Carolina Vera, coordinadora ejecutiva de Pampa Azul, y Juan Emilio Sala, coordinador del Consejo Asesor Científico, analizan y detallan los objetivos planteados por este espacio, que se propone trabajar de manera interdisciplinaria y con una fuerte articulación con las comunidades socioeconómicas de la región.
Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS-UNLaM)- Con un fluido diálogo entre siete ministerios nacionales, el trabajo interconectado de múltiples disciplinas científicas y la incorporación de diversos actores sociales, el programa Pampa Azul renovó y fijó nuevos objetivos y metas para una óptima gestión de los bienes marinos y socioeconómicos de la Argentina.
“Uno de los grandes cambios es que nos hemos propuesto expandir la mirada de Pampa Azul: que deje de ser, solamente, el océano profundo y mar adentro, para, además, tener mucho más en cuenta todas las acciones socioproductivas que se generan en las zonas costeras. También, buscamos vincular la agenda del mar con la agenda de la Antártida, aspecto que antes no se tenía en cuenta”, detalló a la Agencia CTyS-UNLaM la doctora Carolina Vera, jefa de Gabinete del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y coordinadora Ejecutiva de Pampa Azul.
Siendo el MINCyT la autoridad de aplicación designada por la ley, el espacio de Pampa Azul está integrado por otros seis ministerios: el de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; el de Agricultura, Ganadería y Pesca; el de Turismo y Deportes; el Ministerio de Defensa; el Ministerio de Seguridad; y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
“Hay un sistema de trabajo muy aceitado y una convicción muy grande de hacia dónde queremos ir. Buscamos no sólo un conocimiento expandido y aplicado en políticas públicas, sino también dejar un sistema de ciencia y tecnología más fortalecido, mucho más integrado con las comunidades involucradas en el territorio”, amplió Vera, investigadora principal del CONICET.
La dinámica de trabajo planteada implica que, además de un fuerte trabajo interministerial, haya una sólida interfase entre política y ciencia, que se dará en el vínculo entre el comité interministerial y los Consejos Asesores Científico y Tecnológico. El Consejo Científico estará coordinado por el doctor en Ciencias Biológicas Juan Emilio Sala, especializado en sistemas socio-ecológicos costero-marinos.
“Solía haber una concepción del mar como ese espacio lejano, sin humanos, donde la costa queda tan lejos que no se ve. Eso cambió, porque, si bien ese espacio es importante, también lo son todas las economías regionales presentes en las zonas costeras, como pescadores artesanales y pequeñas empresas. Y ese cambio de concepción es una enorme innovación”, resaltó a la Agencia CTyS-UNLaM Sala, investigador adjunto del CONICET.
El espacio se propone, además, integrar los aportes de la ciencia y la tecnología con otros espacios, generando, en ese entrecruzamiento, nuevos y valiosos saberes. “Una de las principales características de Pampa Azul es que no sólo tiene un fuerte componente interdisciplinario, sino que, además, hay una continua coproducción de conocimiento con actores no científicos”, subrayó el coordinador del Consejo Asesor Científico.
Para Sala, en este sentido, “el conocimiento nuevo se va a generar a partir de las demandas y solicitudes que generen, por ejemplo, las provincias costeras, y de las respuestas o herramientas que puedan ofrecer las capacidades científico-tecnológicas de distintos organismos de ciencias. La coproducción de conocimiento se genera sí o sí”.
Fortalecimientos y más inclusión social
Los objetivos planteados para el período 2020-2023 fueron propuestos por el Comité interministerial, con toda una serie de recomendaciones para el posterior trabajo del Consejo Asesor Científico. Una de las metas incluye el fortalecer las capacidades del sistema científico-tecnológico, para contribuir a las políticas públicas relacionadas con el mar.
“Como coordinadora ejecutiva, una de las propuestas que hice fue que cada ministerio pudiera identificar tanto necesidades como posibles aportes para fortalecer las capacidades científico-tecnológicas relacionadas con el mar. Implica mucho trabajo a nivel político, pero también a nivel técnico. A partir de esas compilaciones, podemos desarrollar un mapa con todas las necesidades y demandas”, explicó Vera.
Así, por ejemplo, dentro de este primer objetivo se incluye la puesta a punto de los barcos, la expansión de la flota para Investigación y Desarrollo y el incremento de número de campañas. “Una de las primeras decisiones que tomamos es que, aquellos ministerios que tienen barcos, puedan repararlos, porque uno de los principales intereses son las campañas científicas, por cuestiones de bienes marinos y de soberanía”, detalló la jefa de Gabinete del MINCyT.
“Muchos de los buques están muy averiados, por lo que implica invertir millones de dólares para su arreglo. Lo que tenemos como objetivos inmediatos son las campañas en el Golfo San Jorge, que está repartido entre Chubut y Santa Cruz; el Agujero Azul, que forma parte del talud continental y que es una de las zonas más ricas de nuestro mar; y el Banco Burdwood, que es la primera área oceánica protegida y donde ya se han hecho muchas campañas”, amplió, por su parte, Sala.
El primer objetivo también incluye el reforzar y ampliar las redes de observación y monitoreo y fortalecer el Sistema Nacional de Repositorios Digitales del MINCyT en lo referido a las ciencias del mar. “Son cuestiones que están vinculadas con el énfasis en el enfoque costero. Hubo una decisión interministerial de tener varios puntos de observación a lo largo de la costa y nos interesa trabajar en un monitoreo continuo que aporte datos, por ejemplo, en relación al cambio climático o a otras cuestiones de la dimensión costera”, especificó Vera.
Al ser otro de los objetivos el fortalecimiento de las capacidades interinstitucionales de investigación, desde Pampa Azul se espera tanto la creación de centros interinstitucionales como la convocatoria a proyectos I+D+i con perspectiva federal.
“La meta es generar espacios donde se puedan articular trabajos de varias instituciones con sus agendas, como por ejemplo el CONICET, el INIDEP, el INTI, la CONAE…armar un centro donde tengas a todos los actores juntos”, apuntó Sala, quien explicó que se está trabajando en la creación de dos centros en particular: uno en Mar de Plata, que involucrará a todos los actores vinculados a la pesca; y otro en Tierra del Fuego, destinado a la logística de investigación en los mares Australes y en el vínculo con la Antártida.
“Estos dos centros, a partir del trabajo de la Subsecretaría de Coordinación Institucional del Ministerio, a cargo de Pablo Núñez, estarán plenamente orientados a las problemáticas del mar. Y nos interesa que, con estas cuestiones, Pampa Azul está abierto a toda la comunidad científica, para fortalecer, aún más, la mirada federal”, resaltó, por su parte, Vera.
El coordinador del Comité Asesor Científico puntualizó, en este punto, que esa heterogeneidad de disciplinas no se limita al campo de las Ciencias Naturales. “Históricamente, hubo mucha gente de la Biología, de la Geología, de la Oceanografía, lo cual aportan un montón, desde ya. Pero sumamos también dos perfiles del área de las Ciencias Sociales y Humanidades: uno de la sociología pesquera y otra formada en cuestiones de Derecho de navegación marítima y aérea. Le dan otra impronta a todo el espacio”, amplió.
El tercer objetivo de Pampa Azul buscar avanzar en la agenda de temas estratégico de la gestión, que incluyen tanto la soberanía nacional como el desarrollo social, económico y ambientalmente sostenible. Este aspecto incluye la innovación tecnológica, la protección de bienes naturales marinos, la integración de los entornos marinos y costeros y la perspectiva de género, entre otras cuestiones.
“Sin duda alguna, hoy, el mar tiene que incorporar la dimensión de género de lleno. Hay que generar procesos equitativos no sólo en términos de redistribución de riquezas, sino también en cuando a distribución de género en capacidades de hacer y de dirigir. Es una pata que estuvo descuidada mucho tiempo y que hoy queremos revitalizar”, resaltó Sala.
Vera, por su parte, remarcó que el aspecto de la inclusión social se dará, mayormente, en la costa y en los municipios, a partir de los usos de la tierra y la integración marino-costera. “Parte del área geográfica prioritaria del Golfo de San Jorge, por ejemplo, está pegada a la costa, donde las cuestiones sociales están muy enraizadas y donde hay mucha actividad de pequeñas y medianas pesqueras. El vínculo con esas comunidades es clave”, apuntó.