Claro que este foro no tiene la desmesurada expectativa de convertirse en el órgano legislativo de la provincia del Chubut, pero en una democracia participativa, como conocedores de la realidad de la provincia, particularmente de la meseta, y de los ciudadanos que la habitamos, dados los lugares de responsabilidad que nos caben a los aquí firmantes: propiciamos llegar a los mayores niveles de decisión política de la provincia, confiados en que  será el conocimiento científico, y no las pasiones coyunturales, lo que terminará definiendo el impulso a una actividad que es madre de industrias y que marcará, un antes y un después, para los habitantes de esta región aun olvidada de las decisiones trascendentales.

No firmamos cheques en blanco ni relegamos ninguna temática en nuestra agenda. Somos en efecto continuadores de los históricos reclamos chubutenses por un medio ambiente equilibrado. Somos la ley 5001, que no tuvo la intensión de prohibir la actividad minera, sino de establecer las zonas donde esta se pudiera desarrollar de manera sustentable. Somos también los firmantes de la Cumbre Ambiental de 2017 que abogó a favor de la energía limpia y de los mayores estándares de  calidad ambiental.

Con todos estos antecedentes y con un trabajo silencioso y comprometido, podemos concluir que consideramos hoy posible encontrar los mecanismos que garanticen un excelente y efectivo control ambiental sobre el sector minero, transparentando los procesos mediante la participación de vecinos de nuestras comunidades junto a la autoridad provincial en la materia.

La cuestión del agua resulta muy importante para nosotros. El propio estado provincial tiene estudios que ha realizado y que nos permiten conocer con detalle las reservas y la calidad del agua existente en los ríos y acuíferos de la provincia. De esta manera podemos analizar con solvencia los informes del impacto ambiental de todo proyecto minero al momento que se presenten.

Las cantidades requeridas y las disponibilidades hídricas de la región en función de todos los usos del agua (donde el consumo de las poblaciones, para los animales y la agricultura existente son usos prioritarios) como así también los valores naturales del agua que no pueden ser modificados más allá de lo que establecen las normas vigentes, todo, deberá formar parte de las cuestiones a considerar por el estado provincial, ya sea para la aprobación o rechazo del pedido, fundado en parámetros científicos verificables.

Hemos conocido, y ha tomado estado público, la enorme potencialidad minera de nuestra meseta, la que paradójicamente exhibe los mayores índices de pobreza de nuestra provincia.

Es momento entonces, que la dirigente política no reniegue de la enorme riqueza que la naturaleza nos otorgó, la que no es solo nuestra sino de todo Chubut.