La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este jueves el llamamiento a la acción acordado a principios de junio por la Conferencia sobre los Océanos.
El documento expresa el compromiso de los Estados miembros de la ONU para revertir y detener el declive en la salud y productividad de esos ecosistemas, así como promover su protección y restauración.
También reconoce con gran alarma los daños causados por los seres humanos a estos recursos compartidos, así como el impacto adverso del cambio climático, que incluye el aumento de la temperatura en esas aguas, la acidificación, el incremento de los niveles del mar, las erosiones costeras y los eventos de clima extremo.
Visibiliza además, la contaminación de los océanos y la cantidad de plástico y basura que se encuentra en ellos, junto con la pérdida de las poblaciones de peces, algunas al punto de extinción.
El llamado a la acción reitera el compromiso de cumplimiento del punto 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 2030, referido a los océanos. Subraya la necesidad de acciones sostenidas en el largo plazo.
El presidente de la Asamblea General, Peter Thompson, destacó este jueves que la Conferencia sobre los Océanos ayudó a aumentar la conciencia global sobre los problemas que aquejan a los medio marinos y calificó este encuentro como un momento crucial para empezar a revertir el deterioro.
Mencionó algunos de los ambiciosos resultados de esa Conferencia: “Los participantes de los diálogos respondieron proponiendo soluciones efectivas a estos problemas. Además, se presentaron casi 14.000 compromisos voluntarios por parte de gobiernos, el Sistema de la ONU, el sector privado, organizaciones civiles y otros socios, notificándonos de las acciones que emprenderán para cumplir con el Objetivo 14″, señaló Thompson.