Chile está comenzando a dar los primeros pasos tendientes a descarbonizar completamente su economía para el año 2050. La medida, y esto es muy importante, podría ser perfectamente replicada en la Argentina, según expertos en la materia.
Como primer paso, Chile se propuso no comenzar con el desarrollo de nuevas centrales que funcionen a base de carbón que no tengan sistemas de captura y almacenamiento de carbono o tecnologías equivalentes; un propósito que también incluye el cierre programado de las instalaciones similares que existen actualmente.
La decisión fue tomada tras acuerdo sellado entre el gobierno chileno y las empresas socias de la Asociación de Generadoras de Chile (AES Gener, Colbun, Enel y Engie).
“Anticipando nuestros compromisos con el Acuerdo de París y gracias a la colaboración de las empresas generadoras, Chile tendrá un desarrollo descarbonizado. No construiremos más centrales termoeléctricas a carbón, y gradualmente cerraremos y reemplazaremos las que existen”, posteó en su cuenta de Twitter la presidente Michelle Bachelet, en relación a esta iniciativa, que pone a Chile a la vanguardia de estos esfuerzos.
Actualmente, el 40% de la electricidad de Chile se genera en plantas termoeléctricas abastecidas por carbón, lo que la convierte en la principal fuente de generación eléctrica del país. Sin embargo, el nuevo rumbo energético que está adoptando Chile está en sintonía con el importante desarrollo que las tecnologías renovables han tenido allí: su matriz, hoy, está compuesta en un 17% por energías renovables no convencionales (ERNC), en particular la eólica, la solar y la minihidro.
“Tenemos condiciones excepcionales para el desarrollo de las energías renovables. Nos hemos planteado como meta que a 2050 al menos el 70% de la matriz sea en base a ellas, y podríamos llegar hasta el 90%”, afirmó recientemente Andrés Rebolledo, ministro de Energía chileno.
Los firmantes del nuevo acuerdo parecen coincidir con el funcionario gubernamental y así se expresaron, en un comunicado conjunto, desde el Ministerio de Energía y la Asociación de Generadoras: “Gracias a la importante reducción de costos y masificación de tecnologías de generación renovable que se han ido incorporando a nuestra matriz, la industria de generación eléctrica visualiza un futuro crecientemente renovable”.
“La decisión de Chile está en línea con una descarbonización progresiva y da cuenta del gran camino que se abrieron las energías renovables gracias a sus beneficios”, dijo así mismo Enrique Maurtua Konstantinidis, director de Cambio Climático de Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).