MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

El guanaco fue incorporado a una lista internacional para su conservación

Santa Cruz.-En los vastos territorios sudamericanos, el animal salvaje enfrenta una lucha por su supervivencia. A pesar de ser un emblema de la región, la caza ilegal y la pérdida de hábitat amenazan su existencia.

En los vastos territorios sudamericanos, el guanaco enfrenta una lucha por su supervivencia. A pesar de ser un emblema de la región, la caza ilegal y la pérdida de hábitat amenazan su existencia. Su inclusión en la Convención sobre Especies Migratorias en el marco de la 14.ª Reunión de la Conferencia de las Partes (COP14, por sus siglas en inglés) ofrece un rayo de esperanza, pero la protección continua es vital para preservar esta especie emblemática.

Con características fisiológicas y ecológicas únicas, el guanaco históricamente se encuentra presente a lo largo del territorio argentino, chileno, paraguayo, boliviano y peruano. Ramiro Ovejero, doctor en Biología e investigador del CONICET, señala que el guanaco es “una especie emblemática de nuestra mastofauna (fauna de mamíferos) sudamericana, que desempeñó un papel vital en la época prehispánica, siendo fundamental para las comunidades aborígenes como fuente de alimento, vestimenta y carga”.

El guanaco es el más abundante de los grandes herbívoros nativos de los pastizales de Sudamérica. Sin embargo, la especie ha experimentado fuertes disminuciones en el número de ejemplares en los últimos 250 años. La alteración de su hábitat llevo a que hoy en día solo queda un 15?% del número original y sus poblaciones se encuentran fragmentadas, debido a la caza ilegal y la pérdida de hábitat amenaza su existencia.

Es válido saber que “el guanaco, gracias a sus migraciones, permite la regeneración del suelo, de las pasturas, favoreciendo la resiliencia del ecosistema, ayudando a almacenar el carbono, desempeñando de esa manera un rol clave para la mitigación y adaptación del cambio climático”, explica Ovejero.

De hecho, durante el mes de febrero de este año, se logró un hito para la protección y conservación del guanaco, ya que el mismo fue incluido en el apéndice 2 de la Convención sobre la conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, en el marco de la 14.ª Reunión de la Conferencia de las Partes (COP14, por sus siglas en inglés) en Uzbekistán.

Este hito contribuirá a fortalecer las iniciativas transfronterizas de conservación entre Bolivia, Paraguay, Perú, Chile y Argentina. Además, alentará a los gobiernos de esos países a elaborar, implementar y mejorar planes sustentables de manejo de la especie. “Se confirmó, además, que las dos grandes amenazas para las especies migratorias son la sobreexplotación y la pérdida de hábitat”, comenta Ovejero.

Que se incluya al guanaco, “fue gracias a la cooperación, la organización de un apoyo multisectorial, para el cual trabajamos sobre la elaboración de la propuesta, que fue después evaluada y enviada a la convención, evaluada por su comité científico, y puesta en escena en esa conferencia para la inclusión de nuestra especie emblemática a la famosa lista”.

El biólogo destaca que la COP14 mostró que las actividades humanas insostenibles “ponen en peligro el futuro de especies migratorias, que son animales que no solo actúan como indicadores de cambio ambiental, sino que desempeñan un papel fundamental manteniendo la función y la resistencia de nuestros complejos ecosistemas en el planeta”, explica.

¿De qué hablamos cuando hablamos de migración?


Se trata del desplazamiento de animales a distancias relativamente largas. Decimos que estos desplazamientos se caracterizan por ser masivos, porque incluyen muchos animales. Son bidireccionales, ya que los animales van y luego vuelven a más o menos los mismos lugares y estacionales porque se vinculan a ciertos cambios en el ambiente, como la caída de nieve, la sequía y son periódicos, repitiendo este ciclo, año a año.
En Santa Cruz, los estudios de monitoreo que se realizan sobre los guanacos que habitan Parque Patagonia, están proporcionando datos de gran calidad relacionados con sus movimientos migratorios.

Para entender los patrones migratorios de los guanacos en Parque Patagonia, Emiliano Donadío, doctor en Ecología y director científico de la Fundación Rewilding Argentina, explica que “entre febrero de 2019 y noviembre de 2023, capturamos y equipamos con radio-collares con GPS y conexión satelital a 45 guanacos adultos”

Según Donadío, se encontró que aproximadamente el 74% de los guanacos del Parque Patagonia presentan comportamientos migratorios. “Machos y hembras migran por igual”, señaló Donadío, destacando que este fenómeno es crucial para comprender la dinámica poblacional y la ecología de la especie.
Los movimientos migratorios de los guanacos ocurren en dos períodos principales del año, principalmente en marzo, cuando los animales dejan las alturas de la meseta del Lago Buenos Aires y se mueven a la zona de cañadones hacia el este, “esta es la migración invernal y la realizan para evitar el clima extremo de la meseta” y en octubre, cuando los animales dejan los cañadones y suben a la meseta hacia el oeste, “esta es la migración de verano y la realizan para aprovechar la abundancia de vegetación tierna y nutritiva que aparece en la meseta luego de que se derrite la nieve acumulada durante el invierno”, explica Donadío.

Donadío afirma que las investigaciones probaron que las migraciones de los guanacos en Parque Patagonia están definidas por el clima y la disponibilidad de alimento. “Hacia principios del otoño, las condiciones climáticas comienzan a ser muy rigurosas en la meseta, por lo cual los guanacos bajan a la zona de los cañadones, donde el clima es menos duro y hay disponibilidad de alimento. Luego, hacia finales de la primavera, los guanacos vuelven a las alturas de la meseta, donde el derretimiento de la nieve acumulada y las temperaturas más benignas dan como resultado una buena cantidad de pastos verdes y nutritivos. Y así este ciclo se repite año tras año”.

Aún así, es interesante saber que algunos animales cambian su comportamiento año a año. “Por ejemplo, un animal puede pasar todo el año en los cañadones y alrededores sin migrar, pero migrar al año siguiente y pasar el verano en la altura de la meseta”.

A las amenazas presentadas anteriormente, en Santa Cruz debemos agregar otra: los alambrados. Sucede que los chulengos (cría del guanaco), que nacieron ese año ‘arriba’ en la meseta y que acompañan a los guanacos que bajan a la estepa, aún no aprendieron a saltarlos. Muchos quedan enredados en los alambres, y cientos terminan muriendo. “Nuestra experiencia indica que removiendo el hilo más alto del alambrado pueden evitarse un gran número de muertes”, explica Donadío.

Las migraciones son de gran importancia para los guanacos en particular y para muchas especies en general y existe una iniciativa mundial para su conservación de la cual Rewilding Argentina es parte. “Un próximo paso en este trabajo incluye combinar información sobre movimientos de guanacos en Mendoza, Chubut, Neuquén y otros sitios de Santa Cruz para entender más acabadamente estos movimientos a nivel nacional, establecer estrategias de conservación para el guanaco y sus movimientos migratorios”.

Queda claro que el guanaco no solo es un símbolo de la rica biodiversidad sudamericana, sino también un actor crucial en la preservación de los ecosistemas que habita. Sus migraciones, cuidadosamente sincronizadas con los ciclos naturales, no solo mantienen la salud de los paisajes que recorren, sino que también revelan la fragilidad de su existencia en un mundo cada vez más amenazado por la actividad humana. La inclusión del guanaco en la Convención sobre Especies Migratorias marca un paso importante hacia su protección.

Fuente: www.tiemposur.com.ar

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