Luego de participar en una competencia náutica desde Londres a Río de Janeiro, el aventurero Dhruv Boruah se enteró de que otro equipo que participaba en la misma carrera se había topado con dos tortugas enredadas en plástico en medio del océano Atlántico. Pensando en las otras víctimas de la contaminación con este material en el mar, Boruah se sintió empujado a actuar.
De regreso a su casa en Londres armó una bicicleta de bambú, le colocó flotadores amarillos a cada lado y agregó un timón y una hélice propulsada por pedales al frente. Luego, con una red de pesca enganchada a ambos lados comenzó a recorrer los ríos y canales de la ciudad recogiendo los desechos plásticos.
La idea no es limpiar por sí solo las vías fluviales de Londres, ese es un trabajo demasiado grande para un hombre en una bicicleta flotante. En cambio, Boruah, de 35 años, usa su cómico artilugio para entablar conversaciones con los curiosos.
“Sirve para iniciar la conversación y luego puedo contarles sobre mi trabajo, el plástico y cómo todo comienza aquí en los canales”, dice Boruah a CNN mientras hace equilibrios en su bicicleta en el canal Regent de Londres.
Boruah espera que su campaña, The Thames Project (El proyecto Támesis), concientice a las personas sobre los peligros de la contaminación del plástico y los inspire a actuar.
Cuando no “navega con su bicicleta”, Boruah trabaja con consejos, empresas y comunidades para invitarlos a reducir su huella de plástico.
Empresario convertido ecologista
En otra vida Boruah era un consultor en gestión de empresas y pasaba 14 horas al día frente a una pantalla. “Pero luego me pregunté a mí mismo, ‘¿cuándo fue la última vez que vi una estrella? ¿Mis ojos están hechos para las estrellas o para la pantalla?’”, cuenta.
Dhruv comenzó sus tareas de limpieza en el río Támesis hace un año y ahora se aventura a otros ríos en todo el país. Llega hasta ellos con solo una mochila, tarda unos 40 minutos en convertir su bicicleta en un vehículo flotante y se lanza al agua para “caminar sobre ellas como Jesús por un ratito”.
Cada tres semanas acude a las vías fluviales y busca la ayuda de otros recolectores de basura en canoas, botes e incluso tablas de paddle. En uno de esos días de limpieza en Birmingham, Boruah dice que colectivamente recuperaron 275 kilogramos de plástico.
Boruah llena sus cestas con todo tipo de plásticos desechables, como poliestireno extruido y botellas. Dice que el verdadero peligro viene cuando se descomponen en microplástico y llegan al aire, a nuestros mares y a la cadena alimenticia.
“El plástico ahora está en el aire que respiramos, el agua que bebemos y la comida que consumimos”, dice.
“Tiene que importarte porque se trata de ti, tu salud y la salud de tus hijos. ¿Por qué les vamos a dejar un planeta destruido?”.
Fuente: https://expansion.mx/tendencias/2018/08/04/este-hombre-pesca-plastico-en-una-bici-flotante