Los animales que se encuentran en peligro de extinción debido a la caza furtiva por sus colmillos de marfil y a la pérdida de hábitat, son reconocidos por su capacidad de aprendizaje, memoria excepcional y comportamiento social complejo.
La inteligencia de los elefantes se refleja en diversas situaciones, desde encontrar agua en entornos áridos hasta recordar rutas de migración que abarcan grandes distancias. Ahora, incluso se conoció que los saludos entre los integrantes de una manada parecen ser un asunto igualmente complejo.
Un estudio basado en observaciones de ejemplares de la sabana africana aportó nuevos datos sobre los gestos visuales, acústicos y táctiles que emplean en los saludos, incluida la forma en que éstos difieren en función de factores como su sexo y si se están mirando o no.
“Los elefantes viven en una sociedad llamada de ‘fisión-fusión’, en la que a menudo se separan y se reúnen, encontrándose después de horas, días o meses de diferencia”, explica Vesta Eleuteri, autora principal del estudio.
Las hembras de distintos núcleos familiares pueden tener fuertes vínculos sociales entre sí, formando “grupos de unión”. Según Eleuteri, estudios anteriores realizados en la naturaleza indican que, cuando estos colectivos se reúnen, los elefantes participan en elaboradas ceremonias de saludo para anunciar y reforzar su lazo social.
Los machos tienen vínculos sociales más débiles, y sus saludos pueden funcionar más para facilitar posibles “reencuentros de riesgo”, una interacción hostil. Los animales terrestres más grandes del planeta se saludan principalmente oliéndose y frotándose con la trompa, añade Eleuteri.
El estudio identifica alrededor de 20 tipos de gestos utilizados en saludos por los elefantes, y muestra cómo los combinan de manera específica con diferentes tipos de llamadas, como gruñidos, rugidos y movimientos de trompa.
También reveló que el olfato desempeña un papel importante en los saludos, en los que suelen intervenir la defecación y secreciones de una glándula exclusiva de los elefantes. Esta última, situada a medio camino entre el ojo y la oreja, contiene información química sobre la identidad o el estado emocional y sexual del elefante.
Una elefanta da a luz a gemelos de distinto sexo en un raro caso en Tailandia. Foto: EFE.
Los elefantes pueden saludar haciendo señas para ser vistos, como separar las orejas o mostrar la trompa. También pueden hacerlo con gestos que producen sonidos distintivos, como agitar las orejas hacia delante, o con gestos táctiles que implican tocar al otro elefante.
“Descubrimos que seleccionan estos gestos visuales, acústicos y táctiles teniendo en cuenta si su compañero de saludo les estaba mirando o no, lo que sugiere que son conscientes de las perspectivas visuales de los demás. Preferían utilizar gestos visuales cuando su compañero los estaba mirando, mientras que los táctiles cuando no”, dijo Eleuteri.
Si bien son muchas las especies que se saludan entre sí, como los monos y perros, entre los elefantes suelen utilizar la trompa para comprobar las glándulas temporales de los demás.
“Los elefantes podrían defecar u orinar durante los saludos para liberar esta importante información. Otra opción es que lo hagan por la emoción de verse. Pero el hecho de que los elefantes movieran a menudo la cola hacia un lado o la agitaran al orinar y defecar sugiere que pueden estar invitando a los receptores a olerlos. Quizá no necesiten decirse cómo están, ya que pueden olerlo”, explica la investigadora.
Fuente: canal26