Por Nicolás Zañartu Bonnefon. Investigadores descubrieron una nueva población de la ranita de Mehuín (Insuetophrynus acarpicus), uno de los 100 anfibios evolutivamente más únicos del mundo, y posiblemente el único miembro viviente de la familia Rhinodermatidae, junto a la ranita de Darwin. El descubrimiento fue en el área privada protegida Refugio de Ranitas Aldea del Viento y se publicó en la revista científica Oryx, realzando la importancia de la colaboración entre privados y conservacionistas para la protección de las especies. Aquí te contamos más detalles.
En 2018, la ONG Ranita de Darwin creó un programa de conservación de tierras llamado #YoProtejoMisRanitas. En él, buscaban formar alianzas de largo plazo con dueños particulares de terrenos donde hubiera hábitat apropiado para la conservación de anfibios amenazados. Fue así como en 2020, el terreno de siete hectáreas llamado «Refugio de Ranitas Aldea del Viento», ubicado en Los Pellines, se unió al programa.
Cuatro años después, se publica un artículo científico en la revista científica Oryx, en el que se describe este terreno como una nueva localidad para la ranita de Mehuín (Insuetophrynus acarpicus), un anfibio micro endémico de Chile, que solo se puede encontrar en un puñado de localidades en la Región de Los Ríos.
Las ranitas fueron halladas en abril del 2020 en uno de los dos esteros que cruzan por la propiedad. Sebastián Miranda, dueño del predio donde fue encontrado el anfibio, relata:
«Estábamos haciendo una planificación predial, que es una recolección de datos sobre la flora y fauna, bosques más antiguos, estado de los bosques, etc. En eso, apareció la ranita. Fue un hallazgo que a todos nos llenó de entusiasmo. Enseguida le mandamos las fotos a Andrés Valenzuela de la ONG Ranita de Darwin, quién nos confirmó la especie. Nunca pensamos que íbamos a encontrar a la ranita de Mehuín, ni menos que fuese una especie tan poco estudiada. Desde entonces reforzamos nuestro convenio con la ONG Ranita de Darwin para hacer un monitoreo mucho más constante de las ranitas, lo que nos permite medir permanentemente la población y así poder levantar información científica relevante».
La ranita de Mehuín se caracteriza por ser de tamaño medio (unos 5 centímetros), tener un cuerpo rechoncho, de color café o verdoso con manchas doradas irregulares, y rayas en las patas traseras. Sus ojos son saltones, con el iris dorado y la pupila vertical.
En total, se encontraron cinco ranitas de Mehuín en un tramo de 200 metros. Los ejemplares estaban bajo piedras al borde o dentro del estero. «Observamos condiciones óptimas para los parámetros de su hábitat», dicen en el paper. Con este descubrimiento, el Refugio de Ranitas Aldea del Viento se convierte en la octava localidad descrita para este anfibio.
Andrés Valenzuela, miembro de la ONG Ranita de Darwin quien participó en la investigación, comenta que «la ranita de Mehuín está en una mala situación desde el punto de vista de conservación. Sus amenazas no son del todo conocidas, pero entre lo principal está la pérdida de hábitat, posiblemente el hongo quitrido, y el cambio climático«.
Según los investigadores, la ranita de Mehuín es uno de los 100 anfibios más evolutivamente únicos, y es posiblemente el único miembro viviente de la familia Rhinodermatidae junto a la ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii). Esto quiere decir que esta ranita tiene muchas diferencias genéticas con el resto de especies de ranas.
Además, se menciona que aspectos de su ecología e historia natural siguen siendo desconocidos para la ciencia, dificultando la toma de medidas para su conservación. Valenzuela afirma que, a día de hoy, «el Refugio de Ranas Aldea del Viento es una de tan solo dos áreas protegidas donde es posible avistar a este anfibio«, siendo la otra el Parque Nacional Alerce Costero.
El estudio también demuestra que las relaciones a largo plazo entre dueños de predios privados y conservacionistas es una herramienta efectiva para proteger el hábitat de anfibios amenazados. «Esto resulta particularmente relevante en el caso de las especies evolutivamente únicas, que son muy susceptibles a la extinción local a causa de pérdida de hábitat» explican.
La ranita de Mehuín se considera como una especie en peligro debido a su reducido rango de distribución (tan solo 1323 kilómetros cuadrados), sus poblaciones aisladas, y el continuo declive de la extensión y calidad de su hábitat.
Fuente: laderasur.com