MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

El Superior Tribunal de Justicia de Santa Cruz se apresta a dictar sentencia por el Amparo del Basural de Calafate

El Calafate.-Primer amparo ambiental en El Calafate :: Comunicado de Prensa 06-10-2018 :: Novedades del amparo ambiental por el basural a cielo abierto de Laguna Seca.
El amparo ambiental presentado por vecinos de la villa turística a causa de la existencia del basural de Laguna Seca llegó a la instancia más alta de la justicia provincial y espera un inminente fallo del Tribunal Superior. Se trata del vaciadero a cielo abierto más grande de Lago Argentino que es operado por la Municipalidad de El Calafate desde octubre de 2014. En el lapso de cuatro años recibió más de 49 mil toneladas de residuos sólidos y continúa recibiendo desechos domiciliarios y peligrosos sin clasificar.
Después de haber llegado a la máxima instancia judicial de la provincia, el Tribunal Superior de Justicia se apresta a emitir su veredicto final en la causa iniciada en abril de 2016 por vecinos de El Calafate que denunciaron la existencia de un enorme vertedero ilegal con modalidad de disposición a cielo abierto operado por el Municipio en la zona de Laguna Seca, 7,5 kilómetros al este de esa villa turística.
El largo periplo de la causa por el basural que opera el Municipio calafateño lleva ya dos años y medio en los tribunales; dos inspecciones oculares al lugar que los funcionarios denominan eufemísticamente “zona de sacrificio”; cuatro fallos consecutivos de la justicia que dan la razón a los vecinos (dos por las medidas cautelares dispuestas para frenar el daño ambiental y dos por la causa de fondo [1]) y cuatro apelaciones -también consecutivas- de parte del Ejecutivo local encabezado por el Intendente Héctor Javier Belloni que en todo este tiempo se negó a dar cumplimiento a las sentencias de la Justicia con el argumento poco creíble de la inexistencia de daño ambiental y de la carencia de fondos para llevarlas a cabo.
La cédula de notificación judicial, fechada el 24 de septiembre ppdo., informa a las partes que el Tribunal que fallará sobre el primer amparo ambiental presentado en la historia de El Calafate estará integrado por los señores vocales Dres. Daniel Mauricio Mariani; Enrique Osvaldo Peretti; Alicia de los Angeles Mercau y la Presidenta del cuerpo, Dra. Paula Ernestina Ludueña Campos. El documento aclara, además, que la Dra. Reneé Guadalupe Fernández se ha excusado de formar parte del Tribunal que deberá dictar sentencia en la presente causa, excusación que fue aceptada por la Presidencia del cuerpo.
De este modo, y en un plazo no mayor de 80 días hábiles, el máximo órgano judicial de la Provincia deberá dar su veredicto definitivo sobre una causa iniciada a raíz de la presentación de una acción de amparo en abril de 2016 en defensa del medioambiente como bien colectivo, acción que de inmediato provocó gran repercusión en los medios de comunicación y la opinión pública local. Los vecinos amparistas, Claudio Bando y Angel Serra, cuentan con el patrocinio letrado de la abogada María Cecilia Argañarás.
Recordemos que en agosto de 2016, la jueza en lo civil que interviene en la causa, Dra. Florencia Viñuales, transformó el amparo en una acción de naturaleza colectiva pues propuso la convocatoria de adhesión a todos los vecinos de El Calafate que quisieran sumarse y participar del mismo en calidad de simples adherentes en el estado en que se encontrara el juicio. En un hecho de participación cívica y compromiso ciudadano sin precedentes en nuestra comunidad, decidieron participar de la convocatoria de adhesión al amparo ambiental 14 (catorce) vecinos de El Calafate.
Finalmente, al cabo de dos años y medio, todo lo que fuera denunciado oportunamente ante la Justicia por los vecinos Bando y Serra quedó demostrado de manera documental y fehaciente en más de 1.100 fojas repartidas en varios voluminosos cuerpos.
Pasaron tres larguísimos años desde la primera vez que pisamos el basural de Laguna Seca, allá por julio de 2015 y quedamos espantados, atravesados de indignación, después de presenciar con incredulidad lo poco que el Estado aprecia y cuida el lugar del que –al fin y al cabo- vivimos todos los calafateños. Visitamos el sitio al comienzo y luego muchas otras veces, sólo para corroborar el avance irrefrenable del daño.

Fuimos dolorosos testigos de la agonía y de la muerte de la estepa.

Avizoramos entonces, cuándo todavía no se habían arrojado sobre el terreno más de diez mil toneladas, un desastre ambiental de proporciones y así sucedió. Hoy, ese volumen inimaginable de basura se ha multiplicado por cinco, alcanzando casi las 50.000 toneladas.
Duele decirlo, pero en Santa Cruz, como en muchas otras provincias argentinas, quien contamina y destruye el ambiente por acción u omisión es el propio Estado.
Hasta este punto llegamos y estamos tranquilos y orgullosos de lo hecho. Como simples vecinos, nosotros, Cecilia, Claudio y Angel es todo lo que pudimos lograr de nuestra parte. Por desgracia, el amparo no pudo evitar la destrucción de una importante parte de la estepa de Laguna Seca: el Municipio de El Calafate así lo quiso y así ocurrió. Esa destrucción innecesaria del entorno natural por falta de una planificación estratégica y de políticas públicas proactivas (y no por carencia de recursos que sobran y se dilapidan a diario), nos agravia. Sus responsables políticos merecen un castigo ejemplar y una reparación que sólo el más alto tribunal podrá decidir con su fallo.

Pero, a cambio, sí estamos satisfechos de lo logrado sin más recursos que nuestra propia conciencia y la ley en la mano. Satisfechos por todas las voces que se despertaron desde entonces y que gradualmente van acallando un silencio que es hijo del temor y la comodidad.

Estamos agradecidos a todos los amigos y conocidos que nos apoyaron con su aliento. También deseamos expresar nuestro más sentido reconocimiento a los catorce vecinos que se sumaron y se plegaron al amparo sin dudarlo, cuando había mucho más para perder que para ganar, porque se sobrepusieron al miedo y se plantaron firmes en la convicción de que defender el ambiente era lo que correspondía. Por suerte cada vez somos más y lo bueno es que ya no hay vuelta atrás.
Si presentamos este recurso de amparo en defensa del entorno en que vivimos y de la tierra que amamos y que heredarán nuestros hijos es porque todavía, mal que nos pese y contra todos los augurios que nos preceden, creemos firmemente en la Justicia como salvaguarda última de los derechos de cada ciudadano.
Y claro que sí: volveríamos a hacerlo.

Gracias a todos y a cada uno de Ustedes.

María Cecilia Argañarás, Abogada, MP Tº IX Fº 152
Claudio J. Bando, DU 22.225.811
Angel R. Serra, DU 22.494.854
[1] Sentencia del Juzgado Provincial de Primera Instancia Nro. 1 en lo Civil, Comercial, Laboral, de Minería y de Familia de El Calafate, a cargo de la Dra. Florencia Viñuales (fallo del 11-07-2017) y Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de la 1ª Circunscripción Judicial, con asiento en la Ciudad de Río Gallegos, Secretaria Nº Dos (fallo del 14-12-2017), Expte. B-2061/16.

Cédula de Notificación del TSJ recibida por las partes el 24-09 ppdo.
Anexo para medios de prensa: Lo que el amparo y la causa probaron de manera irrefutable
En resumen, estos son –a modo de apretada síntesis- los hechos que de manera incontrovertible probó el amparo (Expte. B-2061/16) desde su presentación a la Justicia en abril de 2016:
  • Desde hace poco menos de cuatro años, el Municipio de El Calafate dispuso de manera inconsulta y sin atenerse a procedimientos formales que el predio conocido como “Laguna Seca” en la fracción LX del plano de mensura M-6281 y distante 7,5 Km. al este del ejido urbano sea utilizado como nuevo vaciadero municipal.
  • Técnicamente, el sitio de disposición final del predio del actual basural de Laguna Seca opera de manera ininterrumpida desde el 22 de octubre de 2014 como un basural a cielo abierto (BCA).
  • Dichos residuos no son sometidos a ningún tipo de clasificación previa. Su promedio de generación fluctúa entre las 35 a 45 toneladas diarias de acuerdo a la temporada o época del año.
  • A octubre de 2018, la disposición final de los residuos sólidos urbanos generados en El Calafate no sigue el protocolo GIRSU: no hay separación en origen, recolección diferenciada, clasificación, valorización, separación ni recuperación posterior de material inorgánico para su reciclado industrial a gran escala, sea por selección manual o mecánica, en volúmenes apreciables.
  • Al no haberse efectuado estudio de impacto ambiental (EIA) previo, el lugar donde se implantó el basural jamás contó con Dictamen Técnico ni Declaratoria de Impacto Ambiental, los que debieran haber sido expedidos por la autoridad de aplicación provincial antes (y no después) de su puesta en funcionamiento.
  • La denominada “zona de sacrificio” o área de disposición final tampoco fue acondicionada para tal propósito ni cuenta con los recaudos ni las condiciones mínimas elementales de un relleno sanitario. En consecuencia, jamás tuvo un “Plan de Gestión y Monitoreo” elaborado a instancias del Municipio que involucrara fases sucesivas de operación, cierre y postcierre del basural.
  • A lo largo del juicio de amparo, el Ejecutivo municipal nunca presentó evidencia de registros documentales que dieran cuenta de controles de ingresos ni de clasificación de residuos en peligrosos, inertes y no peligrosos.
  • Quedó demostrado que el predio recibió desde un comienzo -y recibe aún- descargas de desechos domiciliarios, comerciales e industriales sin clasificar.
  • La inexistencia de controles de vertido junto con la más absoluta carencia de registros o documentos de ingreso de RSU justifican la afirmación de que el Municipio procedió y procede al vertido incontrolado de residuos no clasificados de diferente naturaleza.
  • El actual vaciadero municipal ni siquiera cuenta con cerco perimetral: a lo largo de toda la extensión del predio (4 hectáreas) no existe vallado que restrinja el libre ingreso de particulares ni de animales silvestres que puedan entrar en contacto con la basura.
  • La causa probó que la “zona de sacrificio” funciona en la práctica como basural de uso público, pues al lugar ingresan y arrojan desechos tanto empleados municipales como particulares y empresas de la localidad que acceden al predio en sus propios vehículos.
  • En los casi cuatro años que lleva operando, la estepa de Laguna Seca recibió -de acuerdo a proyecciones de la Fundación Parques Nacionales- más de 49.000 toneladas (49-50 millones de kilogramos) de residuos sólidos urbanos (RSU), entre los que también se cuentan residuos industriales y peligrosos.
  • El juicio demostró de manera tajante que el Municipio falta a la verdad cuando afirma que aplica el método de relleno sanitario en la “zona de sacrificio”.
  • La disposición final en celdas de relleno sanitario de la masa de residuos proveniente de la recolección domiciliaria no se aplica ni se aplicó nunca en ninguno de los dos predios que el Municipio gestionó o gestiona como basurales (Félix Frías y Laguna Seca).
  • Las descargas en crudo sobre el ecosistema estepario de Laguna Seca equivalen, hasta julio de 2018, al vaciado a cielo abierto de 9.800 camiones compactadores con una carga promedio de 5.000 kilogramos cada uno.
  • El siguiente cuadro, presenta un detalle sobre la cantidad de RSU volcados en el lugar de acuerdo a proyecciones elaboradas por el Ministerio de Turismo de la Nación [2] (MinTur) en octubre de 2013 para la ciudad de El Calafate:

Fuente: MINISTERIO DE TURISMO DE LA NACIÓN. Octubre de 2013. Programa GIRSU en Municipios Turísticos.
  • A la fecha, se desconoce la magnitud del daño ambiental. No obstante, debido a la envergadura del volumen y a la naturaleza mixta de los desechos arrojados, se descuenta la irrefutable certeza de un daño ambiental GRAVE, DURADERO e IRREVERSIBLE.
  • Estudios de Diagnóstico Ambiental ordenados por la justicia en tres (3) oportunidades para evaluar la magnitud de los impactos cruzados provocados al entorno no pudieron ser ejecutados ante la cerrada negativa del Municipio de El Calafate que apeló la totalidad de las medidas cautelares y fallos.
  • Significativamente, el actual basural formó parte hasta finales de 2013 de la “Reserva Natural Privada de la Ea. 25 de Mayo”: un santuario natural de 15.000 hectáreas único en su tipo en el país por su excepcional valor paisajístico y sus irrepetibles registros geológicos, paleontológicos y de biodiversidad de la flora y fauna patagónica.[3]
  • Como si todo lo anterior no bastara, el emplazamiento de la “zona de sacrificio” vulnera normativa nacional e internacional en materia de seguridad para la aeronavegación (ANAC / OACI) por encontrarse dentro del radio de seguridad aeroportuaria de 13 kilómetros.
  • El amparo confirmó que la existencia del vaciadero clandestino de Laguna Seca a menos de 8.500 metros en línea recta de una de las cabeceras de pista del Aeropuerto Internacional de El Calafate “Cmte. Armando Tola” introduce elementos de peligro adicional para la aeronavegación civil y comercial en virtud de la incontrolada proliferación de aves oportunistas que sobrevuelan y se alimentan de la basura (gaviotas).
  • En tal sentido, y a foja 465 del expediente, el jefe del Aeropuerto de El Calafate, Sr. Miguel Angel Casco, informa a su superior de la ANAC (Administración Nacional para la Aviación Civil) en Buenos Aires que el emplazamiento del basural de Laguna Seca incumple recomendaciones y normativas de seguridad para la aeronavegación emanadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en cuanto a que los vertederos de basuras no deben estar a menos de 13 km. del aeropuerto.
  • El amparo confirmó además que a principios de septiembre de 2016 una aeronave de pequeño porte informó a la torre de control del Aeropuerto sobre “el avistaje de bandadas de aves (gaviotas) en las proximidades de Laguna Seca”.
  • El sólo hecho de haber tomado contacto visual con esas bandadas de aves hace inferir el grave riesgo que las aeronaves que despegan y aterrizan desde y hacia el Aeropuerto Internacional de nuestra villa turística corren al menos desde mediados de 2015.
  • El amparo probó, entre otras irregularidades, que el emplazamiento del futuro Centro Ambiental El Calafate (CAEC) con su módulo inicial de relleno sanitario a 5 años se encuentra a menos de 13 kilómetros de la pista principal del Aeropuerto Internacional, lo que también vulnera normativa nacional e internacional en materia de seguridad aérea.
  • El amparo demostró que tanto el predio del exbasural Félix Frías (sito en el Barrio Aeropuerto Viejo) como el del actual vertedero en Laguna Seca han quedado irremisiblemente contaminados y se han transformado en zonas muertas desprovistas de toda vegetación, esto es, en verdaderos paisajes lunares con suelos no aptos para sostener la vida y en los que el daño ecológico permanecerá por centurias para las futuras generaciones de calafateños.
  • Quedó demostrado que ambos predios (Felix Frías y Laguna Seca) no sólo recibieron descargas de residuos de origen domiciliario sino también de tipo industrial. Estos últimos considerados muy peligrosos para el hábitat natural y la vida humana incluyen entre otros aceites usados, solventes y lubricantes.
  • El amparo demostró que a nivel comunal no existen políticas públicas ni voluntad ejecutiva para el correcto tratamiento de los residuos que genera la ciudad.
  • Se demostró de manera categórica que la Planta de Separación y Clasificación “Eva Poulsen” sita en el exbasural Félix Frías que debiera reducir de manera sustancial el volumen de basura generada se encuentra no operativa al menos desde los años 2012/2013 por desidia oficial y a la espera de la reparación de su maquinaria principal (cinta de clasificación de residuos).
  • En la misma sólo trabajan actualmente 3 (tres) operarios en tareas manuales cuando su plantel podría ser de más de una treintena de clasificadores manuales en turnos rotativos, los que podrían procesar un volumen de hasta 40 toneladas diarias reduciendo en hasta un 30-35% el volumen total de residuos generados por la ciudad.
  • Se demostró que el exbasural del Barrio Felix Frías (que también funcionó durante 44 años como vaciadero a cielo abierto entre 1970 y 2014) no sólo no fue saneado –tal como lo aseguró el Municipio- sino que a la fecha su predio continúa contaminado y sigue recibiendo descargas de basura por parte del Ejecutivo local cuando sus camiones no pueden acceder a la “zona de sacrificio” por las nevadas invernales y los deshielos subsecuentes en Laguna Seca.
  • El amparo mencionaba que la obra del nuevo Centro Ambiental El Calafate (CAEC) se encontraba con importantes dilaciones hacia abril de 2016 (su primera etapa debía culminarse en junio de ese año) y se advertía del perjuicio considerable para el ambiente de seguir vertiendo toneladas de residuos sobre la estepa en tanto la misma no se culminara.
  • Lamentablemente, dichas dilaciones fueron confirmadas: a la fecha (octubre de 2018) la obra del Centro Ambiental El Calafate (CAEC) y su primer módulo de relleno sanitario permanecen inconclusas y todavía se encuentran a la espera de la conclusión de su segunda y última etapa.
  • Por tal motivo, afirmar que El Calafate constituye “un ejemplo a seguir en materia de GIRSUes faltar groseramente a la verdad, puesto que el Centro Ambiental NO FUNCIONA en virtud de que todavía no ha sido inaugurado. Como consecuencia de lo anterior, los residuos se siguen disponiendo bajo la modalidad de basural a cielo abierto en medio de la estepa hasta que la obra se concluya.
  • Finalmente, todas y cada una de las advertencias o presunciones que los amparistas expresaban en potencial como mera posibilidad fueron, o bien confirmadas o nunca negadas de manera taxativa y concluyente. Entre ellas citamos:
  • El amparo sugería que el manifiesto y acelerado deterioro de la Ruta Provincial 11 en su tramo de acceso a la localidad podría ser consecuencia de la permanente circulación de vehículos de gran porte que transportan la basura de la ciudad (a razón de 12 a 13 mil toneladas al año) en sus primeros 7,5 kilómetros hasta el predio de Laguna Seca. El Municipio rechazó de plano dicha posibilidad.
  • Sin embargo, a raíz de un oficio presentado por la Dra. Viñuales, fue el propio ente de Vialidad Provincial el que no sólo no desmintió dichas presunciones sino que se encargó de confirmar que “la mayoría de las fisuras de clase 7, 8 y 10, con ahuellamientos mayores de 20 mm. e incluso desprendimientos de gran magnitud” se observan precisamente 1,6 kilómetros al oeste del basural (foja 577), esto es poco antes de su ingreso.
[2] Fuente: MINISTERIO DE TURISMO DE LA NACIÓN. Octubre de 2013. Programa GIRSU en Municipios Turísticos. Obra: “Construcción de Centro Ambiental para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos del Municipio de El Calafate y Parque Nacional Los Glaciares, Provincia de Santa Cruz”. Etapa Nº 2 – Estudio de Impacto Ambiental. Informe Final. Pág. 39. (*) Incremento promedio anual de la PPC (Producción de RSU diaria per capita) asignado por Estudio del Banco Mundial para países de América Latina y el Caribe. (1) Se computan sólo la disposición final para los meses de noviembre y diciembre de 2014. (2) Se computan los meses de enero a julio de 2018.
[3] Sólo por mencionar un ejemplo: A MENOS DE 200 METROS del lugar donde camiones volcadores y recolectores municipales arrojan su carga de basura, existe un yacimiento fósil de ostras marinas con una antigüedad estimada en 15 a 20 millones de años. Por desgracia, ese tesoro paleontológico único en el país que formaba parte de la Reserva Natural Privada de la Ea. 25 de Mayo, ha quedado en medio de un vertedero no planificado.

 

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