MONITOREO Y ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GEOPOLÍTICA EN EL MUNDO Y SU IMPLICANCIA EN LA PATAGONIA

Fueron declarados de interés historico y cultural los sitios donde desarrollo su vida el primer poblador blanco de la Meseta de Somuncura

Chipauquil.- En la sesión legislativa llevada a cabo en el día de ayer fueron declarados de interés historico y cultural los sitios donde desarrollo su vida Don Antonio Curin junto a su peon Juan Painecura primer poblador blanco de la meseta de Somuncura por mas de 30 anos ubicada a unos 125 km al sureste del paraje Chipauquil, siendo los mismos: a) Cueva de Curin b) Corral de la Yegua c)La Gotera y finalmente donde se ubican las sepulturas de ambos.

La iniciativa, aprobada por unanimidad es de la Legisladora Maria Liliana Gemignani del Bloque JSRN oriunda de Las Grutas. La Meseta de Somuncura es un paisaje único e irrepetible que deja en el alma del visitante una sensación de majestuosidad que perdura en el tiempo. Sus altos cerros, las lagunas, la soledad, el reino del viento y del basalto, la región como su nombre lo indica donde las piedras hablan.

La siempre recordada Maria Inés Kopp, que fue directora del Museo de Valcheta que hoy lleva su nombre, dejó en amenas pinceladas la descripción del habitante más misterioso y pintoresco de Somuncura: don Antonio Curin.

Cuenta que el “primer poblador blanco que vino a vivir en la meseta de Somuncura fue Antonio Curin, de origen chileno y lo hizo por el año 1908. Fue un hombre que tuvo muchas yeguadas y mulares. Era soltero y envejeció en la meseta muriendo en el mismo lugar donde vivía. Sabía leer y escribir, siendo instruido. Tenía una letra muy hermosa con la que escribía un libro diario con sus experiencias más destacadas”. “Su patrón era Nacianceno Rial que le da ovejas de Carmen de Patagones y cuando las trae a la meseta encuentra que hay muchos leones (pumas) no dándole el resultado esperado. Devuelve las ovejas y trae yeguarizos, alcanzando a tener hasta 400, entre caballada de andar y mulares”.
El león desaparece cuando el zorro colorado se extiende por la meseta. En oportunidad de una expedición en esa Zona de la meseta, guiados por un nieto de don Germanio Quiñelaf- relata Maria Ines- por entre cerros se llegó al lugar donde vivió Curin por más de 30 años. Es una cueva muy pintoresca a la que le ha dado forma de habitaciones. Este sitio se ubica en una estancia, propiedad de la
familia Aragolaza, a unos 125 km al sureste de la localidad de Chipauquil al cual se llega por la Ruta Provincial 60 y luego se
toman caminos de mucha dificultad, pasando por el Cerro Corona, en plena Meseta de Somuncura. A unos 400 metros hacia la derecha del acceso principal de la estancia se halla la cueva y el corral de la yegua y lindante a este se hallan las tumbas de Don Antonio Curin
y la de Juan Painecura, su peon, y a unos 300 metros de dicho acceso hacia el lado izquierdo se ubica la zona conocida como La
Gotera. Ha levantado una pared de piedras donde hizo una pequeña ventana y la arcada de una puerta. Muy amplia y cómoda
donde tenía hasta su fogón”.

En la cueva contigua otra habitación con gradas bien realizadas en las cuales podían estar cómodamente
sentadas varias personas. Allí cuenta don Germanio que Curin tenía su catre. Un poco más lejos sobre unos cueros de guanaco,
dormían sus perros, también su caballo. En ese libro diario relató la llegada de Juan Bairoletto con dos o tres bandoleros
más que lo acompañaban y que hicieron noche en el lugar pero que en ningún momento hubo mal trato por parte de ellos. Todos
estaban muy bien pertrechados, con sus rifles Winchester y balas 44.
Curin -prosigue María Inés también tenía sus caballerizas al lado de la cueva y muy cerca de allí un gran corral de piedras. Para abastecerse de agua lo hacía de un lugar llamado “La Gotera”, en un zurrón de cuero de guanaco que llenaba de agua para tener para varios días.

Hoy en dia en la Gotera hay un cano metalico que cumple la misma funcion colocado all[i mucho tiempo despues por los actuales
propietarios. El agua se filtra por la parte superior de La Gotera entre las piedras y cae en este recipiente de unos 20 litros
siendo agua pura que puede beberse y los propietarios de la estancia han colocado tazas para quien desee hacerlo. Muy cerca de
la cueva hay una cruz, donde Curin quiso que lo enterraran en el año 1934, cuando le llegó la hora de su muerte, pidiendo que lo hicieran junto a su peón Juan Painecura.

Curin hoy solo es un recuerdo, y aunque han pasado muchísimos años su cruz se mantiene intacta y respetada por todos los pobladores del lugar y su casa de piedras es una de las grandes atracciones de la misteriosa meseta de Somuncura.

Un conflicto que surgio en el lugar donde se encuentra la cueva y La Gotera es que los propietarios de la estancia han detectado
personas en mas de una oportunidad invandiendo la estancia de forma ilegal para llegar al sitio y hasta han hecho fogatas dentro de La
Gotera arruinando parte de la pared de roca como asi tambien llevandose elementos de la cueva.
Estos sitios descriptos donde don Antonio Curin desarrollo su vida forman parte de la historia y del patrimonio historico de la
Provincia de Rio Negro que merece ser resguarda por la historia en si misma y para que en un futuro no muy lejano pueda ser conocido
por todos los turistas y visitantes en general de forma regulada.

Fuente: Legislatura de Rio Negro