Río Negro, 29 de enero de 2025. Con una inversión superior a los 3.000 millones de dólares, el oleoducto Vaca Muerta Sur se perfila como una de las mayores obras de infraestructura energética de la Argentina, destinada a conectar la formación Vaca Muerta, en Neuquén, con la futura terminal marítima de Punta Colorada, en Río Negro. Este megaproyecto, que contará con una extensión de 600 kilómetros, promete transformar no solo el panorama energético nacional, sino también posicionar a Río Negro como un actor clave en la industria global de los hidrocarburos.
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El oleoducto tendrá la capacidad inicial de transportar 550 mil barriles diarios de petróleo, con la posibilidad de aumentar esta cifra a 700 mil barriles en el futuro, un paso trascendental para potenciar la exportación de crudo argentino. Se estima que la obra estará operativa a finales de 2026, y su impacto económico será notable: se espera que genere hasta 20 mil millones de dólares anuales en exportaciones para el país.
Un Proyecto Estratégico para el País
La magnitud de este proyecto, que avanza a buen ritmo, refleja la importancia estratégica de la energía en la economía argentina. Actualmente, se encuentra en ejecución el primer tramo del oleoducto, que conecta la zona de Loma Campana, en Neuquén, con la Estación de Bombeo Allen en Río Negro. Al mismo tiempo, se han iniciado las tareas preliminares para el segundo tramo, que llevará el crudo hacia la terminal de Punta Colorada, lo que permitirá optimizar las operaciones logísticas en el sur del país.
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Andrea Confini, secretaria de Energía y Ambiente de Río Negro, destacó que la obra no solo aumentará la capacidad de transporte desde Vaca Muerta, sino que también pondrá a la provincia en el centro del mercado energético global. “Río Negro va a ser un jugador fundamental en la exportación de hidrocarburos, lo que no solo potenciará la economía local, sino que también se hará de manera responsable, con altos estándares ambientales y de seguridad”, afirmó.
Colaboración entre las Principales Empresas Energéticas
El desarrollo del oleoducto cuenta con la colaboración de grandes actores del sector energético, como YPF, Pan American Energy, Vista Energy, Pampa Energía, Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell Argentina. Juntas, estas empresas están financiando y construyendo el ducto, con un compromiso inicial de 275 mil barriles diarios de capacidad, con la opción de aumentar esta cifra en el futuro. Este esfuerzo conjunto refleja el nivel de confianza en el proyecto y su relevancia para el futuro energético de la región.
Además, la sociedad anónima VMOS, encargada de operar el oleoducto, fue inscrita en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), una herramienta clave para fomentar la inversión en proyectos de infraestructura energética en el país. Esta inscripción marca un hito en el impulso a la infraestructura energética de Argentina, beneficiando a Río Negro, que fue la primera provincia en adherir a este régimen.
Impacto en la Infraestructura Logística y Exportadora
Una de las piezas claves de este proyecto será la terminal marítima de Punta Colorada, que contará con monoboyas para buques de gran porte. Esta infraestructura reducirá significativamente los costos logísticos de exportación y consolidará a Río Negro como un centro estratégico para la salida de petróleo hacia mercados internacionales. La optimización de este proceso garantizará una mayor competitividad para el crudo argentino en los mercados globales, lo que permitirá ampliar las exportaciones de un recurso tan valioso para la economía nacional.
Compromiso con la Sustentabilidad
Río Negro también ha destacado por su compromiso con la sustentabilidad y la seguridad en la ejecución de este tipo de proyectos. El gobierno provincial ha fortalecido sus capacidades de control y fiscalización para asegurar que el desarrollo del oleoducto se lleve a cabo bajo estrictos estándares medioambientales. De esta manera, no solo se impulsa el desarrollo energético de la provincia, sino que se garantiza que este proceso se realice de forma responsable y respetuosa con el entorno.
Este avance en la infraestructura energética de Río Negro tiene un claro objetivo: consolidar a la provincia y a Argentina como un proveedor confiable y competitivo de recursos energéticos en el ámbito global. Con el oleoducto Vaca Muerta Sur, el país da un paso firme hacia un futuro energético más próspero y sostenible.
