UÑOPATUN denuncia: desmonte y petróleo sin gas en la Patagonia

Fundación UÑOPATUN alerta: Desmonte arrasa la Patagonia mientras el Petróleo se fuga al exterior

Una contradicción patagónica que duele

Patagones, Buenos Aires, 26 de julio de 2007. Mientras los bosques nativos de la Patagonia desaparecen a un ritmo alarmante para ser convertidos en leña que caliente hogares rurales, millones de barriles de petróleo y gas son extraídos de la misma tierra para abastecer a mercados foráneos. La paradoja es evidente: se degrada el monte local mientras la renta energética se fuga lejos de quienes padecen el frío. La Fundación UÑOPATUN denuncia desde hace más de una década esta injusticia ambiental y social, planteando soluciones concretas que hoy cobran mayor relevancia en un contexto de tarifas de gas en alza, subsidios recortados y creciente desertificación.

El desmonte en Patagonia: un proceso silencioso pero devastador

La información satelital recogida desde 2007 ya señalaba que el Partido de Patagones había perdido más de dos tercios de su superficie de monte natural. Apenas un 32 % del chañar y el piquillín quedaban en pie. En Río Negro, en solo seis años, el área desmontada se duplicó. Esto no solo amenaza especies de flora y fauna, sino que expone a la región a una desertificación irreversible, con consecuencias directas sobre suelos, producción agropecuaria y disponibilidad de agua.

Los efectos ecológicos del desmonte:

  • Pérdida de biodiversidad y hábitats.
  • Aumento de la erosión y del avance de las arenas.
  • Menor capacidad de los suelos para retener humedad.
  • Riesgo de pérdida de servicios ecosistémicos clave.
  • La leña: recurso vital pero insostenible

Durante años, la leña fue la solución inmediata para enfrentar inviernos crudos en la Patagonia. El Plan Calor, implementado en Río Negro, distribuyó en 2007 alrededor de 5,7 millones de kilos de leña para hogares vulnerables. Sin embargo, este paliativo tiene un costo altísimo: el sacrificio de bosques nativos que tardan décadas en regenerarse.

Calefaccionarse con leña en 2025

Hoy, miles de familias del sur rionegrino aún dependen de este recurso. Según relevamientos sociales, un hogar puede necesitar entre 6 y 10 toneladas de leña por invierno. Con los precios actuales, ese volumen resulta inalcanzable sin subsidios. Y la presión sobre el monte continúa.

El petróleo patagónico: riqueza que no se queda en casa

Paradójicamente, mientras se tala bosque para calefacción, en la misma región se extraen millones de metros cúbicos de gas y petróleo. Sin embargo, los ductos y refinerías priorizan abastecer centros urbanos y mercados internacionales. La Patagonia sigue siendo, en muchos casos, proveedora de recursos y no beneficiaria de ellos.

La renta hidrocarburífera y su destino

La Fundación UÑOPATUN propone un cambio: retener un porcentaje de la renta hidrocarburífera para garantizar redes de gas, acceso a combustibles líquidos y programas de restauración ecológica. El planteo no es solo justo, sino también estratégico: si se utiliza parte de lo que se extrae, se evita seguir talando monte para sobrevivir al frío.

Tarifas de gas y subsidios en 2025: un panorama crítico

La situación energética actual refuerza la urgencia de la propuesta de UÑOPATUN. En 2025:

  • El gobierno aplicó un recargo del 6,2 % sobre el precio del gas PIST, destinado a financiar el subsidio para zonas frías como la Patagonia.
  • En paralelo, se autorizó un aumento del 2,5 % en la distribución de gas, lo que impacta en las boletas domiciliarias.
  • Los subsidios por ingresos fueron reducidos: los hogares de Nivel 2 reciben un 65 % de descuento y los de Nivel 3, apenas un 50 %.

Esto significa que, aunque existen mecanismos de compensación, la boleta de gas sigue subiendo y miles de familias se ven obligadas a recurrir nuevamente a la leña como alternativa, retroalimentando el ciclo de deforestación.

La desertificación: una amenaza latente en Patagonia

Los especialistas advierten que, de continuar al ritmo actual, gran parte del noreste patagónico podría convertirse en un desierto en menos de 20 años. La combinación de desmonte, sobrepastoreo y sequías más intensas por el cambio climático está acelerando un proceso irreversible.

Consecuencias sociales y económicas de la desertificación

  • Pérdida de tierras productivas.
  • Migración forzada de comunidades rurales.
  • Aumento de la pobreza energética y la exclusión.
  • Deterioro de economías locales basadas en ganadería y agricultura.
  • La propuesta de la Fundación UÑOPATUN en detalle
  • La fundación plantea una redistribución inteligente de la renta petrolera con tres ejes:
  • 1)Justicia energética: inversión en redes de gas y combustibles accesibles.
  • 2) Resarcimiento ambiental: financiamiento de programas de restauración de montes nativos.
  • 3) Equidad territorial: garantizar que los recursos de la Patagonia beneficien primero a los patagónicos.

Perspectiva histórica: de 2007 a 2025

Lo que en 2007 parecía una advertencia hoy es una realidad tangible. El monte se redujo aún más, los hogares siguen dependiendo de la leña y los hidrocarburos continúan alimentando mercados externos. La propuesta de UÑOPATUN, que entonces sonaba ambiciosa, hoy es una necesidad impostergable.

Fundación UÑOPATUN y su rol en el activismo ambiental

Con más de tres décadas de trabajo, la fundación se ha convertido en una voz de alerta constante frente al extractivismo descontrolado. Su presidente, Elvio Mendioroz, sostiene que sin políticas de redistribución energética y ambiental, la Patagonia será escenario de una crisis social y ecológica sin precedentes.

Comparación con otras regiones frías del mundo

En países como Canadá, Noruega o Finlandia, la renta de hidrocarburos financia directamente subsidios energéticos, programas sociales y restauración ambiental. La Patagonia, con condiciones similares, podría seguir este modelo en lugar de continuar con un esquema extractivo que no devuelve lo que se lleva.

Entre el frío y el fuego, una oportunidad perdida que aún puede recuperarse

La Patagonia enfrenta una paradoja brutal: bosques que mueren para calentar hogares y petróleo que se va sin dejar abrigo. La Fundación UÑOPATUN ofrece un camino claro: redistribuir la renta hidrocarburífera para garantizar calor sin destruir naturaleza. Si no se toman medidas ahora, el costo social y ambiental será irreversible. El desafío no es técnico ni económico: es político y ético.

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