Neuquen: El furor por las huertas orgánicas llegó a los balcones

Una muestra del boom agroecológico urbano a baja escala que se vive en Neuquén se pudo ver hasta ayer en la globa que los huerteros que participan en el programa provincial Proda montaron en Avenida Argentina, en donde vendieron –a precios muy módicos- los más de 10 mil plantines de verduras y plantas aromáticas orgánicas que produjeron durante los últimos meses.

Si bien la instalación de la globa fue anunciada oficialmente, el precio de los plantines y la calidad de los productos circuló de boca en boca entre miles de vecinos que ya el viernes dejaron prácticamente sin stock a los huerteros.

Según contó Luciana Burlando, una joven que alterna su pasión por los almácigos con el cuidado de niños, la repercusión de la muestra evidencia que cada vez más gente quiere tener sus propias verduras. Y no solamente eso, sino que casi todos ellos lo quieren hacer de forma ecológica.

A la par que vendían los plantines, los huerteros difundieron consejos y sugerencias para evitar que las plagas dañen los productos, de modo tal que la sustentabilidad esté garantizada de principio a fin.

Confección de compost, aromáticas trituradas y mezcladas, entre otras cosas, permiten que la producción orgánica pueda hacer efecto. Los huerteros cuentan que trabajar la tierra no requiere mucho sacrificio, ni siquiera demasiado tiempo de dedicación. La ecuación es simple: con muy poco se gana mucho, tanto en el aspecto financiero de la economía doméstica como en la relación atractiva que plantea el trabajo artesanal con la tierra.

Los que tienen un espacio en el patio de su casa o un pequeño sitio disponible en el balcón pueden perfectamente sacarle el jugo a la horticultura. Para unos y otros están disponibles, además, los consejos y el asesoramiento técnico del personal del Proda.

El Proda (Programa de Desarrollo Agroalimentario) pertenece al Ministerio de Producción. Y la globa fue montada como parte de las actividades del plan Neuquén Primavera Productiva.

Desde el jueves y hasta ayer fue posible adquirir distintas variedades de tomates, pimientos, berenjenas, lechugas, rúcula, albahacas y otras especies hortícolas. También se ofrecieron macetines de aromáticas y plantas florales producidas en las huertas del Proda.

Todo lo recaudado en la comercialización quedó para los huerteros. Ellos mismos decidieron el modo de repartir las ganancias o bien invertir el dinero en la adquisición de herramientas.

Generar ingresos y pasarla bien

El ministro de Producción y Turismo, José Brillo, visitó la globa de los huerteros y destacó la oportunidad de “mostrar las actividades de unos 50 emprendedores y los 10.000 plantines que han producido, para que sean comercializados a un costo accesible”.

El funcionario remarcó, además, “la participación de instituciones de bien público que aprovechan para generar ingresos con esta actividad”, sin uso de agroquímicos o pesticidas.

Mejores sabores, calidad y colores

“La primera vez que fui a las huertas del Proda del barrio fue por invitación de una amiga, después me propuse ir por sólo dos horas y al final le dediqué gran parte de la semana”, dice Mónica, una de las huerteras que vendió sus productos en la globa que se instaló en Avenida Argentina.

Luciana Burlando, por su parte, asegura que lo más interesante de su experiencia con la producción orgánica pasó por el trabajo en equipo. En las huertas del Proda, dice, se armó una verdadera red comunitaria en la que no faltan solidaridad, trabajo en equipo y mucho compañerismo.

Elena Regla, otra de las huerteras, contó que en cada venta de algún plantín o macetín en la globa enfatizaron la necesidad de que la planta sea tratada de manera orgánica.

Las mujeres aseguran que la verdura orgánica tiene diferencias significativas con las que se consiguen en los comercios: tienen un color diferente, son más ricas y cien por ciento confiables en el tratamiento que el productor les da desde que siembra las semillas o prepara los almácigos.

Las huerteras dijeron que, desde que trabajan con sus propios productos orgánicos, dejaron de ir a la verdulería y que la economía familiar se sintió más aliviada desde entonces.

Lo que más llamó la atención durante los tres días que duró la feria del Proda fue la cantidad de gente que compró plantines para colocarlos en macetas pequeñas o tubos plásticos en las paredes de sus departamentos o en balcones.

Se trata de una práctica absolutamente posible y que, además, aportas rindes considerables en la producción orgánica.