En el marco de las licitaciones del Plan Renov.Ar de impulso a las energías renovables, la española GRI Renewable Industries se asoció con Metalúrgica Calviño para iniciar la fabricación de torres eólicas en su planta de Florencio Varela antes de fin de año. El acuerdo de joint venture prevé la producción de 300 torres eólicas al año, en las instalaciones que actualmente posee la pyme metalúrgica, y la creación de 350 nuevos empleos.

La firma GRI surgió en 2008 como división industrial eólica del grupo español Acek, fabricante de autopartes. Hoy tiene 12 plantas de fabricación de torres y bridas eólicas en España, Estados Unidos, Brasil, China, Turquía, India y Sudáfrica. Su desembarco en la Argentina viene de la mano de Calviño, una metalúrgica familiar fundada hace más de 70 años, y que desde hace ocho comenzó a fabricar torres eólicas.

“Con esta alianza, vamos a poder ofrecer al mercado argentino un componente esencial para los aerogeneradores que se instalen en los nuevos parques eólicos, con calidad internacional”, afirmó Gastón Guarino, presidente de Calviño. El ejecutivo también detalló que la nueva planta se montará sobre las naves industriales que la empresa ya posee en su predio de Florencio Varela, con acceso al ferrocarril y salida directa por la autovía hacia los distintos puntos del país”.

En cuanto a las proyecciones de producción, “el plan es fabricar unas 300 torres al año, y esto se puede ampliar rápidamente de acuerdo a la demanda que surja a partir de la puesta en marcha de los proyectos licitados en Renov.Ar 1 y 1.5”, adelantó.

Las torres no son un detalle en la infraestructura de un generador eólico. Sobre ellas descansa la góndola (cabina), las aspas (de 40 metros) y toda la tecnología que lleva un molino de viento. Cada una mide 85 metros de altura, 4 de diámetro y pesa 185 toneladas. Para transportarlas, hay que dividirlas en cuatro tramos de 25 metros y 60 toneladas de peso por unidad.

Los inicios de las tratativas entre la pyme local y GRI se remontan a fines del año pasado, y aunque el monto de la operación no trascendió, la firma española “hará una importante inversión en equipamiento y ampliación de la planta, así como en capacitación del personal”.

La metalúrgica Calviño fue fundada en 1943 por don Manuel Calviño, hijo de inmigrantes españoles, quien empezó a producir estructuras para galpones en la localidad de Avellaneda. La empresa fue creciendo y, en la década del 70 se mudó a un predio de 12 hectáreas en Florencio Varela. Al iniciarse la construcción de la represa Salto Grande, Calviño se ocupó de fabricar los equipos de elevación. Así, la compañía se especializó en grúas pórtico, puentes grúas y otros equipos para el transporte.

Hoy, la empresa está en manos de la tercera generación familiar: Mauro y Gastón Guarino, nietos del fundador, quienes le imprimieron un nuevo giro al negocio, hacia las energías renovables.

Las primeras torres eólicas comenzaron a fabricarse en 2009, en asociación con IMPSA. En 2011, la entonces presidenta Cristina Kirchner, al inaugurar el parque eólico Rawson, lamentó en público que “no hubiera en el país fabricantes locales de componentes eólicos”. Inmediatamente, los directivos de Calviño reaccionaron ante el equívoco y le hicieron llegar a la presidenta una invitación a su planta, a la que asistió para inaugurar una de las líneas de producción.

A partir de la promulgación de la Ley de Energías Renovables, cuyo objetivo es que las fuentes energéticas limpias pasen del actual 2% al 8% del consumo eléctrico nacional para fin de año y llegar al 20% en 2025, el sector está en franco crecimiento. El año pasado, las licitaciones de más de 1000 Mw en el marco del programa Renov.Ar convocaron inversiones por más de u$s 1500 millones para los próximos dos años.