Juan Carlos Bolcich, presidente de la Asociación Argentina del Hidrogeno (AAH), advirtió sobre la oportunidad única que puede tener su país en la revolución energética que promete este fluido producido a partir del agua. Chile, como líder en la región, podría ser un aliado estratégico, asegura el experto.
En una entrevista para Energía Estratégica, el ex director del prestigiado Instituto Balseiro advierte que “hay que prepararse en esta década” para producir masivamente hidrógeno.
Bolcich destaca que Argentina cuenta con condiciones muy importantes para hacerlo: recursos humanos, capacidad industrial y el suficiente sol y viento para transformar la energía eólica y fotovoltaica en hidrógeno limpio y competitivo. ¿Será oportuna una alianza con Chile? Las respuestas del especialista.
¿Cómo se encuentra hoy Argentina respecto al desarrollo del hidrógeno?
Argentina fue uno de los primeros países de la región en intentar desarrollar como recurso estratégico al hidrógeno verde.
En 2003 se construyó allí la Planta Experimental de Hidrógeno en Pico Truncado y los desarrollos de Hychico.
Pero todo dependió de un plan que terminó por no desarrollarse.
¿El hidrógeno es el combustible del futuro?
Es un recurso estratégico porque la tendencia del mundo va hacia allá. En julio los alemanes publicaron su plan estratégico. En Portugal hay una movida similar; lo mismo pasa con Japón y Corea, al igual que en Estados Unidos, como el Estado de California.
Porque en todo esto el tema ambiental es muy importante y la tendencia es que el hidrógeno se genere a precios competitivos.
Con la pandemia hemos visto que las ciudades grandes han limpiado muchísimo el aire por una reducción en el transporte. Una de las aplicaciones del hidrógeno tendrá que ver con el desarrollo de ciudades más sanas a partir de automóviles con pilas de combustible, que con el tiempo se van haciendo más accesibles.
¿Argentina cuenta con recursos humanos para desarrollar hidrógeno?
Hay muchos recursos humanos sueltos, pero hay que orientarlos a través de proyectos concretos mediante inversiones para estimular su desarrollo.
Se deben crear esfuerzos mancomunados público-privado para reunir las capacidades y desarrollarlas concretamente en proyectos.
¿Argentina puede participar industrialmente en la producción de hidrógeno?
Una gran fortaleza de Argentina es la industrialización del gas natural, tanto comprimido como licuado. Nuestro país es productor de equipos que pueden ser utilizados para el hidrógeno.
Entonces el hidrógeno puede tener una fuerte componente argentina en cuando a su tecnología. De hecho hemos tenido diálogos con algunos empresarios de la Cámara del GNC (CAGNC), y ven con agrado la posibilidad de que se puedan hacer estos desarrollos.
Pero necesitamos alguna definición para aprovechar todas las aplicaciones que tiene el hidrógeno. Sirve como energía respaldo para las fuentes eólicas y solares fotovoltaicas, y hasta para integrar pueblos distantes no sólo a través de la red eléctrica sino por medio de una red de hidrógeno.
Un mercado muy importante que va a crecer muy rápidamente es la aplicación en camiones, colectivos, o trenes. Acá creemos que va a haber una aplicación espectacular de grandes posibilidades para el hidrógeno
Y también existe la posibilidad de exportarlo…
Sí, y para eso hay que prepararse en esta década. Porque seguramente desde el 2030 para adelante va haber un mercado muy importante. De hecho ya hay exportaciones desde Australia a Japón, a pesar de que con la Asociación (AAH) venimos hablando de esta posibilidad antes que los australianos.
Pero para ello tiene que haber una política clara y de Estado que le dé continuidad a largo plazo.
¿Y para eso hace falta una ley impulsada por el propio Poder Ejecutivo?
Tendría que haber una ley que sea subsidiaria de un plan nacional estratégico. En la estrategia intervienen aspectos geopolíticos, económicos, sociales.
Esto debe ser parte de una mejora que se tiene que dar en el país, como el crecimiento de las economías regionales que pueden ser perfectamente complementarias al hidrógeno.
Considerando que Chile ahora lleva la delantera en el desarrollo de hidrógeno verde en la región (ver nota), ¿hay posibilidades de generar una integración entre ambos países?
Ya existe alguna interacción con los chilenos. Pero más allá de eso necesitamos de un programa local que se pueda fortalecer para luego forjar las alianzas.
Desde ya que si se hacen bien las cosas, entre los dos países se puede exportar de manera óptima, reduciendo costos y siendo lo más competitivo posibles: para el mercado asiático podemos transportar el producto vía el Océano Pacífico, y para el europeo a través del Océano Atlántico.
Lo lógico será que nos integremos.
Fuente: Energía Estrégica