A fines de febrero, el país incrementará un 10% su capacidad de generación eléctrica. Eso implica que casi 2 millones de hogares podrían asegurarse el acceso a la luz, después de años de veranos de incertidumbre sobre cortes y apagones.
La semana pasada, Pampa Energía incorporó dos centrales térmicas (a gas) al sistema. Una de ellas está en Pilar y asistieron el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal a su inauguración. Ambas forman parte de una convocatoria que hizo el Gobierno para nueva generación térmica y producción de energía asociada. Allí se adjudicaron 29 proyectos. En total, despacharán 3080 megavatios: se trata del equivalente a cuatro veces la potencia que genera la central nuclear de Atucha.
Las empresas privadas terminarán destinando US$ 3.000 millones para estos proyectos de generación. El compromiso del Estado es a través de un contrato de abastecimiento con Cammesa, la empresa que maneja el mercado eléctrico. Las firmas recibirán US$ 20.700 por megavatio/mes que generen. Según el ministerio de Energía, el precio es un 32% más bajo de lo que pagó la gestión anterior por energía térmica, que estuvo por arriba de los US$ 32.000 por megavatio/mes.
En el sector, todos hablan de estas inversiones como fruto de la “resolución 21”, que fue firmada por el ministerio de Energía para dar luz verde a estos proyectos.
La construcción de la parte final de la central nuclear Atucha II demandó más de 8 años (2006-2014), requirió miles de millones de dólares y está salpicada de acusaciones de corrupción. Sin que haya una inversión estatal directa, en menos tiempo y con mayor cantidad de empresas en carrera, la generación térmica permitirá incorporar energía eléctrica equivalente a la de 4 centrales nucleares.
La generación térmica es con inyección de gas natural, gasoil y/o fueloil en las turbinas, que permiten obtener electricidad.
El cronograma indica que ya se habilitaron nuevas centrales térmicas por 872 megavatios. Hasta el 31 de diciembre, se seguirán incorporando proyectos hasta llegar a 2.585 megavatios. Y el próximo 1° de febrero, en el ministerio de Energía estiman que serán 3.080 megavatios nuevos.
El país cuenta con 30.000 megavatios, aunque no siempre están disponibles porque hay paradas técnicas y salidas de servicio por mantenimiento. En las mejores situaciones, se logra que 25.000 megavatios estén en funcionamiento.
La administración anterior también incorporó generación térmica, pero fueron obras a cambio de deuda estatal, en un mecanismo que estuvo muy lejos de ser una licitación competitiva.
En el Gobierno hay confianza en alcanzar las metas de esta resolución, porque hay multas por incumplimientos. Si las compañías no llegan a poner en funcionamiento los proyectos pactados, existen sanciones. De hecho, ya hubo algunas.
La generación térmica es la principal fuente de abastecimiento eléctrico, aunque el Gobierno también apuntará a centrales nucleares, hidroeléctricas y energías renovables en su matriz.
Lo que inauguró Pampa -de Marcelo Mindlin- fue la central Parque Pilar, que acompaña a otra en Loma de la Lata (Neuquén). Entre ambas, son US$ 200 millones. La misma empresa programó otra central térmica en Bahía Blanca y un parque eólico en un lugar cercano a esa localidad.
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