientos ¿cuáles son las zonas más afectadas por el cambio climático en Argentina?
-S.E. Todos los sectores de Argentina van sufriendo los primeros efectos. Lo más conocido es lo que ha ocurrido en Buenos Aires con lluvias, como no se habían tenido antes; la sequía que afectó a los cultivos y después una lluvia y caída de agua que, de algún modo impidió que ingresen las máquinas a cosechar lo último que había.
La gran sequía y la desertificación que se vive en el sur del país también resultan notable y en el Norte, tienen muy a mano lo que ha significado la deforestación y el uso abusivo de los terrenos.
Necesitamos observar todo ese fenómeno con cierta amorosidad, porque creo que, quienes diseñaron estos modos de producir, de consumir; cuando lo hicieron, desde la revolución industrial para acá, lo hicieron pensando que era lo mejor para las generaciones presentes. Pensaron que iba a garantizar trabajos de calidad, la educación necesaria, la justicia para todos.
-ND: El rebrote de enfermedades, como el sarampión y la rubeola ¿pueden ser consecuencia del cambio climático?
Hay consecuencias asociadas porque evidentemente las condiciones no son las mismas que históricamente existieron en un determinado lugar. Pero lo podríamos ligar más directamente con el paradigma presente. Muchas enfermedades tienen que ver con la movilización de poblaciones y mercancías alrededor del mundo.
-ND: ¿Qué se puede hacer desde el periodismo para impulsar cambios?
-S.E. Mucho. Más que desde el periodismo, yo diría desde la comunicación. Me parece que tenemos más posibilidades de hacer los comunicadores que los medios, según esa concepción tradicional, en donde había pocos y muy determinantes y audiencias quietas.
Este mundo de tanta interrelación nos propone una relación diferente, más interactiva, más ‘prosumidora’. Las audiencias son efectivamente consumidoras de contenidos pero también resultan auditoras y, en muchos casos, forman parte del desarrollo y relación de contenido. Aportan miradas, datos, conceptos; robustecen el mensaje.
Hay una línea interesante que tiene que ver con el periodismo ‘performático’. Es decir, tomar herramientas del cine, el teatro, la televisión y hacer presentaciones públicas que puedan conmover a los ciudadanos. Con los datos, con la investigación periodística con la estadística que nos da el periodismo pero mechada con otro actores que puedan darle a esa información algo más atractivo.
Me parece que tenemos que trabajar mucho en generar una empatía con los que leen los diarios o escuchan la radio, una empatía diferente que, de algún modo se ha perdido. Los medios necesitan y los periodistas-en particular-necesitamos recuperar la reputación perdida. Esto lo vamos a hacer si podemos encontrar formas novedosas de desarrollar los hechos y contarlos de entrelazarlos, pero también si tenemos un compromiso fuerte frente a lo que le pasa a la mayoría de los ciudadanos. Tenemos que atender esas expectativas y esos anhelos de las audiencias para reconectar con ellos.
Me parece capital hacer el ejercicio de volver a preguntarnos todo de nuevo y mostrarnos un poco más vulnerables frente a todos, y no con esta arrogancia que era tan típica del periodismo que hemos ejercido hasta los 90’ o el 2000 más o menos.
Fuente: http://www.nuevodiarioweb.com.ar/noticias/2018/05/24/150207-elguezabal-juntar-tapitas-para-salvar-al-mundo-ya-no-alcanza