La política argentina en materia de acción climática sacó una mala nota. Así lo indica un informe internacional realizado por Climate Transparency que analiza las acciones de los países del G20, espacio que el país presidirá desde hoy durante un año.

“Si bien la Argentina no llega a representar el 1% de las emisiones de gases de efecto invernadero dentro del grupo de países, cuando se analiza el aporte per cápita ese número trepa a 10 tn de dióxido de carbono equivalente, que es más que lo que contamina un mexicano, un italiano o un brasileño”, explica Hannah Schindler, representante de Climate Transparency, una entidad que agrupa científicos, universidades y ONGs de todo el mundo.

El reporte anual conocido como el Brown to Green Report (avance en la descarbonización de la economía de los países del G20) explica las razones por las que Argentina tiene muchas potencialidades respecto de las nuevas energías, pero aún están inconclusas.

“Las emisiones de Argentina se han incrementado lenta, pero sostenidamente desde los años 90; los sectores de la agricultura y la energía contribuyeron más a las emisiones globales de GEI. Se espera que las emisiones aumenten más rápido hasta 2030”, indica el informe. Y continúa: “Los expertos argentinos siguen calificando el desempeño de la política en muchos sectores como bajo. Señalan que se necesita mejorar su marco de política nacional y establecer objetivos más ambiciosos y específicos para cada sector. Su evaluación de las energías renovables mejoró ligeramente”.
¿Pero cuáles son las acciones que mantienen baja la performance del país? “Hay que plantearlo desde el punto de vista de las potencialidades que tiene Argentina pero que aún no están implementados. El país no marca bien porque hay muchas promesas que aún no están en acción”, explica Enrique Maurtua Konstantinidis, experto en Cambio Climático de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

Ayer por caso hubo dos grandes avances en materia de renovación de las fuentes de generación eléctrica: el Senado sancionó la ley de generación distribuida por la que los consumidores podrán generar su propia energía y aportar al sistema y se adjudicaron otros 1408 MW de renovables. “El tema es que todavía no están en marcha, cuando esto sea una realidad probablemente el informe le dé un poco mejor al país”, agrega Maurtua Konstantinidis.

Una de las políticas que baja la nota del país tiene que ver con la apuesta por los combustibles fósiles como son el petróleo y el gas, por ejemplo en Vaca Muerta. “Argentina aportó US$ 13,6 mil millones en subsidios a los combustibles fósiles en 2014. Al mismo tiempo, recientemente ha estado invirtiendo fuertemente en la exploración y el desarrollo de nuevas reservas de petróleo y gas, incluyendo a través de incentivos fiscales para las empresas.”, sostiene el trabajo analítico presentado en 2017.

“Argentina está dentro del grupo de países que más subsidian a los combustibles fósiles, hay intenciones de modificar eso. Pero, así como hay potencialidades positivas planes de descarbonización, el reporte se basa en los hechos, si no está no se contabiliza”, sostiene el experto.
La posibilidad de crear un impuesto al carbono es otra de las discusiones pendientes en la agenda política, aunque se trabaja hoy con un borrador en el Congreso.

En el seno del G20 Alemania, durante su presidencia, había conseguido que Clima y Energía fueran parte del mismo grupo de discusión, precisamente por las implicancias y la interrelación entre unas y otras. La presión de los Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump, no quiere formar parte del Acuerdo de París que compromete a los países a reducir los gases contaminantes para que la temperatura planetaria no suba más de 2ºC en promedio, ese grupo se dividió.

“El gobierno argentino para el 2018 decidió separar ambos temas en dos grupos, el de transición energética y el de sostenibilidad climática. Desde la sociedad civil argentina se espera que esta separación pueda ser utilizada en una manera positiva que pueda desarrollar la agenda climática de manera positiva. Sobre todo porque la cumbre de líderes del G20 se llevará a cabo dos días antes de que comience la COP24 de Cambio climático en Katowice, Polonia, donde la CMNUCC deberá cerrar el reglamento del Acuerdo de París”, dice un comunicado elaborado por un grupo de ONG ambientalistas que forman parte del C20 (Sociedad Civil).

“El G20 presentará una oportunidad única para que Argentina muestre todos los avances en materia de renovables, y avances en la contribución nacional de cambio climático y que apalanque mayor acción climática en un año que la ambición climática estará en la mira de todo el mundo. Es importante que el presidente, Mauricio Macri, pueda liderar en esta oportunidad para que se envíen los mensajes correctos para conseguir la “sostenibilidad climática”, agrega el comunicado.

Argentina ha anunciado que la educación y el trabajo serán pilares fundamentales en las discusiones de ese enorme megáfono que es el G20 para los inversores. Tal vez llegó la hora de que se pongan plazos para una transición energética necesaria con la conservación de los puestos de trabajo.

Fuente: https://www.infobae.com/sociedad/2017/11/30/g20-baja-performance-climatica-de-la-argentina-segun-un-informe-internacional/