Se espera que más de 25 000 participantes acudan a la COP este año y, cómo no, también necesitarán comer y beber. Esto significa que se deberá preparar mucha comida, lo que se traducirá por una alta huella de carbono solamente de los servicios de catering. Para hacer que esta conferencia sea climáticamente neutra, los organizadores quieren que la comida sea rica, pero también sostenible.
“Queremos garantizar que el servicio de catering en la conferencia sea respetuoso con el medio ambiente”, afirma Michael Schroeren, portavoz del Ministerio Federal de Medio Ambiente de Alemania. “Por eso, optamos por ofrecer principalmente comida vegetariana y solo pescado certificado y carne orgánica. Nuestro concepto de catering se adapta bien a la estrategia general de hacer que la conferencia sea lo más sostenible posible”.
En materia de alimentos, la mayor huella de carbono proviene de la carne. Por lo tanto, comer alimentos vegetarianos de manera regular reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, y es un factor clave para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura y el uso de la tierra representan casi una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, convirtiéndose así en el segundo emisor en cuanto a sectores. La ganadería es lo que causa más emisiones.
La FAO afirma que solo con la ganadería mundial –que incluye vacuno, cerdos, ovejas y todos los demás animales criados para producir carne, leche, cuero o lana– representa el 14,5% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el hombre. Casi la mitad de las emisiones producidas por el ganado son en forma de gas metano, mientras que la otra mitad se divide casi a partes iguales entre los gases de efecto invernadero, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de carbono.
En la COP23, al menos un 60 % de la comida ofrecida será vegetariana. Dennis Winkler, que dirige el grupo de trabajo de sostenibilidad para la COP23, está satisfecho con el porcentaje. “Hace dos años, en la COP21 de París, el porcentaje de comida vegetariana era del 30%, lo que significa que, como mínimo, lo hemos duplicado”, aseguraba Winkler.
El menú del día: sobre todo vegetariano, productos orgánicos certificados y alimentos de la región
El menú ofrecerá la versión vegetariana de platos tan populares como los “Maultaschen” (una especialidad alemana de pasta rellena), un guiso conocido como Gulasch, así como también chili o paella. Los organizadores también quieren aprovechar la oportunidad para sensibilizar acerca de la necesidad de ofrecer alimentos más respetuosos con el clima a los participantes de la COP23. “Al lado de cada opción del menú incluiremos información visual y textual sobre lo que significa dicha opción para el clima”, dice Winkler. “Queremos que las personas reflexionen sobre el impacto que tendrá su selección”.
Toda la carne y el pescado que se sirva en la COP23 debe de ser orgánico, este último certificado por el Marine Stewardship Council, una organización mundial independiente sin ánimo de lucro que establece un estándar para la pesca sostenible.
Otra fuente de emisiones relacionada con la comida es el transporte. Por eso, los organizadores de la COP23 han solicitado a los proveedores que, como mínimo, un 20% de los alimentos procedan de Bonn y alrededores. “Eso significa que, en el menú, habrá platos elaborados con col, zanahorias o remolachas”, afirma Beate Frey-Stiltz del Ministerio Federal de Medio Ambiente de Alemania. “Básicamente, todo lo que la región ofrece en esta época del año”.
Evitar los desperdicios de los alimentos es clave para la sostenibilidad
Evitar el desperdicio de alimentos es otra forma importante de reducir el impacto ambiental del servicio de catering de la COP23. El desperdicio de alimentos se refiere a toda la comida que se tira a pesar de que sigue siendo buena para comer.
Según datos de la FAO, en el mundo se desperdician 1 300 millones de toneladas de comida al año, un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano. “Si la comida desperdiciada fuera un país, sería el tercer emisor de gases de efecto invernadero del mundo” asegura Nick Nuttall, portavoz de ONU Cambio Climático, “sin embargo, todos podemos hacer algo al respecto”. Nuttall también señala un sitio web de la ONU llamado Piensa, aliméntate y ahorra, muy útil para conocer cómo reducir la huella de carbono a partir de estos tres pasos.
“El desperdicio de alimentos contribuye enormemente al cambio climático debido a las emisiones procedentes de la agricultura y el transporte”, dice Schroeren desde el Ministerio Federal de Medio Ambiente. “Pero una gran parte se puede reducir si se planifica cuidadosamente, y eso es lo que pretendemos hacer”.
Calcular con precisión las cantidades requeridas y establecer cadenas de suministro eficientes pueden ser métodos útiles a la hora de evitar que las empresas de catering tiren los alimentos. Además, estos últimos sabrán hacer el mejor uso posible de las sobras, por ejemplo, al convertir los restos de frutas y verduras en batidos. Por otro lado, la cantidad de comida que, inevitablemente, tenga que desecharse, se convertirá en biogás y biocombustible.
¡La COP23 no solo será buena para la salud del planeta, también lo será para su propia salud!
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