MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Neuquén (La Mañana Neuquén). Los vecinos deberán diferenciar los residuos húmedos de los secos.
En poco más de seis meses, los neuquinos deberán cambiar sus hábitos a la hora de tirar la basura y tendrán que empezar a separar los residuos secos de los húmedos. Será cuando entre en funcionamiento el Complejo Ambiental Neuquén, cuya construcción fue acordada ayer con la firma Cliba, ganadora de la licitación lanzada por el Municipio.
Los desechos  húmedos continuarán con el proceso actual en el centro de disposición final, y los secos pasarán a una planta de clasificación y recuperación, donde se reciclará la basura a través de diversos métodos de tratamiento.
Alejandro Hurtado, director de Protección Ambiental del Municipio, explicó que los vecinos deberán tener la responsabilidad de separar en sus viviendas lo que tiran a la basura. Por un lado, arrojarán los residuos orgánicos y desechos de alimentos, y, por el otro, los secos para reciclar. En sus casas deberán tener dos bolsas separadas. Los materiales secos deberán ser sacados dos veces a la semana para que los recolectores los lleven a la planta de clasificación.
“Habrá días de recolección de residuos secos y otros, de húmedos. No habrá doble cesto ni tampoco bolsas de color. Simplemente, por ejemplo, el martes y jueves se recoge el seco, y si alguien saca el húmedo se recolectará igual, aunque de algún modo va a entorpecer el trabajo que se hará en la planta”, describió el funcionario.
La idea es hacer las campañas de concientización necesarias para que el día que se ponga en marcha todos los vecinos tengan claro qué hacer.

Proceso
El proceso, uno de los pocos que tendrá el país -similar al que en la actualidad funciona en la ciudad de Santa Fe-, estará en manos de una cooperativa de trabajadores que se conformará con las personas que actualmente trabajan en el basural recolectando los residuos que arrojan los neuquinos.
Actualmente son entre 200 y 250 las personas que trabajan en la basura separando los residuos. Con este nuevo sistema estarán organizados y desempeñarán sus tareas en un galpón, con condiciones de higiene, seguridad, baños y ropa adecuada.
“Desde el punto de vista social, para la gente que trabaja en el cirujeo y recolección de basura, es un gran progreso, se logrará un aprovechamiento de la basura. Vamos a pasar de un subaprovechamiento de la basura a uno intensivo. Mejorarán las condiciones para estas 250 personas que trabajan ahí. Respecto de lo que se hace ahora, puedo decir que es un excelente tratamiento; es el segundo mejor basurero del país con una membrana de impermeabilización que no permite filtrar los líquidos de la basura”, describió el intendente, Horacio Quiroga.
Durante la presentación del proyecto se aclaró que, una vez que se ponga en funcionamiento la planta de clasificación, se prohibirá de manera tajante el ingreso al centro de disposición final a cualquier persona: “De ninguna manera podrán ingresar a las celdas como pasa ahora. Solo lo hará el personal que trabaja ahí”, advirtió el intendente.
Quiroga consideró muy importante que los vecinos de la ciudad no solo tomen conciencia de la correcta gestión de los residuos que deberán hacer en sus casas como generadores primarios, sino también subrayó como imprescindible terminar con las conductas desaprensivas e irresponsables de los vecinos, quienes generan microbasurales clandestinos en cualquier punto de la ciudad.
“Podemos tener el mejor sistema, pero si queremos ser la ciudad más limpia de la Patagonia tenemos que terminar con estos microbasurales”, dijo Quiroga.

Qué tendrá el Complejo Ambiental Neuquén

NEUQUÉN
El nuevo contrato de concesión propone un gran cambio en el centro que dispone Cliba en la meseta. Allí no solo estará la planta de clasificación y recuperación de residuos sólidos a través de la cual se podrán reciclar todos los desechos urbanos secos, sino también contará con otras opciones para el tratamiento y reutilización de la basura.
Se construirá un galón de acopio que tendrá una superficie mínima de 300 metros cuadrados con sanitarios para hombres y mujeres, allí se capacitará y se asistirá técnicamente a los trabajadores de la cooperativa.
Contará con una planta de compostaje que podrá procesar 10 toneladas diarias. La misma recibirá residuos de poda y de generadores de basura orgánica que permitirá seguir su trazabilidad como los desechos del como el Mercado Concentrador.
Se mantendrá la planta de biogás con la que actualmente se genera energía para todo el CAN, y se tiene como objetivo ampliar esta capacidad de energía para distribuirla a otros puntos.
También habrá un vivero que se construirá con materiales recuperados como las botellas PET y las cubiertas. El objetivo es que del vivero se generen árboles para los espacios verdes de la ciudad.
La empresa deberá construir un SUM destinado a la capacitación de los trabajadores y que sirva también para las visitas guiadas de estudiantes a quienes no solo se les contará qué se hace en el lugar, sino también tendrá el fin de generar conciencia ambiental en los más chicos. Asimismo, habrá una oficina destinada a la inspección municipal del complejo.